Para empezar a tratar la enuresis tenemos que comenzar por reconocer que nos llevará tiempo y que requerirá de nosotros, los padres, mucha paciencia y optimismo y, de nuestros hijos mucho esfuerzo y confianza.
Pero como todo en la vida, a los problemas también hay que buscarles el lado positivo. En este caso, se trata de la posibilidad de compartir actividades con nuestros hijos con la satisfacción intrínseca de que ambos, padres e hijos, vamos hacia un objetivo común.
Esto no necesariamente tiene que ser un camino complicado. Podemos hacerlo "jugando". Existe un conjunto de actividades que podemos compartir con nuestros hijos en casa y que nos ayudaran a educar los esfínteres del pequeño de una manera divertida. Aquí te presentamos unos ejercicios contra la enuresis que los puedes llevar a cabo a modo de juego:
1º Juguemos a "aguantar": Es una práctica que permite a nuestro pequeño involucrarse a través del control de las bebidas y de la micción cuando está despierto. ¿Cómo lo hacemos? Buscaremos que nuestro hijo ingiera una mayor cantidad de líquido al día, como agua, zumos, etc. Y, cuando tenga ganas de ir al baño, le animaremos a que se contenga. Al principio será suficiente con que sean unos pocos segundos, para ir aumentándolos de forma gradual y progresiva.
2º "El juego de cortar": Hay otro ejercicio que se recomienda para fortalecer los músculos implicados en la micción que se conoce como ejercicio de entrenamiento vesical y que consiste en ir cortando el flujo mientras el pequeño está orinando. Se sugiere empezar a hacerlo cuando ya esté terminando, porque la presión de la vejiga es menor. Progresivamente se irá adelantando el momento hasta que nuestro pequeño sea capaz de cortar casi al empezar, durante 5 segundos, y durante 2 ocasiones más, antes de vaciar la vejiga por completo.
3º "El juego del calendario": A partir de estas actividades se puede establecer un calendario que se encargarán de llenar nuestros hijos con la cantidad de veces que orinan durante el día. Como mencionamos en días anteriores, los padres pueden hacer una especie de calendario paralelo con sus propias tareas para que el pequeño no sienta que se le controla en exceso, sino que se trata de un trabajo en “equipo”.
4º "El juego de cambiarse ": Sin pensar que se trata de un castigo, sino de una responsabilidad, es recomendable que se acostumbre a los pequeños a cambiar sus sábanas y pijama mojados, ponerse una muda limpia y trasladarlo todo al cesto de la ropa sucia. Este es un ejercicio que para muchos contribuirá a que asuma que es un problema que tiene que superar.
La clave para que estas actividades den los resultados esperados es proponerlo como un juego divertido y no como una obligación. Recordad que los pensamientos y la actitud positiva siempre son y serán importantes.
Pero como todo en la vida, a los problemas también hay que buscarles el lado positivo. En este caso, se trata de la posibilidad de compartir actividades con nuestros hijos con la satisfacción intrínseca de que ambos, padres e hijos, vamos hacia un objetivo común.
Esto no necesariamente tiene que ser un camino complicado. Podemos hacerlo "jugando". Existe un conjunto de actividades que podemos compartir con nuestros hijos en casa y que nos ayudaran a educar los esfínteres del pequeño de una manera divertida. Aquí te presentamos unos ejercicios contra la enuresis que los puedes llevar a cabo a modo de juego:
1º Juguemos a "aguantar": Es una práctica que permite a nuestro pequeño involucrarse a través del control de las bebidas y de la micción cuando está despierto. ¿Cómo lo hacemos? Buscaremos que nuestro hijo ingiera una mayor cantidad de líquido al día, como agua, zumos, etc. Y, cuando tenga ganas de ir al baño, le animaremos a que se contenga. Al principio será suficiente con que sean unos pocos segundos, para ir aumentándolos de forma gradual y progresiva.
2º "El juego de cortar": Hay otro ejercicio que se recomienda para fortalecer los músculos implicados en la micción que se conoce como ejercicio de entrenamiento vesical y que consiste en ir cortando el flujo mientras el pequeño está orinando. Se sugiere empezar a hacerlo cuando ya esté terminando, porque la presión de la vejiga es menor. Progresivamente se irá adelantando el momento hasta que nuestro pequeño sea capaz de cortar casi al empezar, durante 5 segundos, y durante 2 ocasiones más, antes de vaciar la vejiga por completo.
3º "El juego del calendario": A partir de estas actividades se puede establecer un calendario que se encargarán de llenar nuestros hijos con la cantidad de veces que orinan durante el día. Como mencionamos en días anteriores, los padres pueden hacer una especie de calendario paralelo con sus propias tareas para que el pequeño no sienta que se le controla en exceso, sino que se trata de un trabajo en “equipo”.
4º "El juego de cambiarse ": Sin pensar que se trata de un castigo, sino de una responsabilidad, es recomendable que se acostumbre a los pequeños a cambiar sus sábanas y pijama mojados, ponerse una muda limpia y trasladarlo todo al cesto de la ropa sucia. Este es un ejercicio que para muchos contribuirá a que asuma que es un problema que tiene que superar.
La clave para que estas actividades den los resultados esperados es proponerlo como un juego divertido y no como una obligación. Recordad que los pensamientos y la actitud positiva siempre son y serán importantes.
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