Aunque el porcentaje de adolescentes con problemas de Enuresis es pequeño, entre el 1% y 2% de los niños que padecen de incontinencia a esta edad, sufren realmente una situación muy complicada. No olvidemos que la adolescencia es una fase compleja, caracterizada sobre todo por las contradicciones. Se trata de la edad de la revolución hormonal, un hecho que puede dificultar la recuperación.
Ante esta situación, los padres además tienden a desesperarse y a angustiarse perjudicando también la solución a la enfermedad.
Recordemos que en el caso de los adolescentes estamos hablando de niños de más de 12 años que aún registran problemas de incontinencia y que necesitan un tratamiento y seguimiento conjunto de padres y pediatras. Por lo tanto, la desesperación y ansiedad a una edad tan difícil como ésta no ayuda a la recuperación.
Como bien explica nuestra especialista, la doctora Rocío Santiago, no todos los organismos actúan igual. Hay niños que tardan más en encontrar una salida al problema de la enuresis. Por esa razón, en el caso de los adolescentes, resulta fundamental que en el tratamiento se encuentren implicados los padres, nuestros hijos y el médico (en este caso el pediatra) con el objetivo de conseguir que la conducta terapéutica sea uniforme.
No olvidéis que a esta edad vuestro niño debe tratar de resolver definitivamente el problema. Pero debéis de intentar no transmitir delante de él la idea de desesperación o de stress. Hay que seguir animándole, darle esperanzas y ofrecerle soluciones.
Una cosa más que como padres tenemos que trabajar con nuestros hijos adolescentes es tratar de controlar el temor de que sus amigos se rían de ellos. Preguntas como “¿son acaso buenos amigos? “y medidas tendentes a enseñarles que a veces también es conveniente que nos riamos de nosotros mismos, pueden aliviar en cierta medida la angustia que les puede generar. No os olvidéis lo importante que es darles seguridad.
Y para los hijos, recordad que esta enfermedad puede tardar mucho o poco en curarse, pero siempre se soluciona y muchas veces de manera natural, así que evitad angustiaros.
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