miércoles, 29 de julio de 2009

Las consecuencias de la enuresis en la edad adulta

El síndrome de vejiga hiperactiva supone que un individuo vaya más de ocho veces al baño en un día, y por muy inédito que parezca, la realidad es que afecta aproximadamente a un 21,5% de la población española y a más de 1.000 millones de personas en el mundo.

Aparece normalmente en edades avanzadas, pero es un problema que viene desde la infancia. Un estudio realizado por la Loyola University demostró que las mujeres que lo presentaban habían tenido problemas de incontinencia urinaria en la niñez.

De las 2.109 mujeres que se estudiaron, aquellas que afirmaron haber sufrido enuresis cuando eran pequeñas, que suponían cerca de un 20%, presentaban más del doble de posibilidades de tener una vejiga hiperactiva.

Esta es una razón más a añadir a la labor de tratamiento de la enuresis en la infancia. No se trata de un hecho trivial o puntual que le sucede al niño, sino que hay que otorgarle la importancia que le corresponde, como a cualquier otro tipo de patología, y empezar su tratamiento cuanto antes para evitar futuros problemas de salud.

Los tipos de enuresis

La enuresis es el término global con el que designamos al vaciamiento incompleto de la vejiga de manera incontrolada a partir de los 5 años, edad en la que se considera que este control debería ya estar establecido. Pero dentro de esta patología existen diferentes tipos, en función de los factores que intervengan y cuándo se produzca:


Enuresis Diurna
Es la ausencia del control voluntario de la micción durante el día.

Enuresis Nocturna
Es la micción involuntaria de la orina durante la noche, y es las más conocida.

Enuresis Mixta
Cuando el niño se hace pis de día y de noche.

Enuresis Orgánica
Está originada por lesiones urológicas o neurológicas, y sucede en el 2% ó 3% de los casos.

Enuresis Funcional
No existen lesiones orgánicas que expliquen la incontinencia.

Enuresis Regular
Cuando el niño moja la cama todas o casi todas las noches.

Enuresis Esporádica
Si el niño moja la cama de vez en cuando.

Enuresis Primaria
Hablamos de ella cuando el niño nunca ha parado de hacerse pis. Esto sucede en el 80% de los casos de enuresis.

Enuresis Secundaria
Aparece cuando tras un periodo de, al menos, 6 meses, en el que el niño ha controlado el pis, vuelve a perder el control voluntario de su vejiga.

Enuresis Monosintomática o No Complicada
Cuando sólo ocurre por la noche en la cama.

Enuresis Polisintomática o Complicada
También denominado Síndrome Eneurético o Vaciamiento Disfuncional. Aparecen síntomas durante el día, como por ejemplo urgencia para hacer pis, escapes de orina, etc.

miércoles, 22 de julio de 2009

El cerebro puede ser el culpable de la enuresis


Si la vejiga envía constantemente señales al cerebro para activarlo, éste podría acabar ignorándola cuando realmente necesita que le preste más atención. Parece el cuento de Pedro y el lobo, pero es el problema al que se enfrentan los niños que sufren enuresis, que solamente en nuestro país suman 500.000.


Así lo ha demostrado un grupo de investigadores de Hong Kong al comparar la cantidad de señales que envían los niños enuréticos hacia el área cortical del cerebro durante el sueño, con las de un grupo de control que no moja la cama al dormir. Observaron que los niños con incontinencia enviaban el doble de señales hacia la corteza cerebral que los que no se orinaban en la cama. Y sin embargo, su cerebro las ignoraba.

Para descubrir por qué el niño no era capaz de despertarse, pese a tener un sueño más ligero, encontraron una respuesta paradójica. Se debía, precisamente, a la elevada estimulación provocada por las señales de la vejiga, que suprimía la transición entre el sueño y el despertarse. Las ganas de orinarse hacían que el niño no las percibiera.

Por otra parte, este grupo de expertos también señaló una conexión entre los ciclos del sueño y la enuresis. La vejiga de un niño actúa como un órgano reflejo que se contrae automáticamente, pero los niños que mojan la cama lo reprimen, haciendo que la vejiga se vacía involuntariamente.

martes, 21 de julio de 2009

200 niños dibujan la enuresis


La Fundación para una Infancia y Adolescencia Saludables (CONFIAS), en colaboración con la compañía biofarmacéutica Ferring, ha puesto en marcha un proyecto para conocer el impacto emocional de la enuresis en los niños a través de sus dibujos, en el que participan más de 200 niños.


Javier Quintero, vicepresidente de la Fundación, Jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid y coordinador del proyecto, afirma que los dibujos son la mayor fuente de información en la exploración emocional de los niños. Como si de una radiografía se tratase, a través de su trazos coloreados podemos conocer cómo se siente el niño y cómo percibe la realidad o vive un problema concreto. Esto es muy difícil de conseguir en una consulta, porque el pequeño siente miedo, vergüenza y culpabilidad cuando ha de sentarse en una silla frente a un profesional desconocido al que le obligan a exponerle su problema.

Según ha explicado el doctor, en los dibujos iniciales que ya han analizado predominan los colores oscuros y no se utiliza bien el espacio, lo que indica que el niño sufre, que tiene miedo, se siente aislado y triste.

Por ello, desde CONFIAS han querido emprender este proyecto, pionero en nuestro país y en el estudio de esta patología. El año que viene conoceremos los resultados y las consecuencias emocionales que se esconden tras la enuresis.

lunes, 20 de julio de 2009

Enuresis: Cuidados en la cama

El miedo a mojar la cama produce una gran ansiedad en el niño. Como padres, debemos calmarles y hacerles ver que no existe ningún tipo de represalia por ello, sin olvidarnos de demostrarles que es algo que pueden solucionar.


Para proteger el colchón, existen dos modos: el protector de celulosa, que es un producto absorbente e impermeable de un solo uso, o las fundas impermeables. Estas últimas se colocan bajo las sábanas para evitar el contacto directo con la piel del niño, y tienen algunas desventajas, como por ejemplo que dan calor y que deben lavarse regularmente

Otra opción más cómoda para los pequeños es el empleo de pañales desechables. Les mantienen secos y cómodos, y evitan que se ensucie la ropa o la cama. Los más recomendables son los que tienen una malla-braga, porque constan de un apósito de tamaño variable y una braga elástica lavable. Se adaptan perfectamente al cuerpo, lo que permite mayor libertad de movimiento.

Esto son solo unas pequeñas prácticas a nivel material. Pero nuestro objetivo deber ser el emocional, el ayudar a nuestros hijos a que se dejen de hacer pis por las noches, que sean capaces de controlar su cuerpo y que, en definitiva, crezcan y se desarrollen sin ningún tipo de complejo.


viernes, 17 de julio de 2009

Enuresis: Aumenta la motivación de tu hijo



Como venimos diciendo en nuestros post anteriores, nuestra misión como padres de niños enuréticos es ayudarles a asumir la enfermedad y que ellos mismos sean conscientes de que tienen que colaborar para superarla.


Cuando el niño va haciendo progresos, gana confianza y se hace una idea más positiva de sí mismo. Además, esto le ayuda a mejorar también en otras áreas de su conducta. Esta es una pequeña lista de sencillos consejos:

1. Calendario.
Consiste en proporcionarle al niño un calendario miccional. Cuando se despierte con la cama seca, le diremos que pinte en el día correspondiente un sol, mientras que cuando se levante mojado dibujará una luna. Los símbolos los podemos cambiar a nuestro gusto. El objetivo es que el niño, cuando lo visualice, se motive al ver que hay más días secos que mojados.

Descárgate aquí algunos modelos de calendario realizados por la Asociación de familiares y pacientes con enuresis (AFYPEN).

2. Aprobación.
Cada progreso que nuestro hijo vaya haciendo ha de ir reforzado por elogios, muestras de aprobación y satisfacción. Esto hará que el niño se sienta cómodo con su esfuerzo y que siga trabajando el ello.

3. Autoinstrucciones.
Tenemos que estimular al pequeño a que se diga a sí mismo frases como “soy capaz de dejar de hacerme pis”, “lo estoy consguiendo”, etc.

jueves, 16 de julio de 2009

Adolescencia, alcohol y enuresis


La enuresis tiende a desparecer con la edad, y para muchos la entrada en la pubertad supone el punto final definitivo, pero para otros no. El problema a esta edad es aún más difícil de tratar, porque la mayoría de los tratamientos habrán fracasado. Entre las causas más comunes se sitúa el consumo de alcohol.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco personas en el mundo es adolescente, y de esa cifra, entre un 1% y un 2% moja la cama. Si es difícil para un niño convivir con la enuresis, todavía lo es más para el adolescente, centrado en su imagen personal, en ser bien valorado por el otro sexo y en llevar una vida social exitosa.

Está demostrado que los adolescentes corren más riesgo a sufrir depresión y ansiedad. Si a ello le añadimos que sufran esta patología, el riesgo es aún mayor. Es la edad de salir, de dormir en casa de los amigos, de realizar excursiones, y el joven enurético rechazará esta actividad social por temor a mojar la cama y ser blanco de las crueles burlas de los amigos.

El alcohol puede tener un impacto sobre la enuresis por su efecto sedante, lo que aumenta las posibilidades de mojar la cama. Además, algunas bebidas como la cerveza son muy diuréticas y aumenta la producción de orina por lo que aumenta aun más el riesgo de mojar la cama.

¿El remedio? Evitar el alcohol a toda costa, y consultar con un especialista.

miércoles, 15 de julio de 2009

La enuresis es una de las causas principales de la apnea


Si nuestro hijo se siente cansado cada mañana, a pesar de haber dormido las horas recomendadas, quizá esté siendo víctima de la apnea. Se denomina así al cese de la respiración durante el sueño que dura 10 segundos o más. Los músculos de la garganta se relajan y obstruyen el paso del aire, provocando unos fuertes ronquidos y una respiración dificultosa, lo que impide entrar en estadios más profundos de sueño, y causa síntomas de adormecimiento durante el día.


El 10% de los niños ronca, y este dato llevó a los expertos a investigar si existía algún tipo de vínculo entre la apnea y la enuresis. Sus estudios demostraron que el 41% de los niños que roncaban también mojaba la cama. La relación de los ronquidos, la apnea y la enuresis se explica porque los niños no descansan mientras duermen y, por tanto, tienen una respuesta de baja excitación que los previene de levantarse cuando sienten que la vejiga está llena.

Por otra parte, un reciente estudio realizado por la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de Nueva Jersey, ha señalado a la enuresis como una de las causas principales de la apnea obstructiva del sueño (AOS). Se ha demostrado que la incontinencia infantil eleva en más de cinco veces la probabilidad de padecer este problema respiratorio nocturno.

El estudio fue realizado a un grupo de 149 niños de entre 5 y 15 años con AOS y a 139 niños sanos. Se contrastaron sus historiales clínicos en términos de edad, género, altura y peso, la frecuencia de la enuresis, la diabetes, las alergias nasales y el agrandamiento de las amígdalas. El equipo encargado de la investigación determinaron una asociación significativa entre la enuresis y la AOS, además de señalar al sobrepeso como otras de las causas

martes, 14 de julio de 2009

Enuresis: “Deja de portarte como un niño pequeño”


La impotencia y el no saber qué hacer cada mañana cuando el niño se levanta mojado y con la cama manchada suele llevar a los padres a una situación tensa en la que priman los nervios y los gritos. Bien sabemos que nuestra intención como padres es ayudar a nuestro hijo, pero la mayoría de las veces la manera de decírselo tiene el efecto contrario.

No existe un manual de buenas maneras ni un glosario de palabras a emplear, pero sí que podemos destacar una serie de acciones y expresiones que hay que evitar enunciar al niño para que no se sienta culpable, ni inferior ni acomplejado por hacerse pis en la cama. Lo hemos dicho desde aquí muchas veces: la enuresis no es culpa del pequeño, y se cura; solo es cuestión de constancia y de trabajo en equipo entre padres e hijos.


QUÉ ES LO QUE NO HAY QUE HACER

1. Poner etiquetas.
Expresiones como “eres un bebé”, “cochino”, etc. no solucionan nada, sino más bien al contrario, agravan el problema ocasionando en el niño inseguridad y baja
autoestima.

2. Castigar, reñir, pegar, amenazar o poner en evidencia delante de los hermanos u otras personas.
El niño no se hace pis en la cama de forma intencionada, por lo que los castigos o reprimendas no tendrán ningún efecto positivo. Al contrario, aumentan la tensión y propician que el niño geste un estado de ansiedad que le llevan a seguir orinándose.

3. Reducir el consumo de líquidos antes de acostarse.

Si reducimos la ingesta de líquidos, estamos impidiendo que la vejiga del niño adquiera mayor elasticidad y capacidad para retener más cantidad de orina y durante más tiempo.

4. Levantar al niño varias veces a lo largo de la noche.
Si lo hacemos, estamos eliminando la oportunidad de que el cuerpo se adapte a las señales internas que la vejiga genera para avisar de que está llena y que hay que ir al baño.

5. Adoptar una actitud excesivamente permisiva o excesivamente intransigente.
Lo aconsejable es intentar comprender las dificultades que la enuresis puede provocar en el niño, al mismo tiempo que adoptar una actitud serena y relajada, ayudando al niño a superar el problema.



.

lunes, 13 de julio de 2009

Canela, miel y arándanos para combatir la enuresis


Remedios naturales para solucionar la incontinencia infantil

Si nuestro hijo o hija sufre de enuresis, es fundamental la consulta médica para poder tratar el problema y llegar a solucionarlo. Por otra parte, también podemos incluir en su rutina alimenticia una serie de productos que le van a ayudar tanto a retener como a expulsar el pis, obligándole a invertir un mayor esfuerzo en el control de sus esfínteres.

Estos son algunos de los remedios caseros más populares usados para combatir la enuresis:

Arándanos
Los arándanos tienen propiedades astringentes, por lo que resultan recomendables para combatir infecciones urinarias y digestivas, sobre todo en su variedad roja. Son más agrios que los de color azul y contienen más sustancias acidificantes de la orina. La mejor forma de dárselos a los niños es en zumo y por la mañana.

Maíz y Anís
Las barbas de maíz incrementan el contenido de la vejiga. La contención de esa cantidad ayuda al pequeño a fortificar los músculos urinarios y a entrenar la sujeción del pis por la noche. Podemos darle al pequeño una infusión elaborada a base de maíz y anís antes de cada comida y media hora antes de irse a dormir. La prepararemos en medio litro de agua, dejando que repose durante 15 minutos.


Hierba de San Juan y Melisa
Actúan como sedantes naturales que ayuda a tranquilizar al pequeño, aminorando los nervios que actúan sobre la vejiga.

Diente de León
Es un buen estimulante de la producción de orina, hasta el punto de que su nombre vulgar en catalán es pixallits (mea camas). Una ensalada con hojas de la planta del diente de león a la hora de la cena ayudará al niño a producir más cantidad de pis que le obligará a ejercitar los esfínteres para educarlos.

Canela
Masticar una ramita de canela antes de ir a la cama tiene un efecto astringente en el sistema urinario.


Calabaza
Sus semillas ejercen una función diurética que incrementa la producción de orina, al tiempo que actúan de sedantes para relajar al pequeño.

Roble
Una infusión con una cucharadita de corteza de roble partida tomada 3 veces al día puede beneficiar al niño debido a las propiedades astringentes de esta planta.


Gayuba
Para los adultos una infusión de Gayuba, o dos cápsulas de gayuba antes de dormir, también puede ayudar a mejorar los inconvenientes de la incontinencia.

Hinojo
Un poco de hinojo endulzado con miel antes de acostarse contribuye a la retención de líquidos. Hay que tomar una cucharadita disuelta en un vaso de agua antes de irse a dormir.


Otros remedios naturales
Entre ellos se encuentra la aromaterapia y la homeopatía. Pero para acudir a estos recursos, consulte primero con su pediatra.

viernes, 10 de julio de 2009

Jugar a controlar la enuresis

Hasta los 5 años, el cuerpo del niño se está desarrollando y madurando en el control de sus acciones fisiológicas. A partir de esa edad, si no controla las micciones, debemos como padres prestarle la atención que se merece para ayudarle a educar sus esfínteres. Proponemos a continuación una serie de sencillos ejercicios para que el niño juegue a controlar el pis.


EJERCICIO 1. “A ver cuánto eres capaz de aguantar”
Objetivo: Aumentar la capacidad funcional de la vejiga.
¿Cómo se hace? Haremos que el niño a que ingiera una mayor cantidad de líquido al día, como agua, zumos, gaseosas, etc. Cuando tenga ganas de ir al baño, le animaremos a que se contenga. Al principio, bastará con que sean unos pocos segundos, para ir aumentándolos de forma gradual y progresiva.
Podemos ayudarle hablando con él, para que se distraiga, o bien planteárselo como un reto. Y, por supuesto, hay que mostrarle nuestra alegría y apoyo ante cualquier mínimo progreso, puesto que le hará sentirse respaldado.

EJERCICIO 2. “Cortar el chorro”
Objetivo: Fortalecer los músculos implicados en la micción.
¿Cómo se hace? Se trata de cortar el flujo mientras el pequeño está orinando. Empezaremos haciéndolo cuando ya esté terminando, porque la presión de la vejiga es menor. Progresivamente, iremos adelantando el momento hasta que el niño sea capaz de cortar casi al empezar durante 5 segundos, y durante 2 ocasiones más antes de vaciar la vejiga por completo.

EJERCICIO 3. “Cambiar la ropa mojada”
Objetivo: Adquirir responsabilidad y autonomía en la solución del problema.
¿Cómo se hace? El niño tiene que quitarse el pijama y la ropa interior húmeda, ponerse una muda limpia y cambiar las sábanas por otras secas, y trasladarlo todo al cesto de la ropa sucia. Este ejercicio sirve para que se conciencie de la enuresis y asuma que es un problema que tiene que superar.

EJERCICIO 4. “Despertarse e ir hacer pis”
Objetivo: Convertir en algo automático el levantarse por la noche cuando se tengan ganas.
¿Cómo se hace? Hay que proponerle al pequeño que se eche en la cama con la luz apagada, simulando que duerme, y que se levante y se dirija al baño fingiendo que hace pis. Si lo hace unas 4 veces en la hora antes de irse a dormir el primer día, conseguirá despertarse por la noche siempre que tenga ganas, y que se dé cuenta de que la cama está mojada para acudir rápidamente al baño para terminar de hacer pis.


Aunque es recomendable que el niño se acostumbre a utilizar el water, podemos introducirle en el control de la incontinencia con un orinal, que, lógicamente, habrá que ubicar en el baño. Le daremos uno con forma divertida, por ejemplo, de animales y con colores, para que sienta atraído por acudir a él. Cuando esté sentado, podemos contarle algún cuento divertido o animarle a que él mismo se invente una.

La clave de estos ejercicios es proponérselos como un juego divertido, como una meta, y no como una obligación. Haremos que el niño se interese y se estimule para hacerlo. Si lo consigue, él mismo verá los resultados, pues cuando se levante cada mañana su cama estará seca, lo cual le reportará una gran satisfacción. Eso sí, no debemos olvidarnos de advertirle que si eso sucede es por todo el esfuerzo y trabajo que ha realizado, para que el niño se dé cuenta de que su curación no ha sido milagrosa, sino todo un esfuerzo de constancia.

jueves, 9 de julio de 2009

Tomar leche reduce la probabilidad de padecer enuresis

Muchos padres no son conscientes de que su hijo padece enuresis hasta bien avanzada la infancia del pequeño. Sin embargo, un estudio ha demostrado que las probabilidades de padecerla pueden menguarse desde el nacimiento a través de un acto simple: la lactancia.

La investigación ha sido realizada por la Escuela Médica Robert Wood Johnson, en Nueva Jersey. Un grupo de expertos ha demostrado que los niños que son amamantados por su madres cuando nacen son menos propensos a sufrir enuresis durante la infancia.

La razón es simple. Estos niños tienen un desarrollo neurológico aventajado, debido a que en el amamantamiento intervienen una serie de ácidos grasos que la madre transmite al bebé y que ayudan en el desarrollo cerebral del pequeño.

El estudio comparó a 55 niños enuréticos con 117 que no lo eran. De los primeros, el 45% había sido amamantado, y el 81% de los que no presentaban la enfermedad también habían tomado leche materna.

Aunque no se configura como la causa determinante, es cierto que favorece a reducir el riesgo de hacerse pis en la cama. Un gesto sencillo, que viene a demostrar, nuevamente, que la mejor ayuda en esta enfermedad, son los padres.

Fuente: El Mercurio Online

miércoles, 8 de julio de 2009

Enuresis: Un disparo al estado de ánimo

Si notas a tu hijo triste, distraído y algo ausente, quizá estén pasando por su cabeza centenares de sentimientos de culpa por mojar la cama todas las noches. Hacerle ver que es algo que puede remediar de una forma sencilla es fundamental para salvarle de una futura depresión.

Un estudio titulado “La autoestima antes y después del tratamiento en niños con Enuresis nocturna e Incontinencia urinaria”, realizado por el Hospital Universitario de Umea (Suecia), concluye que un temprano tratamiento en niños pequeños con enuresis nocturna es aconsejable para prevenir posteriores alteraciones psicológicas.

La investigación fue realizada por diferentes departamentos, entre ellos el de Psiquiatría para Niños y Adolescentes, y el Departamento de Pediatría. Formaron dos grupos: niños con incontinencia por un lado, y por otro, un grupo de control de pequeños sin estos síntomas, a los que previamente realizaron una serie de cuestionarios de auto evaluación que los propios niños contestaron.

Tras analizar las respuestas de los test y comparar a ambos grupos, los expertos observaron que los niños enuréticos manifestaban un deterioro anímico notable frente al otro grupo. En cambio, transcurridos seis meses de tratamiento, habían mejorado y logrado alcanzar el mismo nivel de autoestima que los niños que no padecen esta patología.

La conclusión final a la que llegaron es clara. Hacerse pis en la cama no es una cuestión banal que haya que pasar por alto, sino que es un problema que afecta considerablemente a los pequeños y que trastoca de forma preocupante su autoestima. Si esto no se mejora ni se le pone remedio a tiempo, los menores se verán inmersos en un bucle de decadencia moral que aumenta progresivamente y les puede ocasionar graves trastornos psicológicos.

¿El remedio? Un tratamiento médico combinado con el respaldo familiar.

martes, 7 de julio de 2009

Enuresis: Agresividad y depresión, las secuelas más comunes


Como hemos anunciado en uno de nuestros post anteriores, el 70% de los casos de enuresis infantil no están diagnosticados. Es una cifra alarmante, si tenemos en cuenta que afecta a más de 500.000 niños. La tardanza en su tratamiento puede originar a los pequeños graves trastornos, sobre todo psicológicos, que afectan al desarrollo de su carácter y a su vida diaria.

Generalmente, se ha distinguido entre el niño enurético pasivo, con un perfil callado y vulnerable, y el enuréticos agresivo, con un carácter más negativo y competitivo. Pero como suele ser habitual, las generalidades engloban un gran conjunto de personalidades diferentes, con lo que es bastante difícil determinar unas características concretas originadas por esta patología que se multipliquen en todos los casos.

Sin embargo, podemos enumerar una serie de rasgos frecuentes y comunes que aparecen en la personalidad de los niños que sufren de enuresis y que no han recibido un tratamiento adecuado a tiempo.


SECUELAS EN LOS NIÑOS
La enuresis suele provocar que los niños se vuelvan más pasivos, retraídos, y con tendencia a autodesvalorizarse. De no tratarse correctamente la patología, pueden convertirse en personas temerosas, dependientes, y con una gran necesidad de afirmarse ante los demás.

SECUELAS EN LAS NIÑAS
Las niñas se acercan más a la normalidad en su conducta externa, pero manifiestan una gran necesidad de independencia, compartida con la inseguridad y el pavor.

SECUELAS COMUNES EN AMBOS
Tanto niños como niñas suelen tener pesadillas y sufrir una gran ansiedad. Suelen crearse un perfil de niños introvertidos y con tendencias depresivas, violentas o de dependencia.


Como vemos, las consecuencias son lo suficientemente significativas como para no dejarlas pasar por alto y consultarlas con un pediatra si vemos síntomas de alarma en nuestros hijos.




.

lunes, 6 de julio de 2009

Enuresis: ¿Existe un perfil determinado?


Establecer un perfil exacto y que se dé siempre entre los pacientes enuréticos es una tarea complicada. Pero sí que podemos mencionar una serie de causas comunes e iterativas que se han descubierto en todos los casos diagnosticados de enuresis nocturna.


1. Incapacidad de reconocer la necesidad de orinar.

El niño/a todavía no ha aprendido a relacionar el llenado de la vejiga urinaria con la necesidad de ir al baño.

2. Incapacidad de controlar los músculos urinarios.
El control de los esfínteres comienza a partir de los 3 años, pero es frecuente que muchos niños no posean los músculos lo suficientemente fuertes como para ello.

3. Ritmos del sueño alterados.
Si los niños no duermen bien por el día, suelen llegar cansados a la noche, por lo que les resulta difícil despertarse para orinar.

4. Motivos psicológicos.
Ansiedad, estrés e inseguridad suelen generar tensión en el niño provocándole una enuresis. Situaciones tales como discusiones familiares, traslados, incorporaciones a centros educativos, nacimientos de hermanos o hermanas, abusos físicos o sexuales, bulling escolar, etc.

5. Excesiva ingestión de líquidos por la noche.
La enuresis suele ser frecuente si los niños ingieren muchos líquidos pocas horas antes de acostarse.

6. Causas hereditarias. Si los padres también padecieron enuresis, los hijos tienen una gran predisposición a padecerlo.

7. Enfermedades físicas.
Es el factor menos corriente, pero algunas de ellas son la diabetes, el estreñimiento, las enfermedades en los riñones o los gusanos intestinales.

Detectar estas anomalías a tiempo y no restarles la importancia que requieren pueden ahorrarle al niño considerables problemas posteriores que afectarán al desarrollo de su conducta.



viernes, 3 de julio de 2009

Enuresis: ¿El mejor apoyo? Los padres.



La negación de la enuresis por parte de los padres es el mayor problema al que se enfrentan los expertos a esta patología. La mayoría de ellos son más partidarios de justificarla en base a un desarrollo afectivo desestructurado con un conjunto de tópicos, antes de pararse a pensar que quizá el niño pueda estar teniendo un problema real de incontinencia.

Gran parte de los profesionales señalan que los factores que influyen en la aparición de esta enfermedad van desde la edad del niño a los aspectos físicos, pasando por los emocionales: derivados del entorno familiar, social y escolar del niño.

Situaciones traumáticas como, por ejemplo, el divorcio de los padres, los cambios de domicilio o escuela, un ambiente familiar inestable o una mala adaptación en el colegio pueden agravar la enuresis, pero no desencadenarla.

Por el contrario, la enuresis nocturna sí puede originar trastornos psicológicos en el niño. Tengamos en cuenta que suele aparecer a partir de los 5 años y puede llegar a prolongarse hasta la adolescencia, por lo que estamos hablando de una etapa crítica y fundamental para la evolución de su personalidad. La autoestima del niño se ve afectada, y es variable en función del apoyo que reciban. Por eso es esencial una concienciación de los padres con el problema y una actitud positiva para ayudar a sus hijos a poner remedio a la enuresis.

Es muy frecuente que los padres lleguen a desesperarse, obcecándose en que se trata de un problema psicológico o emocional. Esto les lleva a una sobreprotección del pequeño, que se sentirá aún más presionado o coaccionado, y empeorará aún más la situación.

Lo ideal es crear una atmósfera tranquila y receptiva en el hogar, ofrecerle consejos reales para el control de las esfínteres y, sobre todo, ganarse su confianza, para que se sienta seguro y cómodo a la hora de enfrentarse a su problema. La enuresis no es culpa ni del niño ni de los padres, pero es tarea de ambos llegar a superarla.

jueves, 2 de julio de 2009

Enuresis: el 70% de los casos no están diagnosticados

Mucho se ha escrito y poco se conoce acerca de la enuresis infantil. El mojar la cama por las noches es considerado por la mayoría de los padres como un descuido, un suceso puntual o un reclamo de atención por parte de los más pequeños, lo que hace que el 70% de los casos no estén diagnosticados y que escasamente un 20% de los padres acudan al pediatra.
En las Islas Baleares, por ejemplo, el 48,7% de los niños de 5 años sufren enuresis, pero solamente hay tres casos diagnosticados.


En términos generales, según un estudio de la Asociación Española de Familiares y Pacientes con Enuresis (AFYPEN) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria (SEPEAP), sólo un 10% de los niños que la padecen reciben tratamiento. Es un porcentaje escaso, si tenemos en cuenta que estamos hablando de una patología que afecta notoriamente a la autoestima y sociabilidad de los más pequeños en una etapa crucial de sus vidas.

Se empieza hablar de enuresis a partir de los 4 años, cuando el niño se orina durante el sueño más de cuatro veces al mes, sin tener síntomas urológicos diurnos. Un reciente estudio de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria (SPEH) refleja que la enuresis afecta al 11,7% de los niños de 5 años de edad, al 7,4 % de los niños entre 8 y 9 años y al 4,8% a partir de los 10 años.

Como vemos, esta patología afecta en mayor medida a niños y niñas de entre los 5 y los 8 años, por lo que es importante empezar a tratar el problema cuanto antes. En ocasiones, se convierte en un proceso largo, pero con paciencia, constancia y un buen apoyo médico puede solucionarse. Sólo hay que dar dos pasos esenciales: el primero, reconocer el problema; y el segundo, tratarlo con normalidad. La predisposición de los padres a eliminar el tabú favorecerá la actitud de los pequeños a concienciarse y a evolucionar en su tratamiento.

En cuanto a los orígenes de esta patología, si los padres la han padecido es muy probable que el pequeño también la sufra. A su vez, existe un pequeño porcentaje de casos de enuresis relacionados con otros trastornos, como la diabetes, pero el 90% de ellos no están conectados con ningún otro síntoma.


La enuresis en cifras

- El 70% de los casos de enuresis no están diagnosticados.
- Solamente un 20% de los padres lo consulta al pediatra.
- Entre el 15 y el 20% de los niños de 5 años sufren enuresis.
- Afecta el doble a los niños que a las niñas.
- Un 8% de los casos están relacionados con otros problemas de salud, como la diabetes, pero en el 90% de los pacientes la aparición de la enuresis no está relacionada con ninguno otro síntoma.
- Hay un 75% de posibilidades de que el niño sufra enuresis si ambos progenitores la han sufrido, y un 50% si sólo la ha padecido uno de ellos.

miércoles, 1 de julio de 2009

"Mamá, no quiero ir de campamento"

Con la llegada del verano y las vacaciones escolares, la mayoría de los padres buscan en qué invertir el tiempo de sus hijos. Una de las soluciones más recurrentes suelen ser los campamentos de verano, pero los niños con incontinencia infantil suelen rechazar esta idea para evitar situaciones embarazosas. En España todavía no existen campamentos especializados para esta patología, como sí ocurre en otros países como Canadá. Pero con unos sencillos trucos y unas medidas básicas, podemos conseguir que nuestros hijos disfruten con sus amigos de esta experiencia.


DORMIR TRANQUILOS Y SECOS

Para empezar, hay que conocer las instalaciones del campamento. Si dispone de albergue, debemos proporcionarle a nuestro hijo un forro impermeable para proteger la cama. Los hay reutilizables, pero para un campamento la mejor opción son los desechables, para que el niño no tenga que limpiarlos. También podemos diseñarlo nosotros mismos de una forma muy sencilla: nos bastarán unas telas de vinilo para mantel o forros de cortinas de baño cubiertos con franela. Si preferimos, también podemos darle uno o dos pares de juegos adicionales de sábanas.

Si por el contrario, el campamento dispone de zona de acampada, la mejor solución es esconder pañales desechables absorbentes en el saco de dormir. Así, el niño podrá deslizarlo disimuladamente debajo de su pijama sin que sus compañeros lo noten, y tirarlo cómodamente a la mañana siguiente. Además, hoy en día existen pañales exclusivamente diseñados para llevar discretamente debajo del pijama con diseños personalizados para niños y niñas.


COMER PARA AYUDAR

Es aconsejable reducir la toma de bebidas, tales como refrescos o colas, que contengan cafeína, y las bebidas carbonatadas. Es muy probable que, al tratarse de un campamento de niños pequeños, ronden por los comedores como premio para los menores.

También podemos sugerirle a nuestro hijo que evite la sal (la que él pueda controlar), que tome fruta en la merienda en lugar de dulces, y que haga una cena de alimentos sólidos, evitando así sopas o cremas, muy recurrentes en comedores infantiles. Así mismo, recomendarle que reduzca beber líquidos una hora antes de irse a dormir, aproximadamente.


Para quedarnos más tranquilos, sería aconsejable informar a los monitores del campamento de la patología de nuestro hijo, para que estén alerta e intenten también ayudarle. Y lo más importante, reforzar la autoestima del niño haciéndole ver que puede controlar perfectamente la situación.

Recapitulemos:

- Proporcionarle un forro impermeable desechable para proteger la cama.
- O, si preferimos, diseñar uno casero de tela de vinilo para mantel o de cortinas de baño cubiertos con franela.
- Meter en la maleta un par de juegos de sábanas y pijamas.
- Pañales desechables absorbentes para el saco de dormir.
- Evitar la toma de colas, refrescos y bebidas carbonatadas.
- Recomendarle que meriende fruta en lugar de dulces.
- Evitar en las cenas sopas y cremas.
- Reducir la ingesta de líquidos una hora antes de irse a dormir.
- Hablar con los monitores del campamento.
- Hacer ver al niño que es capaz de controlar la situación.