Si el niño se hace pis involuntariamente en el colegio, la reacción de sus compañeros puede ser la del insulto, las burlas, humillación y marginación.
Al final, los adultos, ante esta situación tenemos que ser comprensivos, sutiles, tranquilos, y ponernos siempre en el lado del más débil, en este caso, del niño que sufre enuresis… Pero no con “pena” sino intentando, a la vez, naturalizar el problema. Han de saber, que tarde o temprano, se solucionará. Es una carrera a largo plazo.
Pero si llega a saber por el resto de los compañeros, que un niño “todavía se hace pis en la cama” como apuntábamos es probable que algún mal compañero lo utilice como excusa perfecta para el conocido “bullying” o acoso escolar.
Parafraseando al psiquiatra Sergio Canals, “este tema debe enfrentarse con una política preventiva, que involucre a la comunidad escolar completa. Primero hay que realizar un diagnóstico, detectando a los niños de riesgo (agresores) y a los que sufren actualmente el problema (agredidos). En este sentido, es fundamental que los compañeros rompan el círculo del silencio cómplice”.
Por otra parte, Canals destaca que los padres y apoderados también deben ser parte de este proceso. “La familia tiene que conocer los efectos de la agresión y de ser agresor. Los padres son agentes imprescindibles para promover valores como la tolerancia y la solidaridad, además de buscar ayuda si se sospecha de un caso de bullying, ya que siempre el niño tiende a ocultar la situación”, afirma.
Por otro lado, estemos atentos, hagamos equipo con el niño que padece incontinecia e incluso, para aumentar la seguridad de los niños, pongan en práctica fórmulas y actividades extrescolares como el teatro y las artes marciales… y que la enuresis no les haga víctimas de los demás.
Cualquier duda a este respecto o cualquiera referido a la incontinencia infantil consulta con nuestra pediatra
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