miércoles, 19 de mayo de 2010

La actitud correcta para educar.


Hace poco, hacíamos referencia a un post que queremos destacar entre otros, y era el debate de si encarar un problema con nuestros hijos con un castigo... o a través del premio.
De la misma manera, este debate y por nuestra parte, sugerencia, de educar en positivo, ya lo referenciábamos en un antiguo comentario de este blog.

De la misma manera, hoy queremos referencia a un post del blog Educar en positivo, muy interesante como reflexión, dirigido a los niños en edad escolar:
El impacto de nuestras palabras como padres, maestros o guías de familia, tienen muchas veces más fuerza de lo que podemos imaginar. Si enviamos mensajes positivos, el ciclo de la comunicación se abre y nos permite entrar y conocer a nuestros hijos.

Cuando queremos hablar sobre el Futuro Escolar con nuestros hijos, es importante que tomemos en cuenta la edad del niño, pues no podemos pretender que un niño se vea profesionalmente realizado cuando aún está cursando el primer grado de la escuela primaria, pero lo que sí podemos en cambio, es empezar un entrenamiento desde temprana edad, en donde estas criaturitas, puedan saber que cada día en la escuela, es un día ganado, que es como ir acumulando puntaje en un video juego.

Cuando los niños empiezan a crecer, empieza la etapa de separación. Ellos mismo comienzan a conocerse y a tratar de entenderse. Nuestro papel como padres, es entrenarlo para que ellos lleguen a tomar con seriedad el compromiso escolar. Que el muchacho entienda que cada día es la construcción de esta meta. Que no significa "Querer ser…" o "Cuando sea grande…". Es en esta edad precisamente en donde se empieza la labor y que si bien es cierto que es lejana, también es cierto que no es ajena a ellos.

Nuestra meta es guiar a nuestros niños a entender que éste proceso depende en gran parte de él, que los padres y maestros estarán allí para enriquecer y apoyarlo en su educación. Cuestione a su hijo, hágale ver que sus actos tienen consecuencias y que si estos actos son acertados, las consecuencias también lo serán. Pregúntele: ¿Qué estás haciendo hoy para formar tu Futuro Escolar? ¿Qué hiciste hoy por tu Futuro Escolar? ¿Crees que la decisión que estas tomando ahora favorecerá tu Futuro Escolar? Evalúe con él y ayúdele a proyectar un plan de trabajo en el "ahora" para éste "Futuro" deseado.

Algunos niños evaden esta responsabilidad diciendo que "Aún no saben que van a querer ser cuando sean grandes" y sus padres tienden a enternecerse con esta respuesta y aplaudir la evasión diciéndoles que: "Es cierto, el niño todavía está muy pequeño para saber lo que quiere ser". ¡Alto!, ¡Reaccione! Quizás todos quisiéramos ser rico algún día, unos más prontos que otros, pero dejamos este deseo al factor suerte. ¡El Futuro Escolar no puede darse ese lujo! Hágale ver que "querer ser" significa proyectar la meta final, pero que hay que trabajar para llegar a ella. Puede pasar que no se tenga una meta clara sobre la carrera universitaria que desee cursar, pero eso no lo invalida o lo excusa a forjar un camino en el ahora que cada vez pueda acercarle a su futuro destino profesional.

Nadie dice que irá al banco dentro de 5 años para retirar su dinero y vivir como cree merecerse, sin antes haber depositado en su cuenta. Quizás yo pueda abonar un centavo al día, pero, ¿Será razonable que deposite un centavo al año y aún así esperar que éste se multiplique mágicamente en mi cuenta bancaria? ¿Qué retiro si no deposito? Como reza el dicho: "Sembrar para cosechar".

Como cierre, otra referencia, la cita de Arturo Quiroz Lepiz, "Aunque no escribas libros. Eres el escritor de tu vida".

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