jueves, 27 de enero de 2011

La importancia de las rutinas en la enuresis

Como ya hemos dicho muchas veces el tratamiento de la enuresis es una carrera de fondo. No podemos esperar resultados en un corte espacio de tiempo. Debemos pues armarnos de paciencia y sobre todo, no perder la calma. Ya hemos resaltado la importancia de crear un dialogo sincero y cariñoso con el niño. Que se sienta apoyado y querido. Nunca castigando ni mostrándonos negativos cuando cometa deslices y amanezca mojado.

Una buena técnica para que todo nos sea mucho más fácil es crear rutinas. De eso modo, podremos controlar, dentro de lo incontrolable que es la educación de los pequeños, que siempre acaban sorprendiéndonos, la evolución y avances de la situación.

Rutina a la hora de irnos a la cama:

La intensidad de la luz: Hay que intentar que la habitación de nuestro hijo resulte acogedora y de esta manera evitar que nuestros hijos sientan temor al apagar las luces. Una buena forma de hacerlo es manteniendo una luz tenue.

La lectura y el diálogo: Son dos elementos importantes no sólo en el caso de nuestros hijos que sufren enuresis. Se trata de una forma de acercarnos más a nuestros hijos, de compartir con ellos. Incluso en los niños más mayores aunque los veamos más independientes y no lo pidan, siguen agradeciendo este tipo de actitudes en sus padres.

Ir al baño: No olvidéis lo importante que resulta animar a nuestro hijo a realizar una última visita al baño antes de acostarse.

Nada de bebidas por la noche: Lo repetimos y no nos cansamos de hacerlo. Intenta controla la cantidad de líquidos que tomen los niños - en especial, bebidas carbonatadas y con cafeína - cuando se acerque el momento de acostarse. Para eso debe haber bebido líquidos suficientes durante el día.

El momento del baño: Esta es una costumbre muy común entre los padres, pero siempre es bueno recordarla. El baño antes de acostarse no sólo es fantástico para jugar y divertirse, sino que también es una manera ideal de empezar a relajarse.

Y claro, el abrazo de las buenas noches: Los abrazos o una caricia tierna a nuestros hijos puede ayudarles a nuestros hijos a tener más confianza y a eliminar el temor que puede provocarles volver a mojar la cana. Es importante que se sientan felices y apoyados. Y a los padres un abrazo puede resultar una de las mejores recompensas del día :).

martes, 25 de enero de 2011

Juegos educativos para niños


El juego, además de ser una actividad, ayuda al niño a desarrollar todas sus funciones psíquicas, físicas y sociales. Los niños desarrollan las múltiples facetas de su personalidad: aprenden a relacionarse con el entorno, desarrollan sus aspectos más creativos y perfeccionan sus múltiples habilidades.

Los juegos permiten a los niños y niñas explorar e imitar el mundo que les rodea, poner en marcha los mecanismos de su imaginación y desarrollar su creatividad. El juego, además, es uno de los mejores métodos de aprendizaje, ya que lo que se aprende jugando se asocia con la diversión y es, por tanto, más fácil de recordar. Cuando juegan, los niños ponen en práctica los conocimientos sociales adquiridos, aprendiendo así a socializarse. Los expertos coinciden en que es una parte fundamental para el desarrollo intelectual y afectivo del niño.

Los juegos y juguetes más beneficiosos son los que promuevan la propia creatividad y la participación del niño. Algunos juguetes, especialmente los que imitan a personajes del cine o la televisión, pueden resultar muy atractivos, pero no demasiado instructivos, ya que los niños juegan según los guiones marcados por otros. Por el contrario, existe otro tipo de juguetes que no disponen de un guión predeterminado, sino que ofrecen al niño un amplio abanico de posibilidades de juego. Como por ejemplo, la arcilla, los muñecos o los bloques de construcción permiten infinidad de combinaciones, de roles y de situaciones.

No obstante si nuestro hijo sufre enuresis, debemos vigilar sus horas de juegos e intentar que no realice juegos ni actividades que le puedan acelerar antes de irse a dormir, es decir, debemos tratar de que las horas anteriores a su hora de acostarse las actividades que realice sean mas calmadas, como la lectura o un baño. De este modo, conciliará de una manera más rápida y tranquila el sueño.

Fuente. Cosas de bebes

jueves, 20 de enero de 2011

Enuresis. Un resumen


Además de las molestias de despertarse con la cama mojada, los especialistas consideran que los niños con enuresis pueden sentir una baja en su autoestima, descenso en el rendimiento escolar y problemas en las relaciones interpersonales, como, por ejemplo, no querer quedarse a dormir en la casa de algún amigo o familiar por temor a mojar la cama. De allí la importancia de la consulta temprana.

Durante mucho tiempo, los padres consideraron que los pequeños que mojaban la cama mientras dormían lo hacían “para llamar la atención”, “porque tomaban frío” o porque consumían mucho líquido antes de acostarse. En efecto, son muchos los mitos que giran alrededor de este trastorno que los pediatras llaman enuresis y que definen como micciones nocturnas involuntarias o, simplemente, hacerse pis en la cama.

Técnicamente, no existe la enuresis hasta después de los 5 años, que es la edad en que los niños logran controlar definitivamente el esfínter y, por lo tanto, sus micciones. Todas las camitas mojadas antes de esta edad deben ser consideradas normales. Pasados los 6 años, algunos especialistas sólo diagnostican el trastorno cuando se moja la cama unas 2 veces por semana durante 3 meses seguidos. De todos modos, más allá de la rigidez de la cifras de los episodios, la consulta al profesional es válida en cualquier momento. Los especialistas cuentan que otro de los mitos que impiden un correcto tratamiento es el que dice que la enuresis “se cura sola”. Es verdad hasta cierto punto, ya, que de 10 niños enuréticos, sólo 1 ó 2 dejan de serlo por año; es decir que el resto sufrirá el trastorno un año más, y otro, hasta que “le toque” su remisión (disminución o cesación de los síntomas) espontánea. Así, pueden pasar años con un problema que afecte negativamente su autoestima.

Para comprender las razones del problema hay que conocer los distintos tipos de enuresis.

• ENURESIS PRIMARIA:
Es la que tienen los nenes mayores de 6 años que nunca han logrado controlar el esfínter. En estos casos, podría tratarse de problemas madurativos en la vejiga; bajos niveles de vasopresina, una hormona diurética que controla
la producción de orina; y no habría que descartar incidencias genéticas, ya que el 70% de los niños enuréticos
tuvo o tiene un padre o hermano con el mismo problema.

• ENURESIS SECUNDARIA:
Es la que aparece luego de los 6 meses de que el niño logra controlar sus micciones. En estos casos, que son los menos frecuentes, lo más común es que las causas estén asociadas a factores psicológicos tales como:
• Mudanzas de casa o colegio.
• Fallecimientos de seres queridos.
• Separación de los padres.
• Otros acontecimientos traumáticos.

martes, 18 de enero de 2011

La iluminación de su habitación

Para jugar, para leer, para hacer los deberes, para dormir… Nuestros pequeños necesitan una buena iluminación en su habitación. Al fin y al cabo es el lugar de la casa donde más horas pasan o pasarán al día. Mucho hemos hablado sobre lo importante de crear un ambiente propicio, cuidado y cómodo para que nuestro pequeño se sienta a gusto y sin stress. Aunque no le prestemos atención, la iluminación juega un papel importante.

Por eso es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones.

- Luz Natural: Si tienes cortinas por las que entre luz natural, aprovéchala. Coloca unos cortinas que dejen pasar la luminosidad de la calle y pinta el cuarto de un color claro. Coloca su mesa, la que usa para colorear, hacer los deberes o jugar, de manera que quede a la izquierda(o derecha si es zurdo) de la ventana.

- Lámparas: La luz del techo es la que ilumina todo el dormitorio. Lo ideal sería poder colocar un regulador de la intensidad de la luz a cada momento, durante el día o cuando juega a máxima potencia y la vamos regulando hasta que llegue la hora de dormir que lo pondremos a la mínima. Del mismo modo, a muchos niños les gusta tener una luz encendida toda la noche. Por ello existen lámparas de acompañamiento que dan luz suave y que consumen poquito.

Hay que evitar:

- Los focos halógenos y fluorescentes pues proyectan una luz muy fría.

- Lámparas de pie, ya que el niño podría tirarlas o enredarse con los cables. Son mucho más seguros los apliques en la pared.

Siguiendo estos consejos, conseguiremos crear su habitación donde el niño se sienta seguro y cómodo, esto propiciará su sueño. Que, como hemos hablado en otras ocasiones, aparte de ser necesario para el descanso y desarrollo del niño, es el momento crucial para el control de los esfínteres.

jueves, 13 de enero de 2011

Aprende a ir al baño solito

Normalmente, el control del esfínter y las evacuaciones intestinales, se producen cuando el niño tiene aproximadamente dos años. Pero no todos los niños son iguales, cada uno necesita su tiempo, del mismo modo que lo necesitan para aprender a sentarse, a hablar o a caminar.

Por este motivo no debemos tener prisa ni intentar apurar el aprendizaje de su hijo antes de que él esté listo para lograrlo. Ya que, puede conseguir justamente el efecto contrario al que quiere conseguir. Esto es, que el niño se demore en su desarrollo, volviéndolo tenso y nervioso, y esto resultara en una rebelión de su parte. Lo último que desean hacer los padres es convertir este proceso en una creciente batalla. Ármese de paciencia y sobre todo, intente trasmitir tranquilidad a los pequeños, ya que, a fin de cuentas es por ellos por lo que hacemos todo.

Algunos consejos, para ayudarle a que este proceso sea más cómodo para todos: Si su niño mancha el pañal todos los días a la misma hora puede sentarlo a esa hora en una sillita apropiada para ello. Su respuesta favorable le enviará un mensaje positivo a su hijo. Si, por el contrario, esto ocurre a horas variables, obsérvelo buscando algún gesto, expresión o postura que indica que él está teniendo un movimiento intestinal. Ese es el momento de trastalardo al baño o el orinal. Si nada ocurre en unos pocos minutos, o si él se asusta de alguna manera, sáquelo de allí.

Elogie al niño por sus acontecimientos y hagale saber que esta muy contenta con sus progresos. Cuando él tenga un "accidente", manténgase calmada y no lo castigue. Si se disgusta o se enfada cada vez que él falle, el proceso de desarrollo puede retrasarse.

Los signos que indican que él está listo para dejar los pañales son: Se levanta de una siesta con el pañal seco, tiene las evacuaciones intestinales a la misma hora cada día, es capaz de decir "pipí" o "popó", etc. conociendo cuando tiene que usar el inodoro y siendo capaz de quitarse la ropa. Recuerde, no presionar, regañar o ponerse impaciente con él en esos momentos, esto sólo retrasará el desarrollo normal del niño para que pueda dejar de usar pañales.

Fuente: Mi pediatra en casa

martes, 11 de enero de 2011

Tímidos o Lanzados. ¿Qué es mejor?

En nuestra sociedad están sobrevaloradas las conductas que podemos calificar de extrovertidas y, quizá por eso, podría parecer que los niños lanzados tienen potencial o van a ser más felices que los tímidos. Pero es una creencia falsa.

Todos, tímidos y lanzados tienen sus propias cualidades y ni al tímido le están vedadas, por ejemplo, unas relaciones sociales estupendas, ni al lanzado la capacidad de reflexión. De hecho suele ocurrir que ambas personalidades se compenetren y lleguen a ser grandes amigos. Lo importante es conocer bien a nuestro hijo y guiarle de acuerdo a su particular manera de sentir y hacer. Así hay que buscar la manera de potenciar lo bueno de cada carácter y ayudarle con lo menos positivo.
Algunas características:

Niños Tímidos:
-Son observadores
-Son cautos
-Se relacionan mejor en grupos pequeños
-Suelen ser independientes y discretos
-Suele ser poco habladores y son concisos cuando lo hacen.

Niños Lanzados:
-Son participativos
-Son muy impulsivos
-Les encanta estar en grupo
-Siempre intentan llamar la atención
-Son parlanchines

Como nos puede ayudar esto para enfrentarnos a la enuresis, dependiendo del carácter que tenga nuestro hijo podemos o debemos actuar de una manera diferente o intentarlo al menos:

Con el más reservado, es posible hablar con ellos razonando las cosas y explicando claramente, siempre en un lenguaje asequible, sereno y afectivo, el problema, las soluciones y animarle en todo momento, sabiendo que tienen apoyo incondicional y todo el tiempo del mundo. Su capacidad de observación les proporciona a veces información del entorno que pasa desapercibido para otros. Sus decisiones son firmes y siempre sobre seguro.

Con los más extrovertidos, nos permite acercarnos a ellos de una manera mucho más distendida y no haciendo del problema algo negativo, algo que en ningún caso debemos hacer, independientemente del carácter de nuestro pequeño. Podemos aprovechar su gran dinamismo y optimismo para proponerle todo tipo de juegos y actividades. Por esto mismo, se sobreponen bastante bien a los posibles fracasos y, en vez de retirarse, suelen intentarlo con más ahínco.

Fuente: Ser Padres

viernes, 7 de enero de 2011

Crea un ambiente seguro en casa

Los miedos suelen aparecer entre los tres y los seis años.

En esta edad, el niño todavía no comprende el mundo que le rodea ni es capaz de separar lo real de lo imaginario. Los miedos van evolucionando a medida que el niño crece y la mayoría terminan desapareciendo con el paso del tiempo.

El primer requisito para ayudar a disipar un miedo infantil es hacer que el niño se sienta seguro. Para ello, es indispensable que los padres sepan transmitir esa seguridad.

Vamos a empezar por algo básico: que se sienta seguro en casa, esto es, creando un ambiente en el que el niño pueda moverse con total libertad sin peligro ni accidentes. Una casa esta llena de peligros para un niño que pueden pasar desapercibidos para un adulto. Una buena idea es recorrer la casa a gatas para ver desde la altura del pequeño todo lo que pueda suponer un riesgo.

-Puertas y ventanas: Al niño le atraerá el movimiento de las puertas, para evitar que se pille los dedos, pon un tope de seguridad para evitar que se cierren del todo. Lo mismo puedes hacer con los cajones. Del mismo modo, no pongas nada cerca de las ventanas en lo que el niño se pueda subir y tener fácil acceso a ellas

-Enchufes: Les llama mucho la atención y sin duda intentarás meter los deditos o incluso chuparlos. No olvides ponerles protección.

-Esquinas puntiagudas de los muebles. Sobre todo para los que empiezan a andar y correr. Protege las esquinas de las mesas bajas y todo lo que esté a su altura con protectores de madera, plástico o goma suave. Los podrás encontrar en cualquier ferretería o tienda infantil.

-La cocina. Es el paraíso de los accidentes. Primero los fogones. Intenta utilizar de forma prioritaria, los fogones de atrás y no dejar los mangos de los cazos y sartenes hacia fuera para evitar que sin querer se viertan líquidos calientes. Presta atención a los imanes de la nevera, si alguno llega a manos del pequeño puede llevárselos a la boca y atragantarse. Del mismo modo, todos los muebles que contengan objetos peligrosos como productos de limpieza, cuchillos, jabones, tijeras, etc. Deben tener cierre de seguridad y a poder ser estar a una cierta altura.

-El baño. Puede estar resbaladizo, por eso es importante colocar alfombras antideslizantes y cambiarlas cada cierto tiempo, para evitar la aparición de hongos. Del mismo modo, presta atención al grifo de la bañera, existen protectores específicos o si no coloca una toalla para evitar que se lastimen. Para evitar caídas, los niños deben bañarse hasta los 8 años bajo la vigilancia de un adulto.

martes, 4 de enero de 2011

Preparados para la vuelta al cole


Queda menos de una semana para que terminen las vacaciones de Navidad y aunque todavía queda el día preferido por los más pequeños de la casa, las vacaciones llegan a su fin. Poco a poco hay que ir regresando a la rutina de todos los días y al cole. Ya sabemos, que los cambios pueden afectar a nuestro pequeños, sobre todo si tienen problemas de incontinencia. No olvidemos que retomar la rutina de la época escolar y de las actividades que se realizan durante el resto del año, es un cambio drástico que puede provocar ansiedad, depresión y cansancio.

Por eso queremos ofreceros algunos consejitos y pautas de cómo hacer que la vuelta al cole algo agradable y fácil para todos:

- Restablezcamos los horarios: Esto hay que hacerlo de la manera más natural y gradual posible. Para empezar, es conveniente que la hora de ir a dormir sea una hora prudente. Para que esto sea más fácil lo ideal es empezar a levantar a nuestros hijos más temprano para que por la noche duerman bien.

- Hay que adecuar los horarios de las comidas, que deberán ser lo más parecidos a los que tendrán cuando vuelvan a la escuela. Así mismo, es una buena idea también, ir adecuando los menús para que el cambio sea completo y no solo en los horarios. Todo es cuestión de organización.

- Otra buena alternativa es ponerlos a realizar actividades extraescolares, pero siempre con moderación, sin sobrecargarlos. No olvidéis que una misma actividad puede resultar liviana para un niño y un gran peso para otro. Por eso, hay que identificar los deseos, aficiones o expectativas de nuestros niños.

- Ir introduciendo, de manera gradual, en nuestras conversaciones con ellos, la idea de que pronto volverán al cole, que se reencontrarán con sus compañeros, con sus profesores. También es buena idea ir preparando los materiales del colegio, hojear juntos los libros, etc. De esta manera no verá el colegio no como algo lejano o problemático, si no como algo que le apetezca.

Recuerda que ellos necesitan de nuestro apoyo y nosotros de ellos para seguir aprendiendo y creciendo como padres.

Fuente: Pequelia, Incontinencia Infantil