lunes, 30 de enero de 2012

Motivando a nuestros hijos, algunas frases positivas.



Mucho hemos hablado de que los padres tenemos un papel muy importante, no sólo en la educación de nuestros hijos a niveles tan básicos como que sean ordenados, respetuosos o limpios sino también es nuestro papel el enseñarles y guiarles a ser alegres, sinceros y constantes. Parece dificil pero no lo es. Y ¿cómo se consigue? Motivando y enseñando a los niños desde pequeños a saber lo que esperamos de y para ellos.

La motivación es lo que más puede colaborar en la tarea de educar a los niños, despertando en ellos una acción positiva en todas las tareas que realizan durante su cotidiano.

Hemos hablado en muchas ocasiones sobre cómo la motivación no es sólo importante para un correcto desarrollo sino que también es de gran ayuda a la hora de enfrentarse a dificultades como puede ser la enuresis.

Hoy queremos presentaros algunas frases para una motivación positiva y la consecuente actitud que podemos conseguir en nuestros pequeños.

Es recomendable sorprender a los hijos haciendo algo bueno para ellos y decirles lo mucho que se les quiere. Hacerlo una vez al día, no sería mala idea. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de frases. Primero, aparece lo que dicen los padres y luego la actitud que promueven las palabras en los niños:

Has sido capaz de hacerlo - Soy capaz

Muy bien. Yo sé que lo harás - Soy capaz

Sé que lo has hecho sin querer - No lo repetiré

Estoy muy orgulloso de ti - Satisfacción

Sabes que te quiero mucho - Amor

Yo sé que eres bueno - Soy bueno

Te felicito por lo que has hecho - Alegría, ganas de mejorar

Qué sorpresa más buena me has dado - Alegría

Cuando me necesites, yo te ayudaré - Amor

Así me gusta, lo has hecho muy bien - Satisfacción

Noto que cada día eres mejor - Ganas de serlo

Creo lo que me dices, sé que lo harás - Confianza

Tú te mereces lo mejor - Satisfacción

Seguro que las próximas notas son mejores - Estudiar más

Después de conocer estos ejemplos de frases que ayudan a la afectividad de los niños y mejoran su comunicación y diálogo con la familia, te recomendamos que pruebes este ejercicio: Añade algunas frases que normalmente usas en tu casa con tu hijo al listado. Obsérvalas y verifica de qué forma están motivando a tu hijo.  Así sabrás si lo estás haciendo bien.

martes, 20 de diciembre de 2011

El castigo. Algunos errores comunes.




Ya hemos hablado en distintas ocasiones de lo poco efectivo que pueden llegar a ser los castigos en el proceso educacional y de aprendizaje de nuestros pequeños. Todos sabemos que el objetivo en la educación es hace cada vez más fuertes las conductas positivas en los niños en detrimento de las conductas negativas, y eso se consigue mucho mejor mediante el refuerzo,  y la atención de los padres. 


Pero todavía algunos padres abusan del castigo, confundiendo castigo con buena educación, y muchas veces consiguen justamente lo contrario de lo que pretendían conseguir o incluso que el problema se haga más crítico.
Os queremos señalar algunos de los errores más comunes que podemos comentar:
- Castigar al niño por periodos largos de tiempos. El niño pensará que no le damos oportunidad de portarse bien y como ya está castigado es absurdo esforzarse en hacer las cosas bien.
- Acumular el castigo durante varios días. Cada día hay que darle la opción de conseguir el objetivo, y animarlo a que lo haga.

- Y sobre todo, castigos desproporcionados.
Y entonces, ¿Cómo hacemos que el castigo sea efectivo? pocos casos, el castigo es efectivo: Dos puntos: Tiene que ser lo más cercano posible a la conducta que queramos castigar, esto es, no esperar tres días para aplicar el castigo, como castigar el fin de semana por algo que se hizo un martes, y por un periodo de tiempo corto.
Se trata de que aprendan a distinguir lo que está bien hecho de lo que no es correcto con conductas distintas. Así, cuando los niños estén realizando las conductas que queremos instaurar, debemos estar con ellos, reforzar su comportamiento y premiar al niño mientras se porta bien.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cómo hablar con nuestros hijos.

Ya hemos hablado que la tarea hacer que nuestros pequeños expresen sus sentimientos no es tarea sencilla. Los padres deben contribuir a que sus hijos aprendan a hacerlo, a hablar de sentimientos y emociones asegurándose de proporcionarles los modelos más adecuados.

Este tipo de aprendizaje se realiza fundamentalmente en la familia porque tanto niños como padres se encuentran en un ambiente de total confianza y amor, haciendo mucho más fácil el hecho de hablar de temas tan delicados. Nunca debemos olvidar que lo que padres dicen y hacen se convierte en modelo y en lo que los niños se reflejarán. Por ello, deben mostrar una forma sana de manejar sus propios sentimientos en pareja.

El primer paso para conseguir salir triunfantes en esta difícil tarea es ser capaces de escuchar con toda atención a los hijos, en cualquier situación y edad. Los padres deben transmitirles que sus sentimientos son tan importantes para ellos como para los padres. Debe haber reciprocidad y empatía.

Otro punto importante es no interrumpir con palabras antes de que ellos hayan expresado totalmente sus inquietudes.  Podemos emplear alguna expresión como "vaya" o “continua”, sin emitir más palabras les dará espacio para comunicarse sin sentirse juzgados y siempre con una sonrisa, en la medida que el tema lo aconseje, para dar confianza y seguridad al niño. Expresiones de este tipo manifiestan interés por lo que los hijos dicen; expresan que los padres les escuchan e intentan comprender; se trata, en definitiva de emitir respuestas abiertas.

En tercer lugar, hay que ayudarles a nombrar lo que sienten. Cuando los niños saben que son escuchados y comprendidos aprenden a fiarse de sus sentimientos, a manejar emociones como la tristeza, antipatía, vergüenza, ira o rechazo. Para tener éxito en las relaciones sociales es fundamental mantener el control de las emociones, por encima del carácter personal y ello se consigue si en la familia se lo facilitamos.

Según la profesora Carmen Herrar García con los siguientes consejos prácticos conseguiremos que los hijos lleguen a ser adultos emocionalmente estables:

1. Escuchar atentamente sin intervenir hasta el final.
2. Darle tiempo a que se explique y que llegue a sus propias conclusiones.
3. Conceder confianza a sus sentimientos: no recriminarle ni juzgarle.
4. No hacer juicios previos.
5. Ayudarle a nombrar lo que siente. Debe reconocer y diferenciar sentimientos: temor, ira, miedo, alegría, sorpresa, disgusto...
6. Promover en casa un ambiente general de escucha y respeto por los sentimientos de todos los miembros.

Si se observa el desarrollo emocional de los niños se pueden descubrir estadios iniciales de problemas a los que debemos prestar atención, como por ejemplo, la depresión o la enuresis.

Fuente: Baobab Parents.

viernes, 28 de octubre de 2011

Los celos y la Enuresis


Ya hemos hablado en alguna ocasión de que no es algo tan extraño que nuestros pequeños sufran episodios de regresión, es decir, que vuelvan a hacer cosas que se suponían ya aprendidas. En el caso de la Enuresis, aunque ya sabemos que las causas que la provocan puede ser muy variadas, una de ellas puede ser los celos con sus hermanos.

Los celos son un sentimiento de miedo o ansiedad por ser abandonado o dejado de querer por una persona importante debido a la presencia de otra persona o situación.

En niños en edad escolar, los celos se suelen proyectar hacia los hermanos, sobre todo en el caso de los primogénitos, ya que deben hacer un proceso de adaptación y aceptación de que ahora deben compartir el cariño de sus padres con su hermano y ello no significa que los dejen de querer. Pero los celos también se pueden dar en otros contextos como el colegio o las actividades extraescolares.

Antes de los seis años el niño es muy dependiente de su madre, eso provoca que el nacimiento de un hermanito pueda vivirse como el nacimiento de un competidor del afecto materno, según la personalidad de los niños.

Bien es cierto que cuánta mayor es la diferencia de edad entro los hermanos, tambien es menor el riesgo de que el pequeño sienta celos. Y del mismo modo, los hermanos del mismo sexo son mas propensos a sentirlos, ya que ambos necesitan el mismo tipo de atención.

Toda esta situación provoca en el niño situaciones de estrés y nerviosismo que pueden ser perjudiciales si sufren de Enuresis, por eso os trasladamos algunas ideas que os pueden ayudar:

• Hay que reconocer el sentimiento celoso como algo natural y no darle mayor importancia.

• Ser tolerante con las regresiones.

• Hablar con ellos y darles la oportunidad de expresar su malestar.

• Transmitir en todo momento que la llegada del hermanito no ha cambiado el amor que los padres sienten por él.

• El contacto con niños de su misma edad también nos puede ayudar.

• Hacer participes al niño en las tareas de cuidado y responsabilidad de su hermano pequeño. Hacer que jueguen, que ayuden a cambiarlo, darle de comer, etc.

Faull, J. (2008). Algunos buenos consejos... Ser Padres. Madrid: Pearson.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La vuelta al cole es más fácil si es entre todos.


Ya estamos inmersos en la vuelta al cole y tenemos que intentar que el regreso a la rutina sea gradual y no provoque un trauma en nuestros hijos. Sobre todo si nuestro pequeño tiene problemas de incontinencia. No olvidemos que retomar la rutina de la época escolar y de las actividades que se realizan durante el resto del año, es un cambio drástico que puede provocar ansiedad, depresión y cansancio.

Por eso queremos ofreceros algunas pautas de cómo hacer que la vuelta al cole no sea un castigo:

- Restablezcamos los horarios: Esto hay que hacerlo de la manera más natural posible. Para empezar, es conveniente que la hora de ir a dormir sea una hora prudente. Para que esto sea más fácil lo ideal es empezar a levantar a nuestros hijos más temprano para que por la noche duerman bien.

- Hay que adecuar los horarios de las comidas, que deberán ser lo más parecidos a los que tendrán cuando vuelvan a la escuela. Todo es cuestión de organización.

- Otra buena alternativa es ponerlos a realizar actividades extraescolares, pero siempre con moderación, sin sobrecargarlos. No olvidéis que una misma actividad puede resultar liviana para un niño y un gran peso para otro. Por eso, hay que identificar los deseos, aficiones o expectativas de nuestros niños.

- Busquemos espacios para conversar sobre el inicio de la temporada escolar. Si sospechamos que algo le preocupa en exceso a nuestro hijo, intentemos aproximarnos a él. Ser cálidos y escuchar sin reproches y sin juzgar a nuestros hijos es fundamental para que ellos puedan abrirse y contarnos con libertad si se han peleado con algún amigo, si la profesora le ha reñido, si tiene miedo de algo o de alguien.

- Haz que dibuje el colegio y fíjate si en el dibujo él aparece pequeño o grande, si está en una esquina o a un lado, quién está a su lado. Que pinte también los baños, el recreo… muchas veces los niños reflejan sus ansiedades en sus pinturas o en sus historias.

Recuerda que ellos necesitan de nuestro apoyo y nosotros de ellos para seguir aprendiendo y creciendo como padres.

jueves, 25 de agosto de 2011

Aún queda verano, aprovéchalo con tu hijo


Todavía nos quedan semanas de verano por delante y eso significa que podemos aprovechar estos últimos días para establecer una relación aún más cercana con nuestros hijos, sobre todo, teniendo en cuenta la proximidad de la vuelta al cole. Recordad que nuestros hijos que sufren de enuresis suelen tener problemas de adaptabilidad en el colegio debido a la baja autoestima, por lo tanto, en estas vacaciones podemos ayudarlos a mejorar su confianza.

Por eso hemos decidido ofreceros algunas claves de cómo sacarle partido a estas últimas semanas de verano.

1. Actividad física. Esta es una increíble oportunidad para que no sólo nuestros hijos hagan deporte, sino que también nosotros lo hagamos con ellos. El deporte es una de las mejores maneras para mejorar la autoestima y sentirnos bien con nosotros mismos.
2. Otra gran oportunidad que nos ofrece el verano es que podemos escucharles cálida y activamente y, sobre todo, sin distracciones. Brindarles lo que todo hijo anhela: una aceptación incondicional.
3. Como padres, al encontrarnos sin la responsabilidad laboral, estamos más relajados y podemos entrenarnos en darles a nuestros hijos una respuesta positiva, evitando las reprimendas innecesarias.
4. Las vacaciones nos permiten trabajar en paralelo el espacio de autonomía y libertad sin olvidarnos de los límites y manteniendo una línea de respeto. Así como delegarles ciertas responsabilidades confiando en ellos.

Y para todo esto es imprescindible: ¡relajarse y proponérselo!

viernes, 22 de julio de 2011

Consejos para disfrutar del verano.


Ya estamos inmersos en un nuevo verano, y ya somos muchos los que están a punto de irse de vacaciones. Algo que para las personas que sufren incontinencia urinaria supone un desafío que amenaza su actividad diaria, y más aún en los niños. Desde el Observatorio Nacional de Incontinencia (ONI) se ofrecen consejos para evitar que esto sea así:

1. Incluir en su maleta absorbentes específicos para la incontinencia, tales como protectores de colchón, ropa interior desechable…

2. Al contrario de lo que pensamos, no es bueno reducir la ingesta de líquidos en verano. Hay que mantener a los pequeños hidratados para combatir las altas temperaturas, aunque lo que sí que podemos es disminuir la cantidad en las horas próximas al sueño.

3. Sustituir las comidas copiosa o rápidas del verano, como hamburguesas o pizzas, por otras ligeras y equilibradas que incluyan alimentos ricos en fibra.

4. Dar largos paseos y realizar ejercicio físico suave, evitando los esfuerzos violentos.

5. Utilizar ropa ligera y cómoda.


El verano es una época en la que los niños han de disfrutar al máximo, y nadie ni nada debe impedírselo, ni siquiera la enuresis. Un poco de paciencia, voluntad y estos consejos, y haremos que estas fechas sean inolvidables para los más pequeños.