viernes, 6 de mayo de 2011

Los hermanos, no todo es negativo


Como ya hemos hablado en alguna ocasión, la enuresis no tiene solo una causa, si no que suele ser el resultado de un conjunto de factores que pueden afectar a los pequeños. Uno de esos factores, del que ya hemos hablado, es la llegado de un nuevo miembro a la familia, esto es un hermanito. En esta ocasión queremos hablar de los aspecto positivos y a tener en cuenta en las relaciones entre hermanos.

Probablemente dos hermanos que no se llevan mucha diferencia de edad compartirán sus juegos y sus confabulaciones frente a la autoridad paterna, pero también peleas y enfados. No es lo mismo ser hijo único, pertenecer a una familia numerosa, tener un hermano mayor o recibir uno más pequeño de forma inesperada.

Los hermanos entre los que hay poca diferencia de edad discuten y se pelean a menudo, pero también se hacen cómplices ante la autoridad paterna. A pesar de estas variaciones, los especialistas defienden que las relaciones entre hermanos contribuyen en general a desarrollar la empatía o comprensión del estado emocional de los demás, es decir, ayudan a que el niño sepa ponerse en la piel del otro y adquiera una conducta más social.

Esto se debe a que los hermanos:

• Experimentan las mismas emcoiones ya que comparten padres y situaciones familiares.

• Se enseñan a compartir y a ser más receptivos a las necesidades del otro ante las presiones de los padres, que les obligan a dirimir sus difrenecias y a ceder.

• Aprenden por observación del otro.

• Se acostumbran a una dependencia mutua y a una continua interacción.

Aún así, no hay ninguna posición más o menos favorable. Cualquier lugar que se ocupe entre los hermanos tiene ventajas o inconvenientes. Veamos no obstante, algunas características generales y típicas:

• El primogénito. En él se depositan todas las expectativas e ilusiones de sus padres. También en él se aglutinan las inseguridades y temores e inexperiencias. Ha sido único por un tiempo y recibe con la llegada del hermano un duro golpe a su soberanía. Suele ser el modelo y posee cierta autoridad pero también sufre una gran sensación de responsabilidad.

• El mediano. Puede que sea ésta la posición más difícil. A veces es demasiado mayor para estar con los pequeños y demasiado pequeño para estar con los mayores. Simultáneamente se juzga con arbitrariedad su madurez: a veces es mayor, a veces es pequeño. Sin embargo suele gozar de un éxito social y soltura que no tendrá su hermano mayor.

• El benjamín. Suele tener dependencia respecto a sus hermanos y con ello será más difícil alcanzar independencia y autonomía. Pueden achacarse a esta posición la inseguridad, testarudez e inestabilidad.

• El hijo único Es depositario de la dedicación a tiempo completo de sus padres, de su cariño y protección. Ello puede suponer que sea caprichoso o egoísta. Aunque pudiéramos pensar que no tienen celos, no es así. Sufren por el temor a perder el amor de sus padres, de molestarles, etc. pueden sufrir celos de un amiguito.

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