viernes, 25 de junio de 2010

En casos de regresión: paciencia y perseverancia



Por lo general, lo que nos suele pasar a los padres es que cuando vemos que nuestros hijos dejan de mojar la cama damos por sentado que el problema ha llegado a su fin. Una posible regresión, es decir, que nuestro hijo vuelva a reincidir con los problemas de incontinencia, puede ser motivo de desesperación en nuestras familias y puede afectar aún más a la confianza de nuestro hijo.


Es verdad que en muchos casos los niños, sobre todo a los seis años y, a medida que empiezan a tener un mayor control sobre sus acciones, dejan atrás la enfermedad. Pero como bien menciona nuestra experta, la doctora Rocío Santiago, hasta que se consigue el definitivo control de los esfínteres, los niños pasan por fases mojadas alternadas con otras secas. Así que, aunque ahora todo vaya bien, puede que pasemos por una de esas etapas y debemos de estar preparados.


Lo aconsejable es seguir confiando y, en todo caso, esforzarse más por aumentar la confianza de nuestro hijo, retomar algunas de las acciones y actividades contra la enuresis, como los calendarios y, sobre todo, tener en cuenta que en casos de regresión, los niños tienden a mojar la cama con menos frecuencia. 


En todo caso, esta situación de regresión se conoce como enuresis secundaria y se presenta en los niños que, habiendo controlado perfectamente los esfínteres cuando les correspondía cronológicamente durante un tiempo, hacen una regresión y dejan de controlar, provocando la aparición de la incontinencia, que puede ser nocturna o diurna. 


No os desesperéis y recordad siempre que hay dos claves fundamentales para salir bien librado de la enfermedad: paciencia y perseverancia.

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