lunes, 10 de agosto de 2009

Las preguntas más frecuentes sobre la enuresis


Cuando nuestro hijo no cesa de mojar diariamente la cama, son muchas las dudas que nos asaltan. Aquí hemos recogido algunas, sirviéndonos de ayuda de la Asociación de Familiares y Pacientes con enuresis:


¿Por qué no esperar a que se cure por si sola?

Son muchos los padres que no consultan este problema con el médico, ya que con el paso del tiempo y, sobretodo con paciencia, suele resolverse satisfactoriamente.

Pero no hay que adoptar esta actitud, porque se trata de una enfermedad crónica que puede prolongarse hasta la edad adulta en casi un 3% de los pacientes. Corren el riesgo de padecer nicturia, afección en la cual la persona se despierta varias veces durante la noche para orinar. Y debido a esto, a menudo tienen ciclos de sueño interrumpidos. Otro de los síntomas que puede aparecer es el síndrome de la vejiga hiperactiva.


¿Es realmente un problema psicológico?

No hay datos que indiquen que los factores psicológicos sen exclusivamente los causantes de la enuresis. Pero está demostrado que el estrés, la ansiedad y el cansancio pueden favorecer la inestabilidad de la vejiga y la perturbación del sueño.

En la vía contraria, la enuresis sí que pede causar trastornos psicológicos. La agresividad y la depresión suelen ser las secuelas más comunes. Los niños enuréticos son, en muchas ocasiones, víctimas de humillaciones y fracaso escolar.


¿Es un problema hereditario?

Las investigaciones apuntan que si ambos padres han sido enuréticos de pequeños el riesgo para los hijos es de un 77%. Si un solo padre ha sufrido la enfermedad, el pequeño tendrá un 43% de probabilidades de padecerla.


¿Qué pruebas debe realizarse el niño?

En la consulta del pediatra, éste le realizará las pruebas pertinentes, que suelen ser una anamnesis (cuestionario de ayuda a la historia clínica), una exploración física, un diario miccional durante al menos 3 días (hoja frecuencia/volumen), un análisis de orina, y quizá una ecografía o una calciuria en orina de 12 horas.


¿Por qué se sigue mojando la cama?

Hay tres factores a tener en cuenta:

Poliuria nocturna. Es una producción excesiva de orina durante el sueño, producida por beber demasiado en la noche, por comer copiosamente justo antes de la hora de dormir o por tener unos niveles bajos de hormona antidiurética.


Capacidad para despertar. En presencia de un determinado estímulo, la profundidad del sueño de un niño enurético cambia menos que la de un niño que no lo es. Este fenómeno, a menudo interpretado por los padres como un "sueño muy profundo" es en realidad debido a un mayor umbral del sueño. En consecuencia, un niño enurético no se despierta cuando su vejiga está llena o cuando su vejiga se contrae de forma involuntaria.


Inestabilidad vesical.
Consiste en la tendencia del músculo de la vejiga de contraerse de repente involuntariamente cuando la vejiga aún no esta llena, haciendo que el cerebro no logre el control muscular de la vejiga. Si se producen de día, le pillan desprevenido y le originan escapes de orina. Si se producen de noche, el niño moja la cama.


¿Qué consecuencias puede tener en el niño?

La enuresis causa un sentimiento de ridículo y baja autoestima en el niño que puede traer como consecuencia trastornos psicoafectivos y desordenes psíquicos. Un estudio titulado “La autoestima antes y después del tratamiento en niños con Enuresis nocturna e Incontinencia urinaria”, realizado por el Hospital Universitario de Umea (Suecia), concluye que un temprano tratamiento en niños pequeños con enuresis nocturna es aconsejable para prevenir posteriores alteraciones psicológicas.

Un estudio comparativo entre niños enuréticos, niños enfermos crónicos y un grupo control llegó a la conclusión de que los niños enuréticos tenían una peor imagen de sí mismos y eran los que tenían más problemas para relacionarse con sus compañeros:
- El 50 % de los niños se siente angustiado, o preocupados
- Al 32,4 % les preocupa el tema
- Al 16,4 %, les acompleja
- Al 9,7 %, les retrae
- Al 31,8 %, les molesta
- El 6,6 % lo consideran normal para su edad



Gran parte del sufrimiento de estos pequeños está provocado por el manejo inadecuado de sus padres de la enfermedad. Según un estudio, el 48,7 % de los padres les ponen pañales; el 66%, despiertan al niño para que orine; el 55,7%, restringen las bebidas en la tarde/noche, el 19%, les regaña, el 4%, les castiga y sólo el 20% consultan con el médico. El resto de los padres busca la intimidad del niño con el consiguiente peligro de aislamiento. Un correcto control y seguimiento médico pueden no sólo ayudar a superar la enuresis más rápidamente, sino ayudar a prevenir muchos de los trastornos psicológicos asociados.


La enuresis no afecta sólo al niño, trasciende a toda la familia y produce sentimientos de frustración en los padres. Pero no hay que olvidarse que con un poco de paciencia y de realismo, el niño puedo superarlo. No olvidemos que el mejor apoyo son los padres.

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