martes, 21 de diciembre de 2010

Verdades y mentiras de la Enuresis


Muchos son los mitos que se han creado y que aún se mantienen y siguen creciendo en torno a la enuresis. Falsas creencias que llevan a muchos padres a pasar por alto este problema, a esconderlo y, en algunos casos, a no darle el tratamiento adecuado para encontrar una solución. Por esa razón hemos creido necesario, repasar y actualizar la lista de algunas de las mentiras que se ciernen sobre la incontinencia infantil. Y aquí pasamos a descubrirlas:

Se dice: Llevar al niño al baño durante la noche.
Realidad: La mayoría de los padres prueban este método en algún momento, ya que llevarles al baño parece ser una medida natural para que dejen de mojar la cama o para que, al menos, lo hagan con menor frecuencia. Sin embargo, es posible que esta medida empeore la situación, ya que el niño de manera inconsciente, se habitúa a que les despierten en mitad de la noche para ir al baño, de manera que no ejercitan la vejiga, incluso, pueden aparecer trastornos en el sueño.

Se dice: Mojar la cama es una forma de los niños de llamar la atención y hacerse notar.
Realidad: El niño que moja la cama no necesariamente sufre de un problema de aprendizaje ni de comportamiento. Los niños nacen incontinentes y, poco a poco, desarrollan esta capacidad fisiológica y a algunos les lleva mucho más tiempo. Es verdad, además, que en la mayoría de los casos no existe causa médica.

Se dice: Alguien tiene la culpa.
Realidad: La enuresis no es culpa de nadie. Hay muchas causas y motivos, como ya hemos visto

Se dice: Hay una cura para la enuresis.
Realidad: No existe una cura mágica para la enuresis; se trata de algo que desaparecerá con el tiempo. No obstante, existen cosas que se pueden poner en práctica para que tanto el niño como los padres lo afrontemos mejor, con optimismo y mucha paciencia. Hay que recordar además que no se trata de una única solución; cada niño o adolescente requiere un tratamiento distinto en función del diagnóstico de su médico. De ahí la importancia de consultar al pediatra.

Se dice: La mano dura es el remedio más efectivo.
Realidad: Ya hemos hablado muchas veces, que el niño es el primero que sufre las consecuencias de la enuresis. Y por ello, es nuestro deber como padres, apoyarle y transmitirle serenidad y tranquilidad. Que sienta que no está solo y que toda la familia lo apoya.

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