Con la llegada del verano y las vacaciones escolares, la mayoría de los padres buscan en qué invertir el tiempo de sus hijos. Una de las soluciones más recurrentes suelen ser los campamentos de verano, pero los niños con incontinencia infantil suelen rechazar esta idea para evitar situaciones embarazosas. En España todavía no existen campamentos especializados para esta patología, como sí ocurre en otros países como Canadá. Pero con unos sencillos trucos y unas medidas básicas, podemos conseguir que nuestros hijos disfruten con sus amigos de esta experiencia.
DORMIR TRANQUILOS Y SECOS
Para empezar, hay que conocer las instalaciones del campamento. Si dispone de albergue, debemos proporcionarle a nuestro hijo un forro impermeable para proteger la cama. Los hay reutilizables, pero para un campamento la mejor opción son los desechables, para que el niño no tenga que limpiarlos. También podemos diseñarlo nosotros mismos de una forma muy sencilla: nos bastarán unas telas de vinilo para mantel o forros de cortinas de baño cubiertos con franela. Si preferimos, también podemos darle uno o dos pares de juegos adicionales de sábanas.
Si por el contrario, el campamento dispone de zona de acampada, la mejor solución es esconder pañales desechables absorbentes en el saco de dormir. Así, el niño podrá deslizarlo disimuladamente debajo de su pijama sin que sus compañeros lo noten, y tirarlo cómodamente a la mañana siguiente. Además, hoy en día existen pañales exclusivamente diseñados para llevar discretamente debajo del pijama con diseños personalizados para niños y niñas.
COMER PARA AYUDAR
Es aconsejable reducir la toma de bebidas, tales como refrescos o colas, que contengan cafeína, y las bebidas carbonatadas. Es muy probable que, al tratarse de un campamento de niños pequeños, ronden por los comedores como premio para los menores.
También podemos sugerirle a nuestro hijo que evite la sal (la que él pueda controlar), que tome fruta en la merienda en lugar de dulces, y que haga una cena de alimentos sólidos, evitando así sopas o cremas, muy recurrentes en comedores infantiles. Así mismo, recomendarle que reduzca beber líquidos una hora antes de irse a dormir, aproximadamente.
Para quedarnos más tranquilos, sería aconsejable informar a los monitores del campamento de la patología de nuestro hijo, para que estén alerta e intenten también ayudarle. Y lo más importante, reforzar la autoestima del niño haciéndole ver que puede controlar perfectamente la situación.
Recapitulemos:
- Proporcionarle un forro impermeable desechable para proteger la cama.
- O, si preferimos, diseñar uno casero de tela de vinilo para mantel o de cortinas de baño cubiertos con franela.
- Meter en la maleta un par de juegos de sábanas y pijamas.
- Pañales desechables absorbentes para el saco de dormir.
- Evitar la toma de colas, refrescos y bebidas carbonatadas.
- Recomendarle que meriende fruta en lugar de dulces.
- Evitar en las cenas sopas y cremas.
- Reducir la ingesta de líquidos una hora antes de irse a dormir.
- Hablar con los monitores del campamento.
- Hacer ver al niño que es capaz de controlar la situación.