Ya estamos inmersos en la vuelta al cole y tenemos que intentar que el regreso a la rutina sea gradual y no provoque un trauma en nuestros hijos. Sobre todo si nuestro pequeño tiene problemas de incontinencia. No olvidemos que retomar la rutina de la época escolar y de las actividades que se realizan durante el resto del año, es un cambio drástico que puede provocar ansiedad, depresión y cansancio.
Por eso queremos ofreceros algunas pautas de cómo hacer que la vuelta al cole no sea un castigo:
- Restablezcamos los horarios: Esto hay que hacerlo de la manera más natural posible. Para empezar, es conveniente que la hora de ir a dormir sea una hora prudente. Para que esto sea más fácil lo ideal es empezar a levantar a nuestros hijos más temprano para que por la noche duerman bien.
- Hay que adecuar los horarios de las comidas, que deberán ser lo más parecidos a los que tendrán cuando vuelvan a la escuela. Todo es cuestión de organización.
- Otra buena alternativa es ponerlos a realizar actividades extraescolares, pero siempre con moderación, sin sobrecargarlos. No olvidéis que una misma actividad puede resultar liviana para un niño y un gran peso para otro. Por eso, hay que identificar los deseos, aficiones o expectativas de nuestros niños.
- Busquemos espacios para conversar sobre el inicio de la temporada escolar. Si sospechamos que algo le preocupa en exceso a nuestro hijo, intentemos aproximarnos a él. Ser cálidos y escuchar sin reproches y sin juzgar a nuestros hijos es fundamental para que ellos puedan abrirse y contarnos con libertad si se han peleado con algún amigo, si la profesora le ha reñido, si tiene miedo de algo o de alguien.
- Haz que dibuje el colegio y fíjate si en el dibujo él aparece pequeño o grande, si está en una esquina o a un lado, quién está a su lado. Que pinte también los baños, el recreo… muchas veces los niños reflejan sus ansiedades en sus pinturas o en sus historias.
Recuerda que ellos necesitan de nuestro apoyo y nosotros de ellos para seguir aprendiendo y creciendo como padres.