martes, 29 de junio de 2010

La enuresis y unas estadísticas que preocupan



Mucho se ha hablado de la enuresis y del largo y difícil proceso que conlleva su tratamiento. Por esa razón siguen asombrando las estadísticas respecto a la importancia que se le da a esta enfermedad. Apenas el 30% de las familias que tienen un niño con enuresis decide acudir a un pediatra en busca de un tratamiento adecuado, según unas estadísticas publicadas hace algunos días en un artículo en El País. 



Esta situación resulta desconcertante principalmente si consideramos que cerca del 22% de nuestros niños en edad escolar sufre de incontinencia infantil, o lo que es lo mismo, la perdida involuntaria de orina a una edad en la que el control de la micción o del pis, debería estar ya establecido. Aquí hay que puntualizar que entre los seis y los diez años también es frecuente que a los niños se les escape alguna vez el pis de noche, pero eso no es tener enuresis. 



En todo caso, hay algo que sigue llamando la atención y es el hecho de que muchos padres le den todavía poca importancia a la enuresis y en algunos casos decidan ocultarla, actitudes que lo único que hacen es agravar el problema y debilitar la confianza y autoestima de nuestros propios hijos.



En relación a este hecho, en la referida publicación del diario El País, leímos una reflexión de Santiago García, jefe de la sección de pediatría en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, que nos llamó bastante la atención. "¿Por qué un niño diabético, que asiste a un campamento de verano, puede inyectarse insulina sin que nadie se meta con él y otro a su lado es objeto de burla e insultos si moja la cama? Ambos sufren una enfermedad y ambos se merecen el mismo respeto". Sin duda una gran verdad que debería tender a sensibilizar al entorno para que se tome en serio la enfermedad.



Recordad que nuestros hijos no son los únicos que enfrentan el problema; somos nosotros, como padres, los que también sufrimos con ellos la enfermedad. Además no somos los únicos. Personajes famosos como George Orwell o Michael Landon, muy querido por la serie La Casa de la padrera, también sufrieron esta enfermedad. Landon mojó la cama hasta los 15 años.

viernes, 25 de junio de 2010

En casos de regresión: paciencia y perseverancia



Por lo general, lo que nos suele pasar a los padres es que cuando vemos que nuestros hijos dejan de mojar la cama damos por sentado que el problema ha llegado a su fin. Una posible regresión, es decir, que nuestro hijo vuelva a reincidir con los problemas de incontinencia, puede ser motivo de desesperación en nuestras familias y puede afectar aún más a la confianza de nuestro hijo.


Es verdad que en muchos casos los niños, sobre todo a los seis años y, a medida que empiezan a tener un mayor control sobre sus acciones, dejan atrás la enfermedad. Pero como bien menciona nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, hasta que se consigue el definitivo control de los esfínteres, los niños pasan por fases mojadas alternadas con otras secas. Así que, aunque ahora todo vaya bien, puede que pasemos por una de esas etapas y debemos de estar preparados.


Lo aconsejable es seguir confiando y, en todo caso, esforzarse más por aumentar la confianza de nuestro hijo, retomar algunas de las acciones y actividades contra la enuresis, como los calendarios y, sobre todo, tener en cuenta que en casos de regresión, los niños tienden a mojar la cama con menos frecuencia. 


En todo caso, esta situación de regresión se conoce como enuresis secundaria y se presenta en los niños que, habiendo controlado perfectamente los esfínteres cuando les correspondía cronológicamente durante un tiempo, hacen una regresión y dejan de controlar, provocando la aparición de la incontinencia, que puede ser nocturna o diurna. 


No os desesperéis y recordad siempre que hay dos claves fundamentales para salir bien librado de la enfermedad: paciencia y perseverancia.

martes, 22 de junio de 2010

El campamento de verano, ¿oportunidad o peligro?


Llega el verano y con él la temporada de excursiones y campamentos, una de las más esperadas por nuestros hijos de siete a catorce años. Aunque también suele ser motivo de preocupación y angustia para los que somos padres con niños que sufren de enuresis. 

Es natural que nos preocupemos por la posibilidad de que nuestros hijos, al dormir fuera de casa y con otros niños, sean objeto de burlas y comentarios. Es más, en muchos casos son los propios niños los que renuncian a ir a las excursiones. Sin embargo, como bien recuerda nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, muchas veces el aceptar que nuestro hijo no asista a un campamento puede resultar contraproducente ya que justifica el miedo del niño a salir de casa y no le permite enfrentarse realmente al problema.

Por lo tanto, si sabemos afrontarlo, los campamentos de verano pueden convertirse en toda una oportunidad para nuestros niños con problemas de incontinencia, ya que se verán obligados a hacer un mayor esfuerzo, es decir, a asumir una responsabilidad que en este caso no será compartida con los padres. 

Por esa razón hemos recogido algunas recomendaciones que buscan hacerlo más fácil para nuestros hijos y que les permita divertirse en el campamento:

- Lo primero que debemos hacer es enfatizar en el hecho de que el problema de la incontinencia suele ocurrirle a muchos otros niños. No son los únicos  y no necesariamente tienen que ver limitadas sus actividades.

- Para estar preparados para estos días, nuestros hijos pueden utilizar unos calzoncillos absorbentes parecidos a la ropa interior con el fin de que les resulte menos incómodo el momento de irse a dormir.

- También es recomendable que lleven varios pijamas de cambio y, si es posible, varias mudas de ropa para evitar llamar la atención ante cualquier imprevisto, además de los absorbentes y las bolsas para poder llevarlos después a la basura. 

- Nuestra doctora considera conveniente que el monitor del campamento tenga conocimiento de la situación para poder ayudar a nuestro hijo en determinados momentos. La idea es que nuestro hijo no vaya ocultándose ni sintiéndose incómodo.

viernes, 18 de junio de 2010

El sueño y una buena dieta, también son claves contra la enuresis



Muchas veces la angustia y la desesperación de los padres por resolver el problema de la enuresis en nuestros hijos nos hace obviar aspectos elementales e incluso cometer algunos errores en el tratamiento de la enfermedad. Uno que suele ser recurrente en muchas familias es intentar llevar el control de las horas en las que nuestro hijo va al baño sin pensar que puede ser contraproducente en ciertos casos.

¿La razón? Como bien explica nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, mantener unos buenos hábitos a la hora de ir a acostarse, es decir, tener una buena calidad de sueño, resulta fundamental en el control de esfínteres nocturnos. Por esa razón recomienda dejar para el final del día las tareas más relajantes y evitar que nuestro hijo vaya a la cama recién cenado o tras haberse metido en el ordenador o leído una novela de acción.

Otro aspecto que hay que considerar es el de una buena dieta para nuestros hijos. En casos de incontinencia lo recomendable es aumentar la cantidad de frutas, verduras y cereales integrales en la dieta diaria de nuestros hijos para asegurarnos que vaya al baño a hacer deposición sin problemas al menos una vez al día.

No hay que olvidar que estos son aspectos claves dentro de los muchos ejercicios que deben de cumplir nuestros hijos a partir de cierta edad, básicamente los 10 años, ya que el control es mucho mayor. En cuanto a nuestra labor como padres, tenemos que tener presente que la tarea fundamental es mantener un buen nivel de autoestima y motivar a nuestros hijos cuando consigan sus primeros logros. La comunicación en ese sentido también es importante. Hay que aprender a encontrar el punto medio entre la preocupación y el seguimiento de la enfermedad sin un exceso de control.

martes, 15 de junio de 2010

Ejercicios prácticos para adolescentes



Llega el verano y con él la preocupación de nuestros hijos adolescentes que sufren de enuresis (y claro, también la nuestra). ¿La razón? Si es difícil para un niño convivir con la enuresis, es más complicado aún para nuestro hijo adolescente demasiado preocupado por su imagen, por la valoración que de él tienen sus amigos, por ser bien valorado por el otro sexo.

A esto se suma el hecho de que en nuestros hijos de 14 a 18 años la vida social empieza a ser muy intensa. Los chicos se van de excursión, duermen unos en casas de otros. El adolescente enurético muy difícilmente "quiere" ser parte de todos estos planes por temor a mojar la cama y ser blanco de las burlas propias de la edad.

Es comprensible incluso que muchos jóvenes adolescentes tiendan a aislarse o automarginarse, por lo que, es recomendable que los padres apoyen a sus hijos dándoles confianza. Para ellas y ellos (que sabemos que nos leen), hay que buscar siempre sacar la parte positiva en todas las etapas de nuestras vidas, sobre todo las más difíciles. Aquí, tenéis la oportunidad de identificar a vuestros verdaderos amigos. No lo desaprovechéis.

En todo caso y, contrariamente a lo que puedan pensar, la proximidad del verano es la época perfecta para desarrollar ejercicios conductuales contra la enuresis. Hemos recogido algunos de los que recomienda nuestra experta, la doctora Rocío Santiago Gómez:

º Ejercicios de entrenamiento vesical para controlar la necesidad de orinar. Consiste en beber agua para que se llene la vejiga y cuando sientan la necesidad de ir a orinar, intenten mantener durante un pequeño tiempo esa urgencia hasta que no aguanten más y, entonces, se dirijan al servicio para orinar. Es entonces cuando en la misma micción, nuestro hijo debe de intentar cortar y reiniciar el chorro varias veces. Estos ejercicios logran fortalecer el esfínter externo que es el permite o detiene la salida de orina conscientemente y, al mismo tiempo, aumenta el volumen funcional de la vejiga, es decir, su capacidad.

º Un aspecto a tener en cuenta y que nuestros hijos adolescentes van a tener que asumir es que el alcohol puede tener un impacto sobre la enuresis por su efecto sedante, lo que aumenta las posibilidades de mojar la cama. Además, algunas bebidas como la cerveza son muy diuréticas y hacen mayor la producción de orina, por lo que también aumenta aun más el riesgo de mojar la cama.

Fuente: Afypen, Incontinencia Infantil

jueves, 10 de junio de 2010

Los niños y la depresión, ¿cómo detectarla?



Por difícil que parezca, los niños pequeños también sufren de depresión. No se trata de un problema exclusivo de los adultos. Es más, la depresión infantil se ha ido extendiendo con el tiempo, aunque es natural que, como padres, nos cueste entender cómo nuestro hijo puede sufrir de depresión siendo tan pequeño. Según las estadísticas, aproximadamente el 5% de los niños de la población general padece de depresión en algún momento.

Los casos más usuales, es decir, las situaciones que motivan este estado, son la tensión en la que puede encontrarse un niño, o el hecho de haber experimentado una pérdida o falta de atención. Un síntoma de la depresión infantil es la enuresis en nuestros hijos.

No hay que olvidar sin embargo que cada niño es único y que una conducta pasiva no necesariamente implica depresión. Hay niños que son tímidos desde pequeños (y esta situación no cambia mucho de adultos). Lo importante es que como madres y padres, intentemos conocer muy bien a nuestros hijos, sus hábitos, su conducta normal para estar atentos a sus cambios.

Así, según los expertos, hay que estar atentos a cualquiera de estas características:

º Se encuentra continuamente triste y llora con más facilidad.
º Pierde el interés por sus juegos preferidos y por la escuela.
º Empieza a alejarse de su familia y amigos.
º Se comunica con mucha dificultad.
º Se aburre y se cansa con facilidad.
º Tiene menos energía.
º Se muestra extremadamente sensible hacia el rechazo y el fracaso.
º Expresa baja autoestima.
º Elije finales tristes para sus cuentos y presentaciones.
º Se comporta de una manera agresiva.
º Se queja constantemente de dolores de cabeza o de estómago.
º Duerme demasiado o muy poco.
º Come demasiado o muy poco.
º Sufre de una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama.
º Habla de suicidio.
º Habla de escaparse de la casa.

En todo caso, no olvidéis que la paciencia y la tranquilidad son nuestras mejores armas para hacer frente a cualquier problema que tengan nuestros niños.

martes, 8 de junio de 2010

La incontinencia en la adolescencia



Aunque el porcentaje de adolescentes con problemas de Enuresis es pequeño, entre el 1% y 2% de los niños que padecen de incontinencia a esta edad, sufren realmente una situación muy complicada. No olvidemos que la adolescencia es una fase compleja, caracterizada sobre todo por las contradicciones. Se trata de la edad de la revolución hormonal, un hecho que puede dificultar la recuperación.

Ante esta situación, los padres además tienden a desesperarse y a angustiarse perjudicando también la solución a la enfermedad.



Recordemos que en el caso de los adolescentes estamos hablando de niños de más de 12 años que aún registran problemas de incontinencia y que necesitan un tratamiento y seguimiento conjunto de padres y pediatras. Por lo tanto, la desesperación y ansiedad a una edad tan difícil como ésta no ayuda a la recuperación. 



Como bien explica nuestra especialista, la doctora Rocío Santiago, no todos los organismos actúan igual. Hay niños que tardan más en encontrar una salida al problema de la enuresis. Por esa razón, en el caso de los adolescentes, resulta fundamental que en el tratamiento se encuentren implicados los padres, nuestros hijos y el médico (en este caso el pediatra) con el objetivo de conseguir que la conducta terapéutica sea uniforme.



"A esta edad vuestro niño debe tratar de resolver definitivamente el problema. Pero debéis de intentar no transmitir delante de él la idea de que estáis desesperados con su fracaso. Hay que seguir animándole, darle esperanzas y ofrecerle soluciones", dice nuestra experta.



Una cosa más que como padres tenemos que trabajar con nuestros hijos adolescentes es tratar de controlar el temor de que sus amigos se rían de ellos. Preguntas como “¿son acaso buenos amigos? “y medidas tendentes a enseñarles que a veces también es conveniente que nos riamos de nosotros mismos, pueden aliviar en cierta medida la angustia que les puede generar. No os olvidéis lo importante que es darles seguridad. 



Y para los hijos, recordad que esta enfermedad puede tardar mucho o poco en curarse, pero siempre se soluciona y muchas veces de manera natural, así que evitad angustiaros.

viernes, 4 de junio de 2010

¿Cuándo debo empezar a preocuparme por la Enuresis?



Hay una cosa que es común entre nosotras, las mamis, y es que nos preocupamos por todo. Por eso, cuando nuestro pequeño tarda en quitarse el pañal, muchas mamis empiezan a pensar en un problema. Pero en el caso de la incontinencia infantil hay que aclarar, como bien recuerda nuestra especialista, la doctora Rocío Santiago, que no hablamos de enuresis hasta los 6 años.

Antes de esa edad, los niños se pueden hacer pis en la cama y no tenemos que pensar en que se trata de una enfermedad. Suelen existir muchas razones. No hay que olvidar que hay niños a los que les lleva incluso más tiempo el ponerse a caminar. “Mi hija empezó a andar al año y medio”, nos cuenta una mami. De ahí que los expertos consideren que, en el caso de la orina, algunos peques consiguen lentamente, ir controlando su propio organismo lentamente.

Por lo tanto, sí tienes un niño de 3, 4 ó cerca de los 5 años, no es necesario alarmarse. Eso si, el tomarnos las cosas con tranquilidad no quiere decir que no tengamos que hacer nada.

Aunque la tendencia natural de los niños que están en pleno proceso de adquisición del control de los esfínteres, es hacia la resolución espontánea (sin necesidad de hacer nada), se tienen que asumir algunas medidas muy básicas.

Nuestra especialista recuerda al respecto que debes evitar recriminar al pequeño, así como no exigirle que deje de hacerlo. Lo conveniente es hablar con él para que el pequeño vaya asumiendo más control sobre sí mismo. No lo olvides, hasta un 15% de los niños que sufren escapes de pis durante la noche, solucionan este problema cada año.

martes, 1 de junio de 2010

¿Cómo ayudar a nuestro hijo a mejorar su autoestima?



Una de las consecuencias más temidas que tiene la Enuresis, es la falta de autoestima que puede generar en nuestros hijos. Un efecto negativo que afecta principalmente a los niños que siguen registrando problemas de incontinencia urinaria con más de 10 años de edad y que puede provocar la burla de sus compañeros.

No hay que olvidar que, según las últimas estadísticas en el mundo, del 8 al 18% de la población de niños (varones y mujeres) mayores de 5 años de edad presenta este trastorno.

En todo caso, la autoestima de nuestros hijos puede verse afectada en mayor o menor grado dependiendo del apoyo que cada niño reciba de la familia y de las situaciones que se susciten a su alrededor (principalmente el entorno familiar, social y escolar del niño). Esto es algo que debemos tener muy en cuenta porque puede provocar inseguridad, convertirlos en niños introvertidos, con tendencias depresivas, de invalidez, violentos e incluso llevarlos hasta el suicidio.

Es por eso que, desde este espacio, queremos ofreceros una pequeña guía sobre las actitudes que como padres tenemos que tener con nuestros hijos para fortalecer su autoestima y evitar que ésta se constituya en un agravante más de la enfermedad.

Aquí nuestra pequeña guía:

1. Para apoyar la autoestima de nuestros hijos hay que centrar la atención en sus fortalezas y no en sus debilidades. De esta manera nuestro pequeño se sentirá motivado a conectar con lo mejor de sí mismo.

2. La actividad física es una de las mejores maneras para mejorar la autoestima. Cuando hacen ejercicio, nuestros hijos se sienten muy bien con ellos mismos.

3. Escucharlos cálida y activamente y, sobre todo, sin distracciones.

4. Brindarles una aceptación incondicional.

5. Otorgarles siempre una respuesta positiva.

6. Evitar comparaciones o elogios del tipo “casi estás al nivel de tu hermano”.

7. Fomentar un espacio de autonomía y libertad sin olvidarnos de los límites y manteniendo una línea de respeto.

8. Dar responsabilidad a nuestros hijos, confiando en ellos

9. Evitar las reprimendas en clase y el trato humillante

¿Aplicas estos ejercicios?, ¿tienes algún otro que quisieras compartir?