jueves, 9 de junio de 2011

Enuresis. Un resumen


Enfrentarse al problema con naturalidad, paciencia y comprensión.

El tratamiento de la enuresis requiere un enfoque adecuado por parte de los padres y familiares del niño que presenta este trastorno. No resulta conveniente los castigos o las amenazas ya que acrecienta la tensión y empeora el problema. El tratamiento adecuado requiere apoyo y paciencia por parte de los padres o hermanos mayores para afrontarlo con delicadeza, ayudando a la persona que lo padece a resolverlo con naturalidad sin que le suponga trauma alguno.Igualmente tampoco resulta conveniente la alabanza cuando la persona afectada se levanta sin mojar la cama. Alabar la contención es otra manera de darle importancia al tema y el niño puede sentirse agobiado por ello. Lo mejor es actuar con naturalidad, cambiando las sábanas o el pijama mojado sin darle la más mínima importancia. Una manera de conseguir que el pequeño no se sienta tan culpable es hacer que participe en las faenas de cambio de la ropa de la cama o de su pijama. Para ello se le proporcionan sábanas y pijamas secos que el puede cambiarse personalmente en caso de que se de cuenta que ha mojado la cama.

Muchas veces, especialmente en los casos de enuresis secundaria, los niños mojan la cama porque se sienten emocionalmente inestables. Algún problema en la escuela, la familia, los amigos, etc puede proporcionarles un estado de ansiedad o estrés que es responsable de la enuresis. Hablar con los hijos sobre sus problemas, intentar comprender porque se sienten mal o ver si hay alguna cosa que les preocupa puede ayudar a mejorar su situación personal y solucionar o mejorar el trastorno.

La adquisición de hábitos es muy importante, como la práctica de ir al lavabo a horas fijas durante el día aunque la persona afectada no sienta necesidad. Resulta también útil que los padres se acostumbren a obligar al niño o la niña a que vaya a orinar obligatoriamente antes de irse a la cama. Igualmente, deberían despertar a los infantes antes de que los padres se vayan a dormir para que los niños o las niñas se acostumbren personalmente a levantarse a orinar. No resulta útil que los padres lleven a sus hijos en brazos hasta el lavabo porque, de esta manera, orinan semiconscientes y no se acostumbran al hábito de hacerlo voluntariamente. Durante el día pueden realizarse una serie de ejercicios para el aprendizaje del control del esfínter de la uretra o el fortalecimiento de la vejiga urinaria. Entre todos podemos mencionar los siguientes: -

Técnica de la retención: Consiste en hacer que la persona vaya el mayor numero posible de veces al lavabo y, al mismo tiempo, que sea capaza de aguantar la orina cuando siente la necesidad el mayor tiempo posible. Esto puede practicarlo el niño o la niña durante el día. Para ello se debe incrementar la ingestión de bebidas o proporcionarle tisanas que aumenten el volumen de líquido en la vejiga

Técnica de control de los esfínteres: La técnica consiste en detener el chorro de orina sin terminar de expulsarlo todo tantas veces como se pueda. Mediante la acción de parar-continuar conseguimos que los esfínteres se fortalezcan.

De esta manera, poco a poco, consigue crear unos hábitos que facilitan la contención. En numerosas ocasiones se ha comprobado como el problema llega a solucionarse al cabo de un par de meses de utilización.

Fuente: Botanical

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