lunes, 26 de abril de 2010

No sólo los niños sufren incontinencia.


De hecho, es más que común entre los mayores, y especialmente las mujeres, máxime tras el embarazo. Por eso, porque a todos puede afectar veamos cuándo contactar a un profesional médico:
Hable de la incontinencia con el médico. Los ginecólogos y los urólogos son los especialistas más familiarizados con esta afección y son quienes pueden evaluar las causas y recomendar los métodos de tratamiento.
Sería importante acudir al médico si:
• Ha tenido estreñimiento por más de una semana.
• Tiene dificultad para iniciar el flujo urinario, goteo, micción nocturna, dolor o sensación de ardor al orinar, incremento en la frecuencia o urgencia u orina turbia o con sangre.
• Está tomando medicamentos que puedan estar causando incontinencia. NO suspenda ni ajuste ningún medicamento sin consultar primero con el médico.
• Es mayor de 60 años y la incontinencia es nueva, especialmente si también se tienen problemas con la memoria o para cuidar de sí mismo.
• Siente ganas de orinar con frecuencia pero solo salen pequeñas cantidades de orina.
• Siente llena la vejiga aun después de haber acabado de orinar.
• La incontinencia persiste por más de 2 semanas aun con ejercicios para fortalecer los músculos de la pelvis.

Por otro lado, como esta página está especialmente dirigida a los niños con problemas de enuresis, no nos queremos olvidar de las mamás, y a lo largo de estas semanas hablaremos de la incontinencia durante el embarazo y la incontinencia post parto; cualquier duda, consulta con nuestra pediatra especializada.

miércoles, 21 de abril de 2010

Ayúdales a evitar sus sufrimientos y tristezas.


Como hemos hablado en numerosas situaciones, la enuresis puede venir causadas por razones psicológicas, y éstas se enfrentan de distinta manera que las puramente médicas. Por eso, porque la razón principal de nuestro trabajo es que nuestros niños estén bien, queremos hacer referencia a estos consejos psicológicos para enfrentarse a los miedos y tristezas de los más pequeños:
La palabra “sufrimiento” está asociada a desgracias importantes: accidentes, enfermedades, muerte... En esos casos, como el dolor es muy grande, se considera útil contar con la asistencia de psicólogos y psiquiatras.

También existen otros sufrimientos cotidianos que, al considerarlos “normales”, no se les presta mucha atención. Me estoy refiriendo, por ejemplo: a los miedos (a suspender un examen, a encontrarse con algún compañero que se mete con él en el colegio o en el instituto...); a la culpa (por lo que uno ha hecho y por lo que necesitaba hacer y no hizo); al desamor (no se siente suficientemente querido por sus padres, o tiene baja autoestima); a dificultades para decidir; a las depresiones ocasionales, a los enfados..., En fin, a una serie de estados emocionales habituales con los que los niños y las personas adultas no se sienten bien.

Estos sufrimientos no se resuelven ignorándolos o tapándolos ya que, como siguen operativos, con frecuencia, se hacen más grandes y suelen estar de base de algunas enfermedades.
La forma de solucionarlos consiste en transformar esos sufrimientos en otras emociones, para lo cual se hace preciso modificar las creencias que los sostiene. Así, por ejemplo, la vivencia de miedo, se sustituirá por seguridad interna. O si alguien se compara emocionalmente y tiene complejo de inferioridad, requiere asumirse como una persona valiosa y con confianza en sí mismo.

Al mismo tiempo se necesita aceptar que esos sufrimientos están en uno mismo y que se activan con aspectos o situaciones externas. (A veces una simple palabra o un comentario son suficientes para abrir las puertas a un sufrimiento). Sin embargo, éste no se disuelve recriminando a quien lo ha dicho, sino comprendiendo que el sufrimiento está dentro de cada persona y la solución también.

Igual que se atienden las necesidades físicas y sociales de los niños, también se requiere atender y cuidar su campo emocional. No obstante, estos cuidados se hacen más complicados que enseñarles a limpiarse los dientes o explicarles un problema de matemáticas. Para educar las emociones de manera sana, los padres precisan elevar este tema a categoría de importante, e informarse y formarse. Pueden empezar utilizando los sufrimientos que se presentan como escuela de aprendizaje, observándolos y elaborando frases contrarias a dichos sufrimientos.

Si tienes alguna consulta, puedes preguntar directamente a nuestra pediatra Rocío Santiago.

lunes, 19 de abril de 2010

Y por fin, va al baño solito

A lo largo de los últimos post hemos estado viendo cómo teníamos que quitarle a nuestro niño el pañal.
Así os desglosábamos varios pasos, junto con la ampliación de ciertos de ellos…

Finalmente, como últimos pasos tenemos el comienzo del entrenamiento nocturno, y decir adiós al pañal: Empieza el entrenamiento nocturno.

Una vez que tu hijo logre mantenerse sequito durante todo el día, puedes empezar a trazar un plan para las noches. Espera a que pueda ir al baño solito sin problemas durante el día, y luego empieza a verificar si sus pañales están secos cuando se despierta por las mañanas y después de las siestas.

Muchos niños empiezan a despertarse con el pañal seco después de haber dormido una siesta a los seis meses de haber aprendido a usar el baño, pero el entrenamiento nocturno es más difícil porque depende de la capacidad que tenga tu hijo de almacenar orina por más tiempo y de si duerme o no profundamente.

Si él quiere dormir sin pañales, compra antes un forro impermeable para el colchón que se pueda limpiar con un paño húmedo, colócalo bajo la sábana y listos. 

Si al cabo de algunas noches de prueba ves que tu hijo no estaba listo para dormir sin pañales, vuélveselos a poner, pero sin criticarlo.

Dile simplemente que su cuerpo aún no está preparado para dar este paso y asegúrale que pronto estará lo suficientemente grande para volverlo a intentar.

Si en cambio tu hijo despierta completamente seco tres de las últimas cinco noches, ¡ya está listo! Ayúdale a tener éxito limitando la cantidad de líquidos que tome a partir de las 5 de la tarde y despertándolo para llevarlo al baño por última vez antes de acostarte.

Si tienes la impresión que tu hijo está tardando una eternidad en mantenerse seco por las noches, procura no preocuparte: los accidentes nocturnos se consideran normales hasta por lo menos los 7 años de edad.

Di adiós al pañal:
Ha llegado el momento de decirle adiós para siempre a los pañales, y de reconocer que tu hijito ha realizado una gran tarea.
Demuéstrale que te alegras mucho por él, y refuerza su sentimiento de amor propio y dignidad permitiendo que él mismo regale los pañales que le hayan sobrado a algún familiar o amigo que tenga niños pequeños.
O, si usas pañales de tela, deja que él mismo prepare el último paquete para que lo recoja el servicio de limpieza.
Y así, hasta aquí han llegado los pasos para quitarle a un niño el pañal… Si bien no olvidemos, que la incontinenica urinaria o enuresis


es un problema muy habitual en los niños, y que aquí encontraréis toda la información necesaria para saber más de este trastorno… Entre ellos el preguntar a nuestra doctora Rocío Santiago.

http://www.incontinenciainfantil.es/consulta-a-la-doctora

jueves, 15 de abril de 2010

El tercer paso es crear una rutina para tu niño.


Como comenzamos a hacer la semana pasada, los pasos para quitarle un pañal a un niño se podrían dividir en 11, el 4º y 5º sería crearle una rutina al niño, y el siguiente... os vamos a sorprender: decir adiós al pañal.

Pero no adelantemos acontecimientos; veamos en qué consisten esas rutinas.

Para empezar, haz que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, la idea es que vaya "reconociendo ésas rutinas" por eso lo puede hacer después de desayunar, antes de bañarse... quizás un niño responda estupendamente, e incluso le divierta, otros en cambio, según su personalidad, te lo pondrán más difícil; pero no pierdas la calma, no insistas en exceso, porque eso puede tener justo el efecto inverso del que queremos conseguir.

De hecho, si ocurre, lo mejor que puedes hacer es guardar el orinal, esconderlo una temporada y asegurarte así que pierde ese "efecto rechazo".

Si después de esta tregua está dispuesto a sentarse, excelente; pero aún no intentes explicarle por qué debe hacerlo, por ahora, tu único objetivo es que se acostumbre a su orinal. Por lo tanto, asegúrate de colocarlo en un lugar accesible y conveniente...

Incluso me atrevería a decir que lo puedes llevar a su sitio de juegos favoritos, al jardín en verano, sí, sí, al jardín... que sea como una sillita.... y para qué todo esto, pues una vez que el niño esté acostumbrado a sentarse vestido en su orinal... el paso siguiente, es hacerlo sin pañal!! ése es nuestro cuarto paso: Dile adiós al pañal.

Recuerda que es algo que nunca ha hecho antes y que necesita acostumbrarse a la sensación de estar ahí sin ropa. Ésta es la etapa en que empezarás a explicarle que así lo hacen mami, papi (y los hermanitos que tenga) todos los días.

O sea, explícale que cuando ya eres mayorcito te quitas la ropa antes de hacer pipí o popó. Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el inodoro es viéndote hacerlo.

Cuando le estás demostrando cómo se usa el inodoro, es bueno que le vayas explicando lo que estás haciendo, le enseñes lo que has "producido", y le muestres que al final te limpias, te vistes, tiras de la cadena y te lavas las manos... y que aunque papá lo hace de pié, lo lógico es que aprenda, por ahora, sentado.

Si el niño hace algo en el orinal, muy bien, pero no se lo exijas ni insistas demasiado. Recuerda que es importante esperar a que tu niño muestre señales de que está interesado en ir al baño solito... no olvides nuestros anteriores pasos :)
El próximo día para terminar, cerraremos con el Entrenamiento.



De cualquier manera, si tienes alguna duda concreta, te recomendamos que escribas a nuestra pediatra especializada la Doctora Rocío Santiago.

jueves, 8 de abril de 2010

Reconocer las señales... para quitarle el pañal


Hemos visto que la referencia que hemos hecho a los pasos para quitarle de manera normal a un niño o niña a quitarse el pañal, merecen mucho la pena ser explicado de manera más ampliada, en concreto, los referidos, creemos, a a estos pasos en concreto:
1.- identificar que las señales de tu niño está listo
3.- Crea una rutina para tu niño
5.- Muéstrale cómo se hace
10.- Comienza el entrentamiento nocturno.

Por eso a lo largo de estas semanas los desarrollaremos de manera adecuada.

Cuando hablamos de "identificar señales" nos refirimos a que algunos niños pueden estar listos a los los 18 meses de edad, pero hay otros que no demuestran el más mínimo interés hasta que tienen 3 años o más.

Físicamente, la mayoría de los niños desarrollan la capacidad de controlar sus esfínteres alrededor de los 3 años, y hasta los 5 años se considera normal que tengan algunas momentos de urinaria.


Hoy en día, con la facilidad de los pañales desechables y el conocimiento de que no es bueno forzar a los niños antes del debido momento, lo mejor es esperar a que tu hijo empiece a mostrar ciertas señales, veámos cuáles:

Señales físicas
• Tiene suficiente equilibrio y coordinación para caminar, y hasta correr con firmeza. 

• Orina bastante de una sola vez. Además, va al baño regularmente. 

• Se mantiene "seco" por períodos de por lo menos 3 o 4 horas, debido a que los músculos de la vejiga se han desarrollado lo suficiente para retener y almacenar orina. 



Señales de comportamiento
• Es capaz de sentarse y mantenerse en la misma posición por dos a cinco minutos. 

• Puede subirse y bajarse los pantaloncitos por sí solo.
• Le molesta tener sucio el pañal, e incluso, trata de imitar a los adultos cuando van al baño (quiere verte ir al baño, ponerse ropa interior, etcétera). 

• Demuestra físicamente que está haciendo del baño (hace ruidos, se agacha, o te lo dice).

• Muestra que le gusta ser independiente. Se muestra orgulloso de sus logros.

• No es un niño que a todo dice que "no" y no parece resistirse a aprender a usar el orinal infantil, sino incluso, colaborativo.



Señales cognitivas

• Obedece instrucciones sencillas (por ejemplo, "dame el juguete").


• Comprende la importancia de guardar las cosas en su lugar. 


• Tiene palabras (pueden ser las suyas propias) para las evacuaciones y la orina. 


• Sabe cuando tiene que hacer del baño (percibe las señales físicas) y es capaz de decírtelo antes de hacerlo.

Todas estas señales son muy importantes para empezar a ir al baño solito en lugar de presionarlo a que empiece a entrenarse sin estar preparado.

Y es que tú mismo/a deberías poder responder sí a estas claves para hacerlo

Además, pueden influir otras variables como que ciertas “técnicas caseras” hayan ido muy bien con tu primer hijo pero pueden no funcionar con el segundo.

Lo bueno es que los hijos que vienen después suelen aprender con mayor rapidez que los primogénitos, y que las chicas sean más rápidas que los chicos.

Además, el entorno del propio niño, puede afectar:

Si en este momento tu pequeño está pasando por un cambio en su vida, como ir a una nueva escuela o guardería, o la llegada de un hermanito, o incluso, estáis fuera de casa, es muy probable que el proceso de retirada del pañal se vuelva más difícil, y lo ideal sería retrasarlo hasta que la situación se estabilice. 



De la misma manera que su entorno, y humor puede afectar, tiene sentido empezar a enseñar a tu niño en un momento en que tú no puedas dedicarle el tiempo, la paciencia y el buen humor necesario… Recomendamos mucha tranquilidad, y hacer un poco “caso omiso” de los consejos familiares que indican “este niño está tardando mucho, no?”

Seguiremos hablando… pero si tu problema es otro, y tu niño tiene más de 6 años, te recomendamos que preguntes directamente con nuestra pediatra especializada.