En nuestra sociedad están sobrevaloradas las conductas que podemos calificar de extrovertidas y, quizá por eso, podría parecer que los niños lanzados tienen potencial o van a ser más felices que los tímidos. Pero es una creencia falsa.
Todos, tímidos y lanzados tienen sus propias cualidades y ni al tímido le están vedadas, por ejemplo, unas relaciones sociales estupendas, ni al lanzado la capacidad de reflexión. De hecho suele ocurrir que ambas personalidades se compenetren y lleguen a ser grandes amigos. Lo importante es conocer bien a nuestro hijo y guiarle de acuerdo a su particular manera de sentir y hacer. Así hay que buscar la manera de potenciar lo bueno de cada carácter y ayudarle con lo menos positivo.
Algunas características:
Niños Tímidos:
-Son observadores
-Son cautos
-Se relacionan mejor en grupos pequeños
-Suelen ser independientes y discretos
-Suele ser poco habladores y son concisos cuando lo hacen.
Niños Lanzados:
-Son participativos
-Son muy impulsivos
-Les encanta estar en grupo
-Siempre intentan llamar la atención
-Son parlanchines
Como nos puede ayudar esto para enfrentarnos a la enuresis, dependiendo del carácter que tenga nuestro hijo podemos o debemos actuar de una manera diferente o intentarlo al menos:
Con el más reservado, es posible hablar con ellos razonando las cosas y explicando claramente, siempre en un lenguaje asequible, sereno y afectivo, el problema, las soluciones y animarle en todo momento, sabiendo que tienen apoyo incondicional y todo el tiempo del mundo. Su capacidad de observación les proporciona a veces información del entorno que pasa desapercibido para otros. Sus decisiones son firmes y siempre sobre seguro.
Con los más extrovertidos, nos permite acercarnos a ellos de una manera mucho más distendida y no haciendo del problema algo negativo, algo que en ningún caso debemos hacer, independientemente del carácter de nuestro pequeño. Podemos aprovechar su gran dinamismo y optimismo para proponerle todo tipo de juegos y actividades. Por esto mismo, se sobreponen bastante bien a los posibles fracasos y, en vez de retirarse, suelen intentarlo con más ahínco.
Fuente: Ser Padres
Todos, tímidos y lanzados tienen sus propias cualidades y ni al tímido le están vedadas, por ejemplo, unas relaciones sociales estupendas, ni al lanzado la capacidad de reflexión. De hecho suele ocurrir que ambas personalidades se compenetren y lleguen a ser grandes amigos. Lo importante es conocer bien a nuestro hijo y guiarle de acuerdo a su particular manera de sentir y hacer. Así hay que buscar la manera de potenciar lo bueno de cada carácter y ayudarle con lo menos positivo.
Algunas características:
Niños Tímidos:
-Son observadores
-Son cautos
-Se relacionan mejor en grupos pequeños
-Suelen ser independientes y discretos
-Suele ser poco habladores y son concisos cuando lo hacen.
Niños Lanzados:
-Son participativos
-Son muy impulsivos
-Les encanta estar en grupo
-Siempre intentan llamar la atención
-Son parlanchines
Como nos puede ayudar esto para enfrentarnos a la enuresis, dependiendo del carácter que tenga nuestro hijo podemos o debemos actuar de una manera diferente o intentarlo al menos:
Con el más reservado, es posible hablar con ellos razonando las cosas y explicando claramente, siempre en un lenguaje asequible, sereno y afectivo, el problema, las soluciones y animarle en todo momento, sabiendo que tienen apoyo incondicional y todo el tiempo del mundo. Su capacidad de observación les proporciona a veces información del entorno que pasa desapercibido para otros. Sus decisiones son firmes y siempre sobre seguro.
Con los más extrovertidos, nos permite acercarnos a ellos de una manera mucho más distendida y no haciendo del problema algo negativo, algo que en ningún caso debemos hacer, independientemente del carácter de nuestro pequeño. Podemos aprovechar su gran dinamismo y optimismo para proponerle todo tipo de juegos y actividades. Por esto mismo, se sobreponen bastante bien a los posibles fracasos y, en vez de retirarse, suelen intentarlo con más ahínco.
Fuente: Ser Padres
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