Si nuestro hijo se siente cansado cada mañana, a pesar de haber dormido las horas recomendadas, quizá esté siendo víctima de la apnea. Se denomina así al cese de la respiración durante el sueño que dura 10 segundos o más. Los músculos de la garganta se relajan y obstruyen el paso del aire, provocando unos fuertes ronquidos y una respiración dificultosa, lo que impide entrar en estadios más profundos de sueño, y causa síntomas de adormecimiento durante el día.
El 10% de los niños ronca, y este dato llevó a los expertos a investigar si existía algún tipo de vínculo entre la apnea y la enuresis. Sus estudios demostraron que el 41% de los niños que roncaban también mojaba la cama. La relación de los ronquidos, la apnea y la enuresis se explica porque los niños no descansan mientras duermen y, por tanto, tienen una respuesta de baja excitación que los previene de levantarse cuando sienten que la vejiga está llena.
Por otra parte, un reciente estudio realizado por la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de Nueva Jersey, ha señalado a la enuresis como una de las causas principales de la apnea obstructiva del sueño (AOS). Se ha demostrado que la incontinencia infantil eleva en más de cinco veces la probabilidad de padecer este problema respiratorio nocturno.
El estudio fue realizado a un grupo de 149 niños de entre 5 y 15 años con AOS y a 139 niños sanos. Se contrastaron sus historiales clínicos en términos de edad, género, altura y peso, la frecuencia de la enuresis, la diabetes, las alergias nasales y el agrandamiento de las amígdalas. El equipo encargado de la investigación determinaron una asociación significativa entre la enuresis y la AOS, además de señalar al sobrepeso como otras de las causas
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