Cuando castigamos a un niño con enuresis, lo único que estamos provocando es que no logre la confianza en sí mismo necesaria para solucionar su problema. Sin embargo, la utilización de recompensas los días secos puede motivarle para seguir intentándolo noche tras noche. Pero el objetivo final es hacerle comprender que la mayor recompensa es que deje de hacerse pis por las noches, que se haga mayor, y que lo consiga él sólo, con nuestro apoyo, pero sobre todo gracias a su esfuerzo.
En términos generales, en la educación de nuestros hijos, salvo en casos excepcionales en los que necesitamos obtener una respuesta inmediata, o en los que existe una situación de peligro, no suele estar justificado el uso del castigo. En cualquier caso, si fuera necesario, siempre resultaría más efectivo el expresivo que el doloroso. La utilización frecuente de castigos puede potenciar la agresividad de los niños y generar mentiras por parte del niño para evitarlos. Además, no suelen modificar el comportamiento a largo plazo, de hecho, en las familias en las que se abusa de esta medida, suele aparecer tarde o temprano el "supercastigo". Y sin embargo, sí pueden deteriorar las relaciones entre padres e hijos, impidiendo la resolución de cualquier problema, como el de la enuresis.
La utilización de un sistema de recompensas en los niños con enuresis ha resultado efectiva. Para adecuar esta técnica a la edad del niño, se puede optar por la construcción en casa de un calendario dibujado por el propio niño con su tema favorito. El paisaje debe de contar con un trayecto de pendiente ascendente en el que existan una serie de puntos intermedios, y un punto final. Se fijará un número determinado de noches secas para alcanzar las metas intermedias. En ellas, deberemos de colocar premios que al niño le resulten muy apetecibles, y preferiblemente no materiales. En la meta final, algo que le haga una tremenda ilusión. Cada día, el objeto que hayamos escogido que sea el niño de forma imaginaria avanzará o retrocederá según haya amanecido con el pañal seco o mojado. Se le puede colocar una pasta adhesiva o un velcro por detrás para hacer el trayecto más cómodo. Si es posible se deberá de mover el objeto, a primera hora de la mañana para que el niño entienda la causa-efecto de forma inmediata. Si por cualquier motivo, no se consigue en unos días ningún avance, conviene utilizar el calendario para recompensar otra buena acción del día, para que el niño no se hunda. Periódicamente, dejaremos de utilizar este método, y en sucesivos intentos, cambiaremos el decorado, para no perder la motivación del niño.
Sugerencias de temas para el calendario:
1. Torre de un castillo, en la que el príncipe tiene que escalar hasta llegar a la princesa, liberándose de dragones y brujas en el ascenso.
2. Cohete que parte de la Tierra y tiene que llegar a la luna, evitando en el camino una lluvia de meteoritos, una nave, etc.
3. Zoológico en el que el bebé tigre tiene que volver a su jaula con su mamá sin que lo cojan en el camino los elefantes, las serpientes, los hipopótamos o los monos.
4. Coche en un circuito que tiene que atravesar charcos, otro coche en la mitad del camino, un pinchazo de una rueda o echar gasolina para llegar a la meta.
5. Barco pirata en dirección a la isla de un gran tesoro, para lo cual tendrá que sobrevivir a una tormenta, a una ballena y a otra embarcación.
Sugerencias de metas intermedias:
1. Cocinar un pastel con mamá.
2. Esperar a papá a que llegue del trabajo aunque sea tarde, para que me lea un cuento mágico.
3. Preparar palomitas viendo una peli en casa.
4. Hacer una manualidad con pintura de dedos y plastilina.
5. Disfrazarse con la ropa de papá o mamá una tarde, y pintarse los labios o la barba.
Sugerencias de metas finales:
1. Ir a ver un teatro de marionetas.
2. Caminata por el transcurso de un río y comer con cesta en el campo.
3. Organizar un partido de futbol con los compañeros del cole entre padres e hijos.
4. Invitar a un amigo a jugar en casa, y que papá y mamá nos dejen hacer travesuras ese día.
5. Organizar las actividades y mandar durante un día entero.
Fuentes:
- Paz Carmelo, Pediatra y prevención: diagnóstico diferencial
- Revista de PAediatría en atención primaria: Algoritmo de tratamiento
- Doctora Rocío Santiago