Mucho hemos hablado de que los padres tenemos un papel muy importante, no sólo en la educación de nuestros hijos a niveles tan básicos como que sean ordenados, respetuosos o limpios sino también es nuestro papel el enseñarles y guiarles a ser alegres, sinceros y constantes. Parece dificil pero no lo es. Y ¿cómo se consigue? Motivando y enseñando a los niños desde pequeños a saber lo que esperamos de y para ellos.
La motivación es lo que más puede colaborar en la tarea de educar a los niños, despertando en ellos una acción positiva en todas las tareas que realizan durante su cotidiano.
Hemos hablado en muchas ocasiones sobre cómo la motivación no es sólo importante para un correcto desarrollo sino que también es de gran ayuda a la hora de enfrentarse a dificultades como puede ser la enuresis.
Hoy queremos presentaros algunas frases para una motivación positiva y la consecuente actitud que podemos conseguir en nuestros pequeños.
Es recomendable sorprender a los hijos haciendo algo bueno para ellos y decirles lo mucho que se les quiere. Hacerlo una vez al día, no sería mala idea. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de frases. Primero, aparece lo que dicen los padres y luego la actitud que promueven las palabras en los niños:
Has sido capaz de hacerlo - Soy capaz
Muy bien. Yo sé que lo harás - Soy capaz
Sé que lo has hecho sin querer - No lo repetiré
Estoy muy orgulloso de ti - Satisfacción
Sabes que te quiero mucho - Amor
Yo sé que eres bueno - Soy bueno
Te felicito por lo que has hecho - Alegría, ganas de mejorar
Qué sorpresa más buena me has dado - Alegría
Cuando me necesites, yo te ayudaré - Amor
Así me gusta, lo has hecho muy bien - Satisfacción
Noto que cada día eres mejor - Ganas de serlo
Creo lo que me dices, sé que lo harás - Confianza
Tú te mereces lo mejor - Satisfacción
Seguro que las próximas notas son mejores - Estudiar más
Después de conocer estos ejemplos de frases que ayudan a la afectividad de los niños y mejoran su comunicación y diálogo con la familia, te recomendamos que pruebes este ejercicio: Añade algunas frases que normalmente usas en tu casa con tu hijo al listado. Obsérvalas y verifica de qué forma están motivando a tu hijo. Así sabrás si lo estás haciendo bien.