jueves, 28 de abril de 2011

La empatía para hacer frente a la Enuresis


Desde que nacemos tenemos empatía, pero ésta se va refinando a medida que vamos creciendo. Cuando el niño descubre y entiende nuevas emociones, su empatía se desarrolla en distintos contextos.

Durante la preadolescencia, la empatía se experimentará ante la comprensión de las emociones de los demás y las situaciones que estén viviendo. Así, aunque el interlocutor esté aparentemente contento, el niño empatizará con él si sabe que está enfermo o viviendo el divorcio de sus padres.

Para que tu hijo entienda a los demás, es necesario que primero sienta que los demás le entienden. Es importante evitar trivializar lo que nos cuenta y entender que para él es significativo. Sobre todo si se trata de temas como la enuresis que pueden afectar a muchos planos de su vida.

El niño está en constante interacción con los demás. Por lo que es necesario que sea capaz de atenderlos poniéndose en su piel, de cara a conseguir una buena comunicación.

Para ello conviene seguir estos pasos:

1. Conversa con él: cuéntale tus anécdotas, sentimientos, emociones, pensamientos y reacciones vividas en distintos momentos, luego pídele que te cuente él lo que quiera. Pregúntale cómo se sintió en esa situación y cómo se sintieron los implicados.

2. El día a día: habla con tu hijo de lo que has visto en la calle, en la televisión o sobre lo que hayas leído en un libro. Analiza la situación con él, de cara a pensar posibles emociones y reacciones desencadenantes de lo que podría haber pasado.

3. Reflexiona con él: cuando tenga reacciones o actitudes inadecuadas reflexiona con él sobre cómo se siente o sobre cómo se sentiría si la situación fuera distinta y haz que vea que en sus actos debe tener en cuenta cómo se siente la otra persona.

martes, 26 de abril de 2011

Ayudamos a motivar a nuestros hijos.


Los padres muchas veces encontramos dificultades "colaterales" cuando tenemos un hijo que ha llegado a la adolescencia y sufre de enuresis. Además del problema de la incontinencia, tenemos que lidiar con la rebeldía, la inseguridad y los temores propios de los adolescentes. Todo un desafío para nosotros como padres y al mismo tiempo una gran oportunidad para acercarnos más a nuestros hijos.

Como bien menciona nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, en lugar de hablar siempre en negativo, con castigos o prohibiciones, los padres debemos intentar hablar en positivo, con promesas, premios o recompensas cuando las cosas se hagan bien o cuando el esfuerzo sea manifiesto. "La educación en positivo suele dar mejores frutos, mientras que el castigo tras castigo va a hacer que el chico responda con más trasgresión y que al final el verdadero castigo sea una convivencia familiar rota".

Los padres somos la mayor fuente de motivación para nuestro hijo.

¿Cómo podemos ayudarle?

1.Usar frases positivas cuando hablemos de nuestro hijo, en especial cuando haya otras personas delante.

2.Evitar corregirle constantemente. Si lo hacemos, nuestro hijo se desmotivará con facilidad. Es importante poner énfasis en el esfuerzo que ha realizado.

3."Estoy orgulloso de ti": mostrarle nuestra satisfacción le motivará a seguir adelante.

4.Pidámosle cosas que pueda hacer: conocemos sus habilidades y limitaciones, por lo que no debemos pedirle más de lo que sea capaz de hacer. Una buena estrategia es marcarle pequeños retos que estén a su alcance.

5.Potenciemos sus habilidades: favoreceremos su rendimiento en las actividades haciendo que se motive.

6.Evitemos recompensas materiales: debe aprender a superar sus retos por la satisfacción de hacerlos y no esperando un premio.

7.Todo puede ser divertido: intentemos encontrar una connotación positiva a todas las actividades. Por ejemplo, si tiene que barrer su habitación inventemos "el baile de la escoba".

Para poder motivar a nuestro hijo debemos encontrar el modo de transmitirle ilusión y ganas.

martes, 19 de abril de 2011

Ayudar a nuestro hijo a enfrentarse a la Enuresis.


A los niños les resulta difícil imaginar y representar problemas, debido a su limitación de conocimientos anteriores. Tampoco tienen la destreza suficiente para deducir las consecuencias correctas de una situación. Así que es probable que les resulte difícil desarrollar esta habilidad. Enfrentarse a la Enuresis puede ser una de esas situaciones en las que nuestro hijo debe hacer frente.

Potenciar la resolución de este tipo de conflictos en los niños hace que aprendan a enfrentarse a los pequeños baches que pueden encontrar cada día. Échale una mano a tu hijo siguiendo estos pasos:

1. Identificar los problemas: junto con tu hijo, concreta aspectos de su vida en los que se presente un conflicto, en este caso, mojar la cama. De este modo, él también se sentirá implicado en las áreas que debe mejorar. Su opinión es importante, ya que es posible que muchos problemas que puedas considerar importantes, para él no lo sean tanto y viceversa. De este modo, puedes negociar con él, trabajando al mismo tiempo su asertividad.

2. Reconocer el sentimiento: es habitual que ante situaciones conflictivas tu hijo responda con ira, enfado, tristeza o frustración. Intenta ponerte en su piel para facilitarle la expresión de emociones. Es positivo que pueda expresar sus sentimientos y que se sienta comprendido.

3. ¿Qué opciones hay? ayuda a tu hijo a pensar en otras posibilidades, ya sean buenas, malas o disparates. Debe aprender a encontrar la mejor opción.

4. La elección: una vez hecho el listado de posibilidades, puedes analizar con él las soluciones que ha planteado. La mejor solución es la que implica menos riesgos y más ventajas para todos los afectados en el conflicto.

5. Consecuencias: habrá elegido una opción y la habrá llevado a cabo. Puede haber salido bien o mal, pero siempre puede aprender de los resultados. Hay que alentarle a seguir resolviendo conflictos y hacerle entender que incluso los adultos no siempre obtienen los resultados esperados.

La mayoría llevamos a cabo la resolución de conflictos de forma inconsciente. Sin embargo, es importante hacer consciente a tu hijo de los pasos que debe seguir y enseñarle a practicarlos.

jueves, 14 de abril de 2011

Cuando los padres sufren estrés

Con la entrada de la nueva estación, ya inmersos en pleno curso escolar y las jornadas laborales intensas, los padres con niños pequeños vamos acelerados a todas partes. Ya al comenzar el día todo es una auténtica carrera para ajustarnos lo más posible a lo marcado por el reloj.

No tenemos tiempo para lo importante, aquellas cosas que nos hacen crecer como personas y como padres. Parece que nunca tenemos tiempo para conocernos a nosotros mismos y a nuestros hijos, aunque ellos sean lo que más queremos en el mundo. Destinamos poco esfuerzo en mejorar el apego familiar y la comunicación con nuestros niños y nos obsesionamos con lo urgente, aquello que nos hace estar agobiados y con prisas, y estamos gobernados por los nervios que nos hacen saltar como un resorte a la primera de cambio.

Todos somos conscientes de que vivir de esa manera, con la sensación de que nos faltan horas al día, con prisas y sin poder disfrutar plenamente de momentos irrepetibles, podría afectarnos muy negativamente, tanto a nosotros como a nuestra familia y, sin embargo, ahí seguimos afanados en nuestras tareas. Pero ¿no deberíamos frenar el ritmo y dar lugar al sosiego, a la reflexión y a la convivencia? ¿Por qué no puede ser más urgente que las lavadoras, la plancha, el tráfico o las prisas, la tranquilidad y el encuentro con nuestros hijos?

Sobre todo si nuestro hijo sufre enuresis, ya que cómo muchas veces hemos repetido, hay que ser capaces de crear un ambiente tranquilo para averiguar cuál es la causa del temor o la tristeza del pequeño, una de las múltiples causas de la enuresis. En familia se podrá encontrar la solución para que el niño se vuelva a sentir seguro y afronte la situación. Se aconseja emplear frases como ‘no te preocupes, no nos vamos a enfadar contigo', ‘dinos cuándo quieras ir al baño’, ‘papá y mamá están para apoyarte’.

martes, 12 de abril de 2011

Parecidos pero diferentes: Enuresis y Nicturia.


La nicturia es un trastorno que afecta generalmente a los mayores, por el cual, las ganas de orinar interrumpen nuestras horas de sueño, alterando, sobre todo, al descanso nocturno tan merecido. De esta manera, nos tiramos toda la noche de la cama al baño, y vuelta a empezar a retomar el sueño.

Siempre se ha pensado que este problema afectaba sobre todo a hombres mayores debido a problemas de dilatación próstata (hiperplasia), por el cual, al aumentar su tamaño, ejerce una presión sobre la uretra que no permite expulsar la orina de la vejiga en su totalidad, provocando que se tenga que ir al baño cada cierto tiempo.

Y aunque esta afirmación es muy cierta, estudios recientes han demostrado que este trastorno también se presenta en las mujeres mayores, debido a que con la edad la capacidad de la vejiga disminuye al igual que la retención de la micción.

En cambio, la micción involuntaria durante el sueño se denomina enuresis. La nicturia perturba la vida de las personas, ya que altera el ritmo del sueño y provoca importantes trastornos psicológicos y sociales.

La búsqueda de atención médica se relaciona con el grado de molestia que este síntoma provoca. En general, la nicturia se relaciona con el envejecimiento y el prolapso genital en la mujer y la hipertrofia prostática en el hombre, y se vincula con numerosos aspectos de la salud y bienestar de las personas como fatiga y depresión. La nicturia puede presentarse como síntoma único o asociado con otros síntomas urinarios tales como aumento de la frecuencia miccional, urgencia e incontinencia.

La intensidad de las molestias que produce aumenta de acuerdo con el número de micciones nocturnas y es independiente de la edad y del nivel de conciencia.

viernes, 8 de abril de 2011

Pasar la noche fuera. Un reto.


Llega el buen tiempo y con él comienzan los viajes y las excursiones con el colegio para pasar días fuera, dónde podremos descansar y disfrutar de unos días de cambio de aires. Aunque también suele ser motivo de preocupación y angustia para los que somos padres con niños que sufren de enuresis.

Es natural que nos preocupemos por la posibilidad de que nuestros hijos, al dormir fuera de casa y con otros niños, sean objeto de burlas y comentarios. Es más, en muchos casos son los propios niños los que renuncian a ir a las excursiones. Sin embargo, como bien recuerda nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, muchas veces el aceptar que nuestro hijo no asista a una excursión puede resultar contraproducente ya que justifica el miedo del niño a salir de casa y no le permite enfrentarse realmente al problema.

Por lo tanto, si sabemos afrontarlo, las excursiones pueden convertirse en toda una oportunidad para nuestros niños con problemas de incontinencia, ya que se verán obligados a hacer un mayor esfuerzo, es decir, a asumir una responsabilidad que en este caso no será compartida con los padres.

Por esa razón hemos recogido algunas recomendaciones que buscan hacerlo más fácil para nuestros hijos y que les permita divertirse durante el viaje:

- Lo primero que debemos hacer es enfatizar en el hecho de que el problema de la incontinencia suele ocurrirle a muchos otros niños. No son los únicos y no necesariamente tienen que ver limitadas sus actividades.

- Para estar preparados para estos días, nuestros hijos pueden utilizar unos calzoncillos absorbentes parecidos a la ropa interior con el fin de que les resulte menos incómodo el momento de irse a dormir.

- También es recomendable que lleven varios pijamas de cambio y, si es posible, varias mudas de ropa para evitar llamar la atención ante cualquier imprevisto, además de los absorbentes y las bolsas para poder llevarlos después a la basura.

- Nuestra doctora considera conveniente que el profesor encargado de la excursión tenga conocimiento de la situación para poder ayudar a nuestro hijo en determinados momentos. La idea es que nuestro hijo no vaya ocultándose ni sintiéndose incómodo.

martes, 5 de abril de 2011

La alimentación influye en la Enuresis


La alimentación puede desempeñar un papel importante en el control de la enuresis. Se ha de tener en cuenta que, en muchas ocasiones, una falta de minerales o vitaminas puede ser responsable de una falta de fortaleza en los musculos de la vejiga urinaria determinando que el niño o la niña o, en menores ocasiones, el adulto se vea incapaz de controlar la orina.

Por otra parte hay que tener en cuenta que muchos alimentos, independientemente de su riqueza en vitaminas y minerales, poseen propiedades diuréticas o astringentes. En el primer caso, será importante que los alimentos que aumenten el porcentaje de orina sean comidos durante el día, bien por la mañana, a mediodía o a media tarde. Por la noche es importante que estos no sean especialente diuréticos o que sean astrigentes.

A continucación os presentamos algunos remedios caseros y consejos naturales para tratar la enuresis, consejos que nunca deben suplir a la consulta con el pediatra:

• Frutos Secos
Coma antes de ir a dormir dos mitades de nueces y una cucharadita de pasas de uva.
• Tés de Hierbas para la Enuresis
Prepare una combinación de tés de hierbas y bébala antes de ir a la cama. Las mejores hierbas para esta condición son: gayuba, corteza de roble, cola de caballo o ajenjo.
• Arándanos
Tome un jugo de arándanos una hora antes de ir a dormir, ya que su efecto astringente es muy poderoso.
• Masajes
Hágase masajes en la cara interna del muslo con aceite de hierba de San Juan, antes de ir a la cama.

viernes, 1 de abril de 2011

¿Existe sólo un tipo de Enuresis?


La respuesta es NO.

Dentro de esta patología existen diferentes tipos, en función de los factores que intervengan y cuándo se produzca. Lo que todas tiene en común es que es la emisión no voluntaria de orina a partir de los 5 años, edad en la que se considera que este control debería ya estar establecido.

¿Cuáles son esos tipos?

Diurna
Es la ausencia del control voluntario de la micción durante el día.

Nocturna
Es la micción involuntaria de la orina durante la noche, y es las más conocida.

Orgánica
Está originada por lesiones urológicas o neurológicas, y sucede en el 2% ó 3% de los casos.

Regular
Cuando el niño moja la cama todas o casi todas las noches.

Esporádica
Si el niño moja la cama de vez en cuando.
Primaria
Hablamos de ella cuando el niño nunca ha parado de hacerse pis. Esto sucede en el 80% de los casos de enuresis.

Secundaria
Aparece cuando tras un periodo de, al menos, 6 meses, en el que el niño ha controlado el pis, vuelve a perder el control voluntario de su vejiga.
Mixta
Cuando el niño se hace pis de día y de noche.

Funcional
No existen lesiones orgánicas que expliquen la incontinencia.
Monosintomática o No Complicada
Cuando sólo ocurre por la noche en la cama.
Polisintomática o Complicada
También denominado Síndrome Eneurético o Vaciamiento Disfuncional. Aparecen síntomas durante el día, como por ejemplo urgencia para hacer pis, escapes de orina, etc.