El deporte es mucho más que la simple actividad física y, si se enseña de una forma apropiada y acorde a los intereses de nuestro hijo, puede convertirse en un hábito muy favorable para él. Los padres debemos ser conscientes de que los niños que no practiquen deporte durante la infancia probablemente tampoco lo harán durante la vida adulta.
El ejercicio físico de los párvulos suele llevarse a cabo con miras al desarrollo de la psicomotricidad, la coordinación y el compañerismo. Desde los 3 a los 6 años, nuestros hijos están en la edad del juego y de la gimnasia de imitación, pero su cuerpo todavía no está preparado para soportar ningún ejercicio de potenciación muscular.
Los beneficios del deporte en la salud de nuestro hijo pueden ser múltiples:
Beneficios físicos del deporte
* Mejora la resistencia y la fuerza muscular: previene las lesiones musculares.
* Aumenta la flexibilidad: nuestro hijo será más ágil, más rápido y tendrá menor riesgo de torceduras.
* Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
* Ayuda a desarrollar mejor y más rápidamente las capacidades de coordinación.
Beneficios psíquicos del deporte
* Ayuda a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de ir superando retos anteriores, hace que nuestro hijo se sienta capaz de afrontar otros de mayor dificultad.
* Contribuye a aumentar la autoestima, ya que nuestro hijo "se gusta a sí mismo" al ver que es capaz de hacer bien, diferentes tipos de movimientos y ejercicios.
* Favorece la autonomía, ya que nuestro hijo se da cuenta de que es capaz de dominar su cuerpo en el entorno (espacio, colchonetas, obstáculos, saltos, etc.). Ello le hace consciente de que tiene gran capacidad para actuar de forma independiente.
* Su mejora hace que se sienta valorado por los demás: sus compañeros le llaman para participar en sus juegos, sus profesores le felicitan y sus padres también.
* Le ayuda a sentirse valiente en diferentes situaciones, tanto físicas como sociales, y eso le da seguridad.
* Se siente más independiente, capaz de decidir por él mismo cuándo y cómo debe actuar o dejar de hacerlo.
La práctica de hábitos saludables es una de las mejores aportaciones que podemos ofrecer los padres a nuestros hijos. Ya hemos visto que la actividad física aporta muchos beneficios y mejora la salud de los niños. Por lo que es de gran ayuda tambien si nuestros pequeños sufren enuresis, ya que como hemos dicho, favorece su autoestima y le aporta seguridad en si mismo. Por ello, los padres debemos aportar hábitos saludables, propiciar el movimiento y el juego, inventar actividades, dar alternativas a actividades sedentarias, y ayudarles, sobre todo, valorando lo bien que lo hacen y lo contentos que estamos. Seguramente estaremos haciendo una inversión a largo plazo en felicidad y salud. Ellos seguro que nos lo agradecerán.
El ejercicio físico de los párvulos suele llevarse a cabo con miras al desarrollo de la psicomotricidad, la coordinación y el compañerismo. Desde los 3 a los 6 años, nuestros hijos están en la edad del juego y de la gimnasia de imitación, pero su cuerpo todavía no está preparado para soportar ningún ejercicio de potenciación muscular.
Los beneficios del deporte en la salud de nuestro hijo pueden ser múltiples:
Beneficios físicos del deporte
* Mejora la resistencia y la fuerza muscular: previene las lesiones musculares.
* Aumenta la flexibilidad: nuestro hijo será más ágil, más rápido y tendrá menor riesgo de torceduras.
* Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
* Ayuda a desarrollar mejor y más rápidamente las capacidades de coordinación.
Beneficios psíquicos del deporte
* Ayuda a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de ir superando retos anteriores, hace que nuestro hijo se sienta capaz de afrontar otros de mayor dificultad.
* Contribuye a aumentar la autoestima, ya que nuestro hijo "se gusta a sí mismo" al ver que es capaz de hacer bien, diferentes tipos de movimientos y ejercicios.
* Favorece la autonomía, ya que nuestro hijo se da cuenta de que es capaz de dominar su cuerpo en el entorno (espacio, colchonetas, obstáculos, saltos, etc.). Ello le hace consciente de que tiene gran capacidad para actuar de forma independiente.
* Su mejora hace que se sienta valorado por los demás: sus compañeros le llaman para participar en sus juegos, sus profesores le felicitan y sus padres también.
* Le ayuda a sentirse valiente en diferentes situaciones, tanto físicas como sociales, y eso le da seguridad.
* Se siente más independiente, capaz de decidir por él mismo cuándo y cómo debe actuar o dejar de hacerlo.
La práctica de hábitos saludables es una de las mejores aportaciones que podemos ofrecer los padres a nuestros hijos. Ya hemos visto que la actividad física aporta muchos beneficios y mejora la salud de los niños. Por lo que es de gran ayuda tambien si nuestros pequeños sufren enuresis, ya que como hemos dicho, favorece su autoestima y le aporta seguridad en si mismo. Por ello, los padres debemos aportar hábitos saludables, propiciar el movimiento y el juego, inventar actividades, dar alternativas a actividades sedentarias, y ayudarles, sobre todo, valorando lo bien que lo hacen y lo contentos que estamos. Seguramente estaremos haciendo una inversión a largo plazo en felicidad y salud. Ellos seguro que nos lo agradecerán.
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