viernes, 28 de octubre de 2011

Los celos y la Enuresis


Ya hemos hablado en alguna ocasión de que no es algo tan extraño que nuestros pequeños sufran episodios de regresión, es decir, que vuelvan a hacer cosas que se suponían ya aprendidas. En el caso de la Enuresis, aunque ya sabemos que las causas que la provocan puede ser muy variadas, una de ellas puede ser los celos con sus hermanos.

Los celos son un sentimiento de miedo o ansiedad por ser abandonado o dejado de querer por una persona importante debido a la presencia de otra persona o situación.

En niños en edad escolar, los celos se suelen proyectar hacia los hermanos, sobre todo en el caso de los primogénitos, ya que deben hacer un proceso de adaptación y aceptación de que ahora deben compartir el cariño de sus padres con su hermano y ello no significa que los dejen de querer. Pero los celos también se pueden dar en otros contextos como el colegio o las actividades extraescolares.

Antes de los seis años el niño es muy dependiente de su madre, eso provoca que el nacimiento de un hermanito pueda vivirse como el nacimiento de un competidor del afecto materno, según la personalidad de los niños.

Bien es cierto que cuánta mayor es la diferencia de edad entro los hermanos, tambien es menor el riesgo de que el pequeño sienta celos. Y del mismo modo, los hermanos del mismo sexo son mas propensos a sentirlos, ya que ambos necesitan el mismo tipo de atención.

Toda esta situación provoca en el niño situaciones de estrés y nerviosismo que pueden ser perjudiciales si sufren de Enuresis, por eso os trasladamos algunas ideas que os pueden ayudar:

• Hay que reconocer el sentimiento celoso como algo natural y no darle mayor importancia.

• Ser tolerante con las regresiones.

• Hablar con ellos y darles la oportunidad de expresar su malestar.

• Transmitir en todo momento que la llegada del hermanito no ha cambiado el amor que los padres sienten por él.

• El contacto con niños de su misma edad también nos puede ayudar.

• Hacer participes al niño en las tareas de cuidado y responsabilidad de su hermano pequeño. Hacer que jueguen, que ayuden a cambiarlo, darle de comer, etc.

Faull, J. (2008). Algunos buenos consejos... Ser Padres. Madrid: Pearson.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La vuelta al cole es más fácil si es entre todos.


Ya estamos inmersos en la vuelta al cole y tenemos que intentar que el regreso a la rutina sea gradual y no provoque un trauma en nuestros hijos. Sobre todo si nuestro pequeño tiene problemas de incontinencia. No olvidemos que retomar la rutina de la época escolar y de las actividades que se realizan durante el resto del año, es un cambio drástico que puede provocar ansiedad, depresión y cansancio.

Por eso queremos ofreceros algunas pautas de cómo hacer que la vuelta al cole no sea un castigo:

- Restablezcamos los horarios: Esto hay que hacerlo de la manera más natural posible. Para empezar, es conveniente que la hora de ir a dormir sea una hora prudente. Para que esto sea más fácil lo ideal es empezar a levantar a nuestros hijos más temprano para que por la noche duerman bien.

- Hay que adecuar los horarios de las comidas, que deberán ser lo más parecidos a los que tendrán cuando vuelvan a la escuela. Todo es cuestión de organización.

- Otra buena alternativa es ponerlos a realizar actividades extraescolares, pero siempre con moderación, sin sobrecargarlos. No olvidéis que una misma actividad puede resultar liviana para un niño y un gran peso para otro. Por eso, hay que identificar los deseos, aficiones o expectativas de nuestros niños.

- Busquemos espacios para conversar sobre el inicio de la temporada escolar. Si sospechamos que algo le preocupa en exceso a nuestro hijo, intentemos aproximarnos a él. Ser cálidos y escuchar sin reproches y sin juzgar a nuestros hijos es fundamental para que ellos puedan abrirse y contarnos con libertad si se han peleado con algún amigo, si la profesora le ha reñido, si tiene miedo de algo o de alguien.

- Haz que dibuje el colegio y fíjate si en el dibujo él aparece pequeño o grande, si está en una esquina o a un lado, quién está a su lado. Que pinte también los baños, el recreo… muchas veces los niños reflejan sus ansiedades en sus pinturas o en sus historias.

Recuerda que ellos necesitan de nuestro apoyo y nosotros de ellos para seguir aprendiendo y creciendo como padres.

jueves, 25 de agosto de 2011

Aún queda verano, aprovéchalo con tu hijo


Todavía nos quedan semanas de verano por delante y eso significa que podemos aprovechar estos últimos días para establecer una relación aún más cercana con nuestros hijos, sobre todo, teniendo en cuenta la proximidad de la vuelta al cole. Recordad que nuestros hijos que sufren de enuresis suelen tener problemas de adaptabilidad en el colegio debido a la baja autoestima, por lo tanto, en estas vacaciones podemos ayudarlos a mejorar su confianza.

Por eso hemos decidido ofreceros algunas claves de cómo sacarle partido a estas últimas semanas de verano.

1. Actividad física. Esta es una increíble oportunidad para que no sólo nuestros hijos hagan deporte, sino que también nosotros lo hagamos con ellos. El deporte es una de las mejores maneras para mejorar la autoestima y sentirnos bien con nosotros mismos.
2. Otra gran oportunidad que nos ofrece el verano es que podemos escucharles cálida y activamente y, sobre todo, sin distracciones. Brindarles lo que todo hijo anhela: una aceptación incondicional.
3. Como padres, al encontrarnos sin la responsabilidad laboral, estamos más relajados y podemos entrenarnos en darles a nuestros hijos una respuesta positiva, evitando las reprimendas innecesarias.
4. Las vacaciones nos permiten trabajar en paralelo el espacio de autonomía y libertad sin olvidarnos de los límites y manteniendo una línea de respeto. Así como delegarles ciertas responsabilidades confiando en ellos.

Y para todo esto es imprescindible: ¡relajarse y proponérselo!

viernes, 22 de julio de 2011

Consejos para disfrutar del verano.


Ya estamos inmersos en un nuevo verano, y ya somos muchos los que están a punto de irse de vacaciones. Algo que para las personas que sufren incontinencia urinaria supone un desafío que amenaza su actividad diaria, y más aún en los niños. Desde el Observatorio Nacional de Incontinencia (ONI) se ofrecen consejos para evitar que esto sea así:

1. Incluir en su maleta absorbentes específicos para la incontinencia, tales como protectores de colchón, ropa interior desechable…

2. Al contrario de lo que pensamos, no es bueno reducir la ingesta de líquidos en verano. Hay que mantener a los pequeños hidratados para combatir las altas temperaturas, aunque lo que sí que podemos es disminuir la cantidad en las horas próximas al sueño.

3. Sustituir las comidas copiosa o rápidas del verano, como hamburguesas o pizzas, por otras ligeras y equilibradas que incluyan alimentos ricos en fibra.

4. Dar largos paseos y realizar ejercicio físico suave, evitando los esfuerzos violentos.

5. Utilizar ropa ligera y cómoda.


El verano es una época en la que los niños han de disfrutar al máximo, y nadie ni nada debe impedírselo, ni siquiera la enuresis. Un poco de paciencia, voluntad y estos consejos, y haremos que estas fechas sean inolvidables para los más pequeños.

lunes, 18 de julio de 2011

Convivir con la enuresis en los campamentos de Verano


Con la llegada del verano y las vacaciones escolares, la mayoría de los padres buscan en qué invertir el tiempo de sus hijos. Una de las soluciones más recurrentes suelen ser los campamentos de verano, pero los niños con incontinencia infantil suelen rechazar esta idea para evitar situaciones embarazosas. En España todavía no existen campamentos especializados para esta patología, como sí ocurre en otros países como Canadá. Pero con unos sencillos trucos y unas medidas básicas, podemos conseguir que nuestros hijos disfruten con sus amigos de esta experiencia.

DORMIR TRANQUILOS Y SECOS

Para empezar, hay que conocer las instalaciones del campamento. Si dispone de albergue, debemos proporcionarle a nuestro hijo un forro impermeable para proteger la cama. Los hay reutilizables, pero para un campamento la mejor opción son los desechables, para que el niño no tenga que limpiarlos. También podemos diseñarlo nosotros mismos de una forma muy sencilla: nos bastarán unas telas de vinilo para mantel o forros de cortinas de baño cubiertos con franela. Si preferimos, también podemos darle uno o dos pares de juegos adicionales de sábanas.

Si por el contrario, el campamento dispone de zona de acampada, la mejor solución es esconder pañales desechables absorbentes en el saco de dormir. Así, el niño podrá deslizarlo disimuladamente debajo de su pijama sin que sus compañeros lo noten, y tirarlo cómodamente a la mañana siguiente. Además, hoy en día existen pañales exclusivamente diseñados para llevar discretamente debajo del pijama con diseños personalizados para niños y niñas.

COMER PARA AYUDAR

Es aconsejable reducir la toma de bebidas, tales como refrescos o colas, que contengan cafeína, y las bebidas carbonatadas. Es muy probable que, al tratarse de un campamento de niños pequeños, ronden por los comedores como premio para los menores.

También podemos sugerirle a nuestro hijo que evite la sal (la que él pueda controlar), que tome fruta en la merienda en lugar de dulces, y que haga una cena de alimentos sólidos, evitando así sopas o cremas, muy recurrentes en comedores infantiles. Así mismo, recomendarle que reduzca beber líquidos una hora antes de irse a dormir, aproximadamente.

Para quedarnos más tranquilos, sería aconsejable informar a los monitores del campamento de la patología de nuestro hijo, para que estén alerta e intenten también ayudarle. Y lo más importante, reforzar la autoestima del niño haciéndole ver que puede controlar perfectamente la situación.

Recapitulemos:

- Proporcionarle un forro impermeable desechable para proteger la cama.
- O, si preferimos, diseñar uno casero de tela de vinilo para mantel o de cortinas de baño cubiertos con franela.
- Meter en la maleta un par de juegos de sábanas y pijamas.
- Pañales desechables absorbentes para el saco de dormir.
- Evitar la toma de colas, refrescos y bebidas carbonatadas.
- Recomendarle que meriende fruta en lugar de dulces.
- Evitar en las cenas sopas y cremas.
- Reducir la ingesta de líquidos una hora antes de irse a dormir.
- Hablar con los monitores del campamento.
- Hacer ver al niño que es capaz de controlar la situación.

jueves, 9 de junio de 2011

Enuresis. Un resumen


Enfrentarse al problema con naturalidad, paciencia y comprensión.

El tratamiento de la enuresis requiere un enfoque adecuado por parte de los padres y familiares del niño que presenta este trastorno. No resulta conveniente los castigos o las amenazas ya que acrecienta la tensión y empeora el problema. El tratamiento adecuado requiere apoyo y paciencia por parte de los padres o hermanos mayores para afrontarlo con delicadeza, ayudando a la persona que lo padece a resolverlo con naturalidad sin que le suponga trauma alguno.Igualmente tampoco resulta conveniente la alabanza cuando la persona afectada se levanta sin mojar la cama. Alabar la contención es otra manera de darle importancia al tema y el niño puede sentirse agobiado por ello. Lo mejor es actuar con naturalidad, cambiando las sábanas o el pijama mojado sin darle la más mínima importancia. Una manera de conseguir que el pequeño no se sienta tan culpable es hacer que participe en las faenas de cambio de la ropa de la cama o de su pijama. Para ello se le proporcionan sábanas y pijamas secos que el puede cambiarse personalmente en caso de que se de cuenta que ha mojado la cama.

Muchas veces, especialmente en los casos de enuresis secundaria, los niños mojan la cama porque se sienten emocionalmente inestables. Algún problema en la escuela, la familia, los amigos, etc puede proporcionarles un estado de ansiedad o estrés que es responsable de la enuresis. Hablar con los hijos sobre sus problemas, intentar comprender porque se sienten mal o ver si hay alguna cosa que les preocupa puede ayudar a mejorar su situación personal y solucionar o mejorar el trastorno.

La adquisición de hábitos es muy importante, como la práctica de ir al lavabo a horas fijas durante el día aunque la persona afectada no sienta necesidad. Resulta también útil que los padres se acostumbren a obligar al niño o la niña a que vaya a orinar obligatoriamente antes de irse a la cama. Igualmente, deberían despertar a los infantes antes de que los padres se vayan a dormir para que los niños o las niñas se acostumbren personalmente a levantarse a orinar. No resulta útil que los padres lleven a sus hijos en brazos hasta el lavabo porque, de esta manera, orinan semiconscientes y no se acostumbran al hábito de hacerlo voluntariamente. Durante el día pueden realizarse una serie de ejercicios para el aprendizaje del control del esfínter de la uretra o el fortalecimiento de la vejiga urinaria. Entre todos podemos mencionar los siguientes: -

Técnica de la retención: Consiste en hacer que la persona vaya el mayor numero posible de veces al lavabo y, al mismo tiempo, que sea capaza de aguantar la orina cuando siente la necesidad el mayor tiempo posible. Esto puede practicarlo el niño o la niña durante el día. Para ello se debe incrementar la ingestión de bebidas o proporcionarle tisanas que aumenten el volumen de líquido en la vejiga

Técnica de control de los esfínteres: La técnica consiste en detener el chorro de orina sin terminar de expulsarlo todo tantas veces como se pueda. Mediante la acción de parar-continuar conseguimos que los esfínteres se fortalezcan.

De esta manera, poco a poco, consigue crear unos hábitos que facilitan la contención. En numerosas ocasiones se ha comprobado como el problema llega a solucionarse al cabo de un par de meses de utilización.

Fuente: Botanical

viernes, 3 de junio de 2011

Epilepsia y Enuresis


Además de losproblemas psicológicos que acarrea la enuresis, también la incontinencia infantil puede venir asociada a distintos trastornos, entre ellos, la epilepsia:

¿Qué es la Epilepsia?

Es un trastorno cerebral que se caracteriza por convulsiones recurrentes de algún tipo. La epilepsia es un término que indica cualquier trastorno caracterizado por convulsiones recurrentes y una convulsión es un trastorno pasajero que afecta la función cerebral y está dado por una descarga neuronalparoxística anormal.
Es un padecimiento común y se conoce desde la antigüedad.
El 1,5 al 5,0% de la población puede presentar una convulsión en su vida. La epilepsia puede afectar a personas de cualquier edad.

¿Qué la provoca?

Los ataques epilépticos son episodios que alteran la función cerebral y producen cambios en la atención o el comportamiento y están dadas por una excitación eléctrica anómala del cerebro.

La epilepsia en ocasiones, se relaciona con una condición temporal, como exposición a drogas, supresión de algunos medicamentos o niveles anormales de sodio o glucosa en la sangre. Este tipo de ataques es posible que no se repitan una vez que se corrige el problema subyacente.

En otros casos la epilepsia es secundaria a una lesión cerebral (apoplejía o lesión en la cabeza) lo que provoca que el cerebro se vuelva excitable de manera anormal.
En algunos pacientes la anomalía es hereditaria, lo que afecta las neuronas del cerebro y conduce a las convulsiones. En algunos casos no es posible identificar la causa.

Otras enfermedades a las que puede asociarse la enuresis o incontinencia infantil nocturna:

— Infección urinaria / cistitis
— Malformaciones nefrourológicas
— Insuficiencia renal
— Ciertos tipos de Diabetes
— Afecciones del sistema nervioso central
— Problemas neurológicos lumbo-sacros

Hacerse pis no es un problema que haya dejar correr… Pero nuestra intención no es “alarmar” sino que no se simplifique a términos de “ya pasará/ el niño no quiere” etc., sino que se aconseja acudir a un médico especialista para aclarar que no hay relación directa con alguna de estos trastornos o poner en marcha el tratamiento que ellos consideren adecuados.

Fuente: Universidad de Barcelona. Anuario de Psicología y Entornomédico.org

martes, 31 de mayo de 2011

La adaptación a la escuela y la Enuresis

Nuestra capacidad de adaptación a las nuevas situaciones no se puede comparar con la capacidad de un niño al enfrentarse con personas y lugares distintos. Los cambios no suelen ser aceptados de buena forma por los pequeños que se han acostumbrado a hacerlo siempre de una misma forma y a que todo transcurra de una determinada manera.

En la primera infancia, todo es nuevo para ellos. Y sólo nosotros, los padres, podemos ayudarles con el apoyo y la comprensión. Y más aun si nuestro pequeño sufre de enuresis al ser un tema muy sensible y que puede verse afectado por estos cambios.

La integración del niño a una escuela ha de ser poco a poco, sin prisas ni agobios. Es muy importante respetar el tiempo y lo que cada niño necesite, para evitar males mayores.

Te ofrecemos unos consejos para la adaptación de nuestro pequeño a la escuela se haga de forma positiva:

- Al principio, lleve al niño solo por algunas horas y poco a poco va aumentando el horario. Cada niño necesita de su tiempo.

- Deje que el niño lleve, se así lo desea, su juguete preferido, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.

- No prolongue las despedidas en exceso. Hay que pasar seguridad al niño de que lo que estás haciendo es lo mejor para él.

- Al salir de la guardería deberías dedicarle más tiempo al niño, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la guardería. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.

- Es conveniente que la madre o el padre vaya a llevarle y a buscarle. Eso le proporcionará seguridad. Y se acostumbrará antes al cambio.

- Siempre que lo consideres necesario habla con la profesora sobre sus dudas, sus inquietudes y sobre algún cambio observado en el niño.

- Busque estar informada sobre las actividades que están desarrollando en clase: fichas, canciones nuevas, estaciones del año, etc, para entender y potenciar sus adquisiciones.

- Los aspectos de la evolución del niño deben ser coordinados con las educadoras Tales como la retirada del pañal, del chupete y por supuesto, en el caso que nos ocupa, de que nuestro pequeño sufre enuresis.

- Procura tener en cuenta qué es lo que come cada día en la guardería para poder ofrecerle una dieta mas equilibrada.

- Nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la guardería.

Fuente: Guia Infantil

viernes, 27 de mayo de 2011

Juega con tu hijo para la Enuresis


Para empezar a tratar la enuresis tenemos que comenzar por reconocer que nos llevará tiempo y que requerirá de nosotros, los padres, mucha paciencia y optimismo y, de nuestros hijos mucho esfuerzo y confianza.

Pero como todo en la vida, a los problemas también hay que buscarles el lado positivo. En este caso, se trata de la posibilidad de compartir actividades con nuestros hijos con la satisfacción intrínseca de que ambos, padres e hijos, vamos hacia un objetivo común.

Esto no necesariamente tiene que ser un camino complicado. Podemos hacerlo "jugando". Existe un conjunto de actividades que podemos compartir con nuestros hijos en casa y que nos ayudaran a educar los esfínteres del pequeño de una manera divertida. Aquí te presentamos unos ejercicios contra la enuresis que los puedes llevar a cabo a modo de juego:

1º Juguemos a "aguantar": Es una práctica que permite a nuestro pequeño involucrarse a través del control de las bebidas y de la micción cuando está despierto. ¿Cómo lo hacemos? Buscaremos que nuestro hijo ingiera una mayor cantidad de líquido al día, como agua, zumos, etc. Y, cuando tenga ganas de ir al baño, le animaremos a que se contenga. Al principio será suficiente con que sean unos pocos segundos, para ir aumentándolos de forma gradual y progresiva.

2º "El juego de cortar": Hay otro ejercicio que se recomienda para fortalecer los músculos implicados en la micción que se conoce como ejercicio de entrenamiento vesical y que consiste en ir cortando el flujo mientras el pequeño está orinando. Se sugiere empezar a hacerlo cuando ya esté terminando, porque la presión de la vejiga es menor. Progresivamente se irá adelantando el momento hasta que nuestro pequeño sea capaz de cortar casi al empezar, durante 5 segundos, y durante 2 ocasiones más, antes de vaciar la vejiga por completo.

3º "El juego del calendario": A partir de estas actividades se puede establecer un calendario que se encargarán de llenar nuestros hijos con la cantidad de veces que orinan durante el día. Como mencionamos en días anteriores, los padres pueden hacer una especie de calendario paralelo con sus propias tareas para que el pequeño no sienta que se le controla en exceso, sino que se trata de un trabajo en “equipo”.

4º "El juego de cambiarse ": Sin pensar que se trata de un castigo, sino de una responsabilidad, es recomendable que se acostumbre a los pequeños a cambiar sus sábanas y pijama mojados, ponerse una muda limpia y trasladarlo todo al cesto de la ropa sucia. Este es un ejercicio que para muchos contribuirá a que asuma que es un problema que tiene que superar.
La clave para que estas actividades den los resultados esperados es proponerlo como un juego divertido y no como una obligación. Recordad que los pensamientos y la actitud positiva siempre son y serán importantes.

martes, 24 de mayo de 2011

Tratamiento de la Enuresis: Cuanto antes mejor


Cuanto antes se detecte la enuresis y se tenga un diagnostico preciso del problema, mejor para el niño y su familia. Cuánto mayor sea el niño, más difícil y duradero será el tratamiento, aunque normalmente se suele concluir positivamente.

No existe un único tratamiento de la enuresis, ya que se trata de un trastorno multifactorial. Salvo las medidas generales de actuación, no conviene instaurar ningún tratamiento antes de los 6 o 7 años, y en cualquier caso, hay que tener en cuenta cuál es la actitud, tanto de los padres como del niño, ante este trastorno.

Tratamiento de la enuresis según la edad del niño

La respuesta del niño es variable según la edad que tenga. Al principio, no le importará hacerse pis en la cama. Después empieza a preocuparse, en parte debido a la ansiedad y la preocupación que muestran sus padres. O por el contrario, puede reaccionar de forma transgresora para llamar la atención o imponer sus criterios.

Cuando el niño tiene más edad es más fácil que se acabe desanimando al ver que no mejora y sobre todo, al percatarse de que la enuresis le condiciona sus salidas y, consecuentemente, su vida social. Se sentirá desanimado e impedido, en algunas ocasiones, de ir de excursión, dormir en la casa de un amigo o invitarlo a dormir a su casa, ir a un campamento de verano, etc. Puede llegar a avergonzarse cuando está con otros niños y a caer en una baja autoestima. Todo eso puede llevar al niño a desarrollar problemas emocionales como la ansiedad y la depresión. El niño suele pedir la colaboración de sus padres y hermanos para que mantengan su problema en secreto.

Si el tratamiento resulta efectivo, es decir, avanza positivamente, los niños suelen tomar enseguida una actitud de compromiso y satisfacción ante los resultados. Se debe fomentar una actitud de reconocimiento ante los pequeños éxitos.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cómo crear un ambiente familiar favorable con un niño hiperactivo


Hace algún tiempo hablamos de los niños hiperactivos y os dábamos algunos datos y apuntes para reconocer si nuestro hijo padece este trastorno.

Hoy os queremos dar unas pautas para poder crear un ambiente familiar favorable cuando tenemos en casa a un niño hiperactivo, ya que, cómo sabemos puede ser una de las múltiples causas de la enuresis. El papel de los padres resulta imprescindible para la recuperación del niño hiperactivo. Los padres representan la fuente de seguridad, los modelos a seguir, el reflejo de lo que los hijos sienten que son, la base fundamental sobre la que construyen su propia escala de valores y el concepto de disciplina y autoridad. De los padres depende en gran medida, la mejor o peor evolución de la sintomatología que presenta el niño hiperactivo.

Lograr un ambiente familiar estructurado es una de las condiciones más difíciles de conseguir. La familia de un niño hiperactivo necesita una organización y una estructuración muy clara, sin embargo, algunos aspectos relacionados con la propia enfermedad neurológica que tiene el niño, dificultan que sea así:

1. Adulto hiperactivo. En algunas ocasiones, esta enfermedad es hereditaria y por lo menos uno de los padres es un adulto hiperactivo, al que a su vez le cuesta organizarse, ser ordenado y no alterarse.
2. Ansiedad. Los padres suelen mostrar mucha ansiedad ante las dificultades con las que se encuentra su hijo.
3. Expectativas. En ocasiones las expectativas no son las adecuadas para el niño. Se le exige mucho en unos aspectos y se le sobreprotege en otros.
4. Límites educativos. El niño hiperactivo es más difícil de llevar si no se marcan unos límites educativos claros y consistentes.
5. Tiempos concretos. Los padres ponen frecuentemente un límite a las malas costumbres (le llaman a bañarse y si no viene, le obligan a hacerlo), pero no en el momento adecuado (le llaman 10 veces antes de ir a por él), lo que provoca que apliquen los límites, cuando ya están hartos, en momentos de descontrol emocional.
6. Mala conducta. Muchos padres no pueden preveer situaciones de alto riesgo, por lo que no pueden evitar el mal comportamiento de sus hijos.

Educa.madrid.org

martes, 17 de mayo de 2011

Los niños y la separación de los padres


Aunque el número de divorcios y separaciones ha disminuido en los últimos años, algunos creen que debido a la crisis económica, este hecho puede tener consecuencias negativas. Del mismo modo que la separación de los padres puede afectar al comportamiento de nuestro hijo, sobre todo si este tiene alguna enfermedad como la enuresis, el hecho de que los padres que ya “no se quieren” vivan juntos puede ser contraproducente. Por ello, en ocasiones, es mejor que la pareja se separe, a que continúe viviendo situaciones conflictivas de convivencia, que afecten negativamente a sus hijos. Este podría ser el caso de los niños que están viviendo situaciones adversas, por ejemplo, de constantes peleas, discusiones, etc. Si el ejemplo de su padre y/o madre no es el más adecuado, seguramente será más beneficioso para ellos que sus padres se separen.

Está comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos, que cuando deciden vivir separados. Los niños quieren sentir que sus padres son felices. Es importante considerar que, al tomar la decisión de separarse, se analice primero la relación con los hijos, los cambios que éstos pueden sufrir y, sobre todo, que su decisión no afecte ni comprometa a las necesidades básicas de los niños. Los hijos en común continuarán necesitando de cariño, cuidados, atención, apoyo y comprensión.

Aunque separados, la pareja jamás dejará de ser padres para sus hijos. No se puede olvidar que los niños tienen derechos y necesidades básicas como la alimentación, el alojamiento, el cuidado de su salud, la educación y el vestir. Cumplir con las necesidades básicas de manutención para los niños es fundamental para su desarrollo. Por otra parte, los niños sólo se sentirán seguros si existe un clima de confianza, respeto y afecto entre sus padres. Considerando estos derechos de los niños, los padres deberían ofrecer una educación basada en valores como el optimismo, la responsabilidad y la familia, brindando a sus hijos una convivencia civilizada, integradora y social.
Al mismo tiempo, los padres separadados, cada uno desde su sitio, deben seguir observando el comportamiento de sus hijos y facilitarles su compañía, no solo durante las visitas establecidas.

jueves, 12 de mayo de 2011

Cómo conseguir que los niños coman de todo.


La nutrición de nuestros hijos es uno de los temas que más nos preocupan a los padres porque está directamente relacionada con el desarrollo y el crecimiento de los niños. Y como ya hemos comentado, unos buenos hábitos de alimentación nos puede ayudar a controlar y remediar temas como la enuresis. Una alimentación sana y equilibrada es fundamental, pero ¿cómo conseguir que los niños coman bien y que coman de todo?

Desde que son pequeños, debemos ir introduciendo todo tipo de comidas en su alimentación y no esperar que los niños descubran qué es la fruta y la verdura en el comedor del colegio, mejor si lo han comido en casa. Según van creciendo, debemos intentar ir triturándoles menos las comidas e intentar no disfrazar los alimentos. Una cosa es que una determinada comida se prepare, se haga un guiso o acompañemos las espinacas con bechamel, y otra no decirles a los niños que aquí hay espinacas o triturarlas tanto que no se den cuenta. Hay que normalizar el hábito de comer de todo e ir introduciendo comidas sanas y saludables con frutas y verduras, que es lo que más le cuesta a los niños desde bien pequeños. Y si los niños ven que lo hacemos con absoluta normalidad, se acostumbran de manera natural.

Respecto a camuflar las verduras, hay que distinguir dos temas: el guiso que puede ir acompañado como judías con jamón, o disfrazar la comida.
El niño tiene que saber a que saben las judías, y tiene que saber qué es y cómo es la verdura, pero eso no implica que siempre tengan que comerse al vapor sin echarles aceite o jamón. Entre disfrazar la comida y no hacer un guiso un poco más elaborado, que esté más rico, debemos establecer un punto intermedio. El niño tiene que conocer el sabor, la procedencia y el color de la verdura, pero no por eso tenemos que ser especialmente puristas y no dejarles comer platos con verduras que pueden estar exquisitos como las judías con jamón.

Una pregunta muy recurrente a este respecto es: ¿Por qué el color verde de las verduras produce rechazo en los niños? El problema aparece cuando hemos estado camuflando las verduras, para que no se notara y no viera el color verde, y de repente lo ve un día y no se lo quiere comer. Si normalizamos la ingesta de verduras desde bien pequeñitos y ven su color de forma natural, la aceptación será mejor y más fácil. Para los padres con hijos más mayores y que no pueden dar marcha atrás, es aconsejable intentar presentar poco a poco cada vez más platos de verduras con menos disfraces. Se trata de cocinarlas o guisarlas, pero sin que pierdan identidad. Es importante no mentir diciendo que el plato no lleva verdura, sino nombrar lo que lleva cada plato, porque los niños tienen que conocerlo para aceptarlo.

martes, 10 de mayo de 2011

Los problemas de aprendizaje y la Enuresis


La enuresis causa un sentimiento de ridículo y baja autoestima en el niño que puede traer como consecuencia trastornos psico-afectivos y desórdenes psíquicos.

En niños de entre 8 y 16 años, mojar la cama se considera como el tercer acontecimiento más traumático después del divorcio o las peleas entre sus progenitores.Consideran esta experiencia mucho peor que ser objeto de bromas o ser excluido.

Cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su comportamiento. Los padres deben estar atentos y observar las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:

Lectura (visión)
El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.

Escritura
Invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene un pensamiento poco organizado y una postura pobre.

Matemáticas
El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos.

Los niños enuréticos manifiestan un deterioro anímico notable en comparación con otros niños. Si los escapes involuntarios de pis no se controlan a tiempo, los pequeños pueden entrar en un ciclo de decaimiento y tristeza que puede ir en aumento, y conllevar secuelas psicológicas, como la agresividad y la depresión. Por ello, el temprano tratamiento en niños pequeños es aconsejable para prevenir alteraciones psicológicas futuras.

Fuente: Guía Infantil.

viernes, 6 de mayo de 2011

Los hermanos, no todo es negativo


Como ya hemos hablado en alguna ocasión, la enuresis no tiene solo una causa, si no que suele ser el resultado de un conjunto de factores que pueden afectar a los pequeños. Uno de esos factores, del que ya hemos hablado, es la llegado de un nuevo miembro a la familia, esto es un hermanito. En esta ocasión queremos hablar de los aspecto positivos y a tener en cuenta en las relaciones entre hermanos.

Probablemente dos hermanos que no se llevan mucha diferencia de edad compartirán sus juegos y sus confabulaciones frente a la autoridad paterna, pero también peleas y enfados. No es lo mismo ser hijo único, pertenecer a una familia numerosa, tener un hermano mayor o recibir uno más pequeño de forma inesperada.

Los hermanos entre los que hay poca diferencia de edad discuten y se pelean a menudo, pero también se hacen cómplices ante la autoridad paterna. A pesar de estas variaciones, los especialistas defienden que las relaciones entre hermanos contribuyen en general a desarrollar la empatía o comprensión del estado emocional de los demás, es decir, ayudan a que el niño sepa ponerse en la piel del otro y adquiera una conducta más social.

Esto se debe a que los hermanos:

• Experimentan las mismas emcoiones ya que comparten padres y situaciones familiares.

• Se enseñan a compartir y a ser más receptivos a las necesidades del otro ante las presiones de los padres, que les obligan a dirimir sus difrenecias y a ceder.

• Aprenden por observación del otro.

• Se acostumbran a una dependencia mutua y a una continua interacción.

Aún así, no hay ninguna posición más o menos favorable. Cualquier lugar que se ocupe entre los hermanos tiene ventajas o inconvenientes. Veamos no obstante, algunas características generales y típicas:

• El primogénito. En él se depositan todas las expectativas e ilusiones de sus padres. También en él se aglutinan las inseguridades y temores e inexperiencias. Ha sido único por un tiempo y recibe con la llegada del hermano un duro golpe a su soberanía. Suele ser el modelo y posee cierta autoridad pero también sufre una gran sensación de responsabilidad.

• El mediano. Puede que sea ésta la posición más difícil. A veces es demasiado mayor para estar con los pequeños y demasiado pequeño para estar con los mayores. Simultáneamente se juzga con arbitrariedad su madurez: a veces es mayor, a veces es pequeño. Sin embargo suele gozar de un éxito social y soltura que no tendrá su hermano mayor.

• El benjamín. Suele tener dependencia respecto a sus hermanos y con ello será más difícil alcanzar independencia y autonomía. Pueden achacarse a esta posición la inseguridad, testarudez e inestabilidad.

• El hijo único Es depositario de la dedicación a tiempo completo de sus padres, de su cariño y protección. Ello puede suponer que sea caprichoso o egoísta. Aunque pudiéramos pensar que no tienen celos, no es así. Sufren por el temor a perder el amor de sus padres, de molestarles, etc. pueden sufrir celos de un amiguito.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La hora del baño, una ayuda para no mojar la cama.


Cómo ya hemos comentado en alguna ocasión, una buena técnica para que nuestro pequeño no se despierte por la noche y moje la cama, es conseguir que nuestro hijo se vaya a la cama lo más relajado posible para que el sueño sea placentero. Para ello, una de las mejores técnicas es darle un baño.

Sin embargo, en ocasiones a los niños les cuesta habituarse a las rutinas de higiene y rechazan la hora del baño aún cuando por su edad ya es de esperar que tengan adquirido este hábito.

Hay varios aspectos que conviene tener en cuenta para que la hora del baño se convierta en un hábito deseado por el niño, además de necesario y lo acepte como parte de la rutina de higiene diaria:

• El ambiente externo debe ser seguro y organizado. El niño debe contar con sus propios artículos (toalla, champú, juguetes, etc.) y estos tienen que estar a su alcance en el momento adecuado.
• Es necesario que los padres describan en términos claros y sencillos que hacer durante el momento de la ducha.
• Establecer un horario y una rutina de aseo, así como hacer partícipe al niño del proceso interactivo de la limpieza personal.
• La corrección en la higiene debe ser en términos positivos enseñando la manera correcta de hacer las cosas y de ninguna manera con críticas.

Mediante los hábitos de higiene y la ducha, el niño conoce su cuerpo y aprende a tener cuidado de él de una manera cómoda y fácil. En niños en edad escolar, los sistemas de puntos con recompensas suelen ayudar a adquirir hábitos para la hora del baño.

Es conveniente ir dando pasos firmes poco a poco, sin desanimarse y con paciencia. Resulta positivo elogiar de manera verbal y no verbal sus avances, convencidos de que estamos haciendo lo mejor para los niños. En ocasiones es conveniente animarlos con pequeños premios o privilegios que les motiven.

Los padres deben transmitir una actitud de confianza y seguridad en lo que le enseñan al niño y en que el lo puede hacer también. Si aún así no funciona, hay que ser creativos y buscar otros sistemas.

jueves, 28 de abril de 2011

La empatía para hacer frente a la Enuresis


Desde que nacemos tenemos empatía, pero ésta se va refinando a medida que vamos creciendo. Cuando el niño descubre y entiende nuevas emociones, su empatía se desarrolla en distintos contextos.

Durante la preadolescencia, la empatía se experimentará ante la comprensión de las emociones de los demás y las situaciones que estén viviendo. Así, aunque el interlocutor esté aparentemente contento, el niño empatizará con él si sabe que está enfermo o viviendo el divorcio de sus padres.

Para que tu hijo entienda a los demás, es necesario que primero sienta que los demás le entienden. Es importante evitar trivializar lo que nos cuenta y entender que para él es significativo. Sobre todo si se trata de temas como la enuresis que pueden afectar a muchos planos de su vida.

El niño está en constante interacción con los demás. Por lo que es necesario que sea capaz de atenderlos poniéndose en su piel, de cara a conseguir una buena comunicación.

Para ello conviene seguir estos pasos:

1. Conversa con él: cuéntale tus anécdotas, sentimientos, emociones, pensamientos y reacciones vividas en distintos momentos, luego pídele que te cuente él lo que quiera. Pregúntale cómo se sintió en esa situación y cómo se sintieron los implicados.

2. El día a día: habla con tu hijo de lo que has visto en la calle, en la televisión o sobre lo que hayas leído en un libro. Analiza la situación con él, de cara a pensar posibles emociones y reacciones desencadenantes de lo que podría haber pasado.

3. Reflexiona con él: cuando tenga reacciones o actitudes inadecuadas reflexiona con él sobre cómo se siente o sobre cómo se sentiría si la situación fuera distinta y haz que vea que en sus actos debe tener en cuenta cómo se siente la otra persona.

martes, 26 de abril de 2011

Ayudamos a motivar a nuestros hijos.


Los padres muchas veces encontramos dificultades "colaterales" cuando tenemos un hijo que ha llegado a la adolescencia y sufre de enuresis. Además del problema de la incontinencia, tenemos que lidiar con la rebeldía, la inseguridad y los temores propios de los adolescentes. Todo un desafío para nosotros como padres y al mismo tiempo una gran oportunidad para acercarnos más a nuestros hijos.

Como bien menciona nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, en lugar de hablar siempre en negativo, con castigos o prohibiciones, los padres debemos intentar hablar en positivo, con promesas, premios o recompensas cuando las cosas se hagan bien o cuando el esfuerzo sea manifiesto. "La educación en positivo suele dar mejores frutos, mientras que el castigo tras castigo va a hacer que el chico responda con más trasgresión y que al final el verdadero castigo sea una convivencia familiar rota".

Los padres somos la mayor fuente de motivación para nuestro hijo.

¿Cómo podemos ayudarle?

1.Usar frases positivas cuando hablemos de nuestro hijo, en especial cuando haya otras personas delante.

2.Evitar corregirle constantemente. Si lo hacemos, nuestro hijo se desmotivará con facilidad. Es importante poner énfasis en el esfuerzo que ha realizado.

3."Estoy orgulloso de ti": mostrarle nuestra satisfacción le motivará a seguir adelante.

4.Pidámosle cosas que pueda hacer: conocemos sus habilidades y limitaciones, por lo que no debemos pedirle más de lo que sea capaz de hacer. Una buena estrategia es marcarle pequeños retos que estén a su alcance.

5.Potenciemos sus habilidades: favoreceremos su rendimiento en las actividades haciendo que se motive.

6.Evitemos recompensas materiales: debe aprender a superar sus retos por la satisfacción de hacerlos y no esperando un premio.

7.Todo puede ser divertido: intentemos encontrar una connotación positiva a todas las actividades. Por ejemplo, si tiene que barrer su habitación inventemos "el baile de la escoba".

Para poder motivar a nuestro hijo debemos encontrar el modo de transmitirle ilusión y ganas.

martes, 19 de abril de 2011

Ayudar a nuestro hijo a enfrentarse a la Enuresis.


A los niños les resulta difícil imaginar y representar problemas, debido a su limitación de conocimientos anteriores. Tampoco tienen la destreza suficiente para deducir las consecuencias correctas de una situación. Así que es probable que les resulte difícil desarrollar esta habilidad. Enfrentarse a la Enuresis puede ser una de esas situaciones en las que nuestro hijo debe hacer frente.

Potenciar la resolución de este tipo de conflictos en los niños hace que aprendan a enfrentarse a los pequeños baches que pueden encontrar cada día. Échale una mano a tu hijo siguiendo estos pasos:

1. Identificar los problemas: junto con tu hijo, concreta aspectos de su vida en los que se presente un conflicto, en este caso, mojar la cama. De este modo, él también se sentirá implicado en las áreas que debe mejorar. Su opinión es importante, ya que es posible que muchos problemas que puedas considerar importantes, para él no lo sean tanto y viceversa. De este modo, puedes negociar con él, trabajando al mismo tiempo su asertividad.

2. Reconocer el sentimiento: es habitual que ante situaciones conflictivas tu hijo responda con ira, enfado, tristeza o frustración. Intenta ponerte en su piel para facilitarle la expresión de emociones. Es positivo que pueda expresar sus sentimientos y que se sienta comprendido.

3. ¿Qué opciones hay? ayuda a tu hijo a pensar en otras posibilidades, ya sean buenas, malas o disparates. Debe aprender a encontrar la mejor opción.

4. La elección: una vez hecho el listado de posibilidades, puedes analizar con él las soluciones que ha planteado. La mejor solución es la que implica menos riesgos y más ventajas para todos los afectados en el conflicto.

5. Consecuencias: habrá elegido una opción y la habrá llevado a cabo. Puede haber salido bien o mal, pero siempre puede aprender de los resultados. Hay que alentarle a seguir resolviendo conflictos y hacerle entender que incluso los adultos no siempre obtienen los resultados esperados.

La mayoría llevamos a cabo la resolución de conflictos de forma inconsciente. Sin embargo, es importante hacer consciente a tu hijo de los pasos que debe seguir y enseñarle a practicarlos.

jueves, 14 de abril de 2011

Cuando los padres sufren estrés

Con la entrada de la nueva estación, ya inmersos en pleno curso escolar y las jornadas laborales intensas, los padres con niños pequeños vamos acelerados a todas partes. Ya al comenzar el día todo es una auténtica carrera para ajustarnos lo más posible a lo marcado por el reloj.

No tenemos tiempo para lo importante, aquellas cosas que nos hacen crecer como personas y como padres. Parece que nunca tenemos tiempo para conocernos a nosotros mismos y a nuestros hijos, aunque ellos sean lo que más queremos en el mundo. Destinamos poco esfuerzo en mejorar el apego familiar y la comunicación con nuestros niños y nos obsesionamos con lo urgente, aquello que nos hace estar agobiados y con prisas, y estamos gobernados por los nervios que nos hacen saltar como un resorte a la primera de cambio.

Todos somos conscientes de que vivir de esa manera, con la sensación de que nos faltan horas al día, con prisas y sin poder disfrutar plenamente de momentos irrepetibles, podría afectarnos muy negativamente, tanto a nosotros como a nuestra familia y, sin embargo, ahí seguimos afanados en nuestras tareas. Pero ¿no deberíamos frenar el ritmo y dar lugar al sosiego, a la reflexión y a la convivencia? ¿Por qué no puede ser más urgente que las lavadoras, la plancha, el tráfico o las prisas, la tranquilidad y el encuentro con nuestros hijos?

Sobre todo si nuestro hijo sufre enuresis, ya que cómo muchas veces hemos repetido, hay que ser capaces de crear un ambiente tranquilo para averiguar cuál es la causa del temor o la tristeza del pequeño, una de las múltiples causas de la enuresis. En familia se podrá encontrar la solución para que el niño se vuelva a sentir seguro y afronte la situación. Se aconseja emplear frases como ‘no te preocupes, no nos vamos a enfadar contigo', ‘dinos cuándo quieras ir al baño’, ‘papá y mamá están para apoyarte’.