Desde que nacemos tenemos empatía, pero ésta se va refinando a medida que vamos creciendo. Cuando el niño descubre y entiende nuevas emociones, su empatía se desarrolla en distintos contextos.
Durante la preadolescencia, la empatía se experimentará ante la comprensión de las emociones de los demás y las situaciones que estén viviendo. Así, aunque el interlocutor esté aparentemente contento, el niño empatizará con él si sabe que está enfermo o viviendo el divorcio de sus padres.
Para que tu hijo entienda a los demás, es necesario que primero sienta que los demás le entienden. Es importante evitar trivializar lo que nos cuenta y entender que para él es significativo. Sobre todo si se trata de temas como la enuresis que pueden afectar a muchos planos de su vida.
El niño está en constante interacción con los demás. Por lo que es necesario que sea capaz de atenderlos poniéndose en su piel, de cara a conseguir una buena comunicación.
Para ello conviene seguir estos pasos:
1. Conversa con él: cuéntale tus anécdotas, sentimientos, emociones, pensamientos y reacciones vividas en distintos momentos, luego pídele que te cuente él lo que quiera. Pregúntale cómo se sintió en esa situación y cómo se sintieron los implicados.
2. El día a día: habla con tu hijo de lo que has visto en la calle, en la televisión o sobre lo que hayas leído en un libro. Analiza la situación con él, de cara a pensar posibles emociones y reacciones desencadenantes de lo que podría haber pasado.
3. Reflexiona con él: cuando tenga reacciones o actitudes inadecuadas reflexiona con él sobre cómo se siente o sobre cómo se sentiría si la situación fuera distinta y haz que vea que en sus actos debe tener en cuenta cómo se siente la otra persona.
Durante la preadolescencia, la empatía se experimentará ante la comprensión de las emociones de los demás y las situaciones que estén viviendo. Así, aunque el interlocutor esté aparentemente contento, el niño empatizará con él si sabe que está enfermo o viviendo el divorcio de sus padres.
Para que tu hijo entienda a los demás, es necesario que primero sienta que los demás le entienden. Es importante evitar trivializar lo que nos cuenta y entender que para él es significativo. Sobre todo si se trata de temas como la enuresis que pueden afectar a muchos planos de su vida.
El niño está en constante interacción con los demás. Por lo que es necesario que sea capaz de atenderlos poniéndose en su piel, de cara a conseguir una buena comunicación.
Para ello conviene seguir estos pasos:
1. Conversa con él: cuéntale tus anécdotas, sentimientos, emociones, pensamientos y reacciones vividas en distintos momentos, luego pídele que te cuente él lo que quiera. Pregúntale cómo se sintió en esa situación y cómo se sintieron los implicados.
2. El día a día: habla con tu hijo de lo que has visto en la calle, en la televisión o sobre lo que hayas leído en un libro. Analiza la situación con él, de cara a pensar posibles emociones y reacciones desencadenantes de lo que podría haber pasado.
3. Reflexiona con él: cuando tenga reacciones o actitudes inadecuadas reflexiona con él sobre cómo se siente o sobre cómo se sentiría si la situación fuera distinta y haz que vea que en sus actos debe tener en cuenta cómo se siente la otra persona.