martes, 14 de diciembre de 2010

Enuresis. Algunos consejos para tratarla.


El niño que presenta enuresis se orina en la cama en forma involuntaria. Se trata de un problema que afecta a toda la familia, pero que es especialmente molesto para el niño. Como ya hemos dicho, muchas veces, siempre hay que evitar hacer que se sienta culpable y apoyarle en todo momento.

Por lo general, no se empieza a tratar a estos niños antes de los 5 años de edad; dada la posibilidad de curación espontánea en 15% de los pacientes, es preferible iniciar el tratamiento entre los 6 y los 7 años. El tratamiento incluye medidas conductuales, en algunos casos medicamentos y el uso de alarmas.

Unos consejos generales

Asegúrese de que el niño no bebe mucho dos horas antes de acostarse. Por el contrario es beneficioso que beba mucho durante el día y animarlo a que aguante todo lo que pueda antes orinar. También puede beneficiarle el interrumpir el chorro varias veces mientras orina ("abrir y cerrar el grifo"). De esta manera podría aumentar su capacidad vesical y hacerse más consciente del control de su vejiga. Compruebe que el niño haga "pis" antes de acostarse.

Todo ello no garantiza que el niño deje de mojar la cama, pero puede ayudar.
Despertar al niño en mitad de la noche para llevarlo al baño no sirve de gran ayuda, dado que el niño no se despierta por sentir él mismo la necesidad de orinar y suele recaer en cuanto sus padres dejan de levantarlo.

Debe protegerse la cama usando un colchón o una funda o protector impermeables debajo de la sábana inferior. Debe sujetarse firmemente para prevenir el riesgo de asfixia. Si el niño es lo suficientemente mayor, ponga ropa de cama seca al alcance del niño para que pueda cambiarla si se despierta mojado. Deje que él cambie las sábanas, no como castigo, si no para que se haga cargo del tema con naturalidad. Ello lo hará también más consciente de la situación.

Cuando el niño esté preocupado y motivado para ello, puede llevar un calendario o diario y registrar los días secos y mojados para ver los progresos. Por supuesto, celebrar cada noche seca. Animarlo es a menudo la mejor manera de enfrentarse a su problema.

Los sistemas de juegos y premios harán que nuestros pequeños se esfuercen por controlar su micción; y lo harán de una forma divertida, desechando la idea de que lo estén haciendo como si verdaderamente tuviesen un problema. Este sistema de juego resultará efectivo sobre todo entre los 2 y los 6 años. Nuestros niños y niñas tratarán de no hacerse pis en la cama al ver recompensado su éxito con un premio a su esfuerzo. Lo mejor de todo es que, donde ellos ven simplemente un juego, la realidad refleja un aprendizaje y control de sus esfínteres.

Los calendarios de progresos junto a un sistema de recompensas representan una forma ideal de fomentar la responsabilidad de nuestros hijos a la hora de controlar sus escapes; y lo mejor de todo es que ellos lo verán como un juego. A medida que nuestros hijos se van haciendo mayores, y sobre todo a partir de los 6 u 8 años, van teniendo uso de razón y podemos tratarles como a un pequeño adulto, siendo en este momento cuando el juego irá dando paso hacia la responsabilidad.

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