El miedo a mojar la cama produce una gran ansiedad en el niño. Como padres, debemos calmarles y hacerles ver que no existe ningún tipo de represalia por ello, sin olvidarnos de demostrarles que es algo que pueden solucionar.
Una opción muy cómoda para los pequeños es el empleo de pañales desechables. Les mantienen secos y cómodos, y evitan que se ensucie la ropa o la cama. Los más recomendables son los que tienen una malla-braga, porque constan de un apósito de tamaño variable y una braga elástica lavable. Se adaptan perfectamente al cuerpo, lo que permite mayor libertad de movimiento.
Para proteger el colchón, existen dos modos: el protector de celulosa, que es un producto absorbente e impermeable de un solo uso, o las fundas impermeables. Estas últimas se colocan bajo las sábanas para evitar el contacto directo con la piel del niño, y tienen algunas desventajas, como por ejemplo que dan calor y que deben lavarse regularmente.
Esto son solo unas pequeñas prácticas a nivel material. Pero no debemos olvidar que nuestro objetivo deber ser el emocional, el ayudar a nuestros hijos a que se dejen de hacer pis por las noches, que sean capaces de controlar su cuerpo y que, en definitiva, crezcan y se desarrollen sin ningún tipo de complejo.