jueves, 28 de octubre de 2010

Con el frío mi hijo se hace más pis



Con la llegada del frío puede que hayamos notado que vayamos al baño con mayor frecuencia, de ahí que, si nuestros hijos son propensos a hacerse pis en la cama, el número de sus escapes tal vez sea mayor en las épocas con temperaturas más bajas.

Son varios los motivos que pueden influir en este hecho. Siguiendo criterios médicos, entre estas razones destaca por un lado la hormona antidiurética (ADH); esta hormona la secretamos para reabsorber el agua a nivel del riñón, de ahí que sea tan importante. En épocas de frío el problema reside en que no producimos esta hormona en la misma cantidad, lo que impide que reabsorbamos menor cantidad de agua y expulsemos más mediante la orina.

Otra de las razones de este aumento de la orina es que con el frío transpiramos menos (es decir, eliminamos menos cantidad de agua a través de los poros de la piel). Por eso nuestro cuerpo adopta como alternativa expulsar más agua a través de la orina.

Dejando a un lado estas "aburridas" pero "importantes" reacciones de nuestro cuerpo, vamos a centrarnos en buscar la solución a este posible aumento de escapes de nuestros hijos en épocas de mayor frío.

Lo primero de todo, obviamente, es mantener una temperatura agradable y saludable en nuestro hogar, evitando que nuestra casa resulte excesivamente fría. De esta forma la calidez de la habitación de nuestros hijos ayudará a que el cuerpo realice menor esfuerzo para mantener su temperatura natural así como reacciones como las explicadas ante las bajas temperaturas.

Para conseguirlo no tenemos que hacer excesivos esfuerzos; bastará con seguir pequeñas y sencillas pautas como ventilar nuestra casa por las mañanas evitando que, de hacerlo por la tarde cuando llegamos de trabajar -por ejemplo-, se escape el calor interno de la casa a través de las ventanas abiertas.

Igualmente, procuraremos que nuestros hijos duerman con una ropa adecuada, tanto en relación a las sábanas y mantas que usemos como a la ropa que lleven puesta a la hora de su descanso nocturno. Evitaremos aquellos pijamas que se mueven con facilidad mientras duermen, provocando que partes de su cuerpo queden al descubierto, como la zona de los riñones.

Tampoco tenemos que abrigar en exceso a nuestros hijos para protegerles del frío; lo más seguro es que durante el sueño se destapen inconscientemente ante el excesivo calor y, al quedar destapados, aumentarán las posibilidades de que cojan frió y de que se puedan orinar en la cama (por no hablar de posibles resfriados).

Os recordamos que para cualquier consulta que preciséis, tenéis a vuestra disposición a nuestra experta en pediatría, la Doctora Rocío Santiago.

martes, 26 de octubre de 2010

Dieta de otoño para nuestros hijos


Llevamos ya un mes inmersos en el otoño. La nueva estación conlleva una serie de cambios en todos los sentidos, tanto para los padres como para nuestros pequeños. La vuelta al cole, la llegada de las lluvias o el frío..., en definitiva circunstancias que van a alterar nuestro ritmo de vida tras el verano.

Es importante que contrarrestemos estos cambios con una adecuada dieta alimentaria. Por norma general nuestras defensas suelen verse más expuestas durante el otoño, de ahí que hagamos hincapié en potenciar una dieta equilibrada y nutritiva durante esta época del año.

Las frutas y verduras del otoño son ricas en vitamina C, convirtiéndose en una pieza ideal en nuestra dieta otoñal; y no sólo ya para nosotros mismos, sino también para nuestros hijos e hijas que puedan tener algún tipo de problema a la hora de contener sus esfínteres. La razón: frente a los alimentos propios del verano, las frutas y verduras de otoño contienen menor cantidad de líquidos y por lo tanto nos ofrecen un mayor margen de variedad a la hora de alimentar a nuestros pequeños, sobre todo a la hora de la cena, donde procuraremos evitar darles alimentos acuosos como sopas o purés.

Verduras como coles de bruselas, alcachofas o berenjenas, y hortalizas como zanahorias o puerros, se presentan como una alternativa ideal para la alimentación de nuestros hijos durante esta época del año. Acompañado de un filete de lenguado o de gallo, constituyen un menú nutritivo y equilibrado para nuestros hijos.

Si nuestros peques son propensos a hacerse pis en la cama o sufren de enuresis pasados los 5 ó 6 años, compensaremos su dieta dándoles alimentos con mayor cantidad de líquido por las mañanas para prepararles cenas más sólidas a medida que se acerca la hora de ir a la cama.

Si queremos ayudar a sus defensas con alimentos naturales con mayor cantidad de vitamina C, os indicamos que no sólo las archiconocidas naranjas sin ricas en esta vitamina; tanto las coles de bruselas como la coliflor destacan por su alto contenido de vitamina C y ácido cítrico, pudiendo reservar el postre para frutas que complementen con otras vitaminas distintas.

Recordad que esto son sólo unas pautas indicativas que en ningún caso sustituirán a las indicaciones que os haya prescrito el pediatra o nutricionista de vuestros hijos.

viernes, 22 de octubre de 2010

¿Cómo saber si mi hijo tiene enuresis?



Si echamos la vista años atrás en nuestras vidas muchos de nosotros seguro que podemos recordar que, cuando éramos pequeños, en alguna que otra ocasión hemos mojado la cama. Ahora nos plantamos con la tesitura de que son nuestros pequeños los que tienen escapes. Tenemos que partir de la idea de que no todos los casos en los que un niño se hace pis en la cama son calificados de enuresis.

La enuresis, como tal, se presenta a partir de la edad de 5 ó 6 años, edad en la que el control de la micción debería ya estar establecido y, sin embargo, el niño sigue orinándose. Pero no os asustéis; entre los seis y los diez años no es infrecuente que nuestros pequeños puedan tener algún escape de pis por la noche, lo que no quiere decir que tengan enuresis; es algo muy común, al igual que puede que nos haya ocurrido a nosotros mismos cuando teníamos su edad, como recordábamos antes.

Prescindiendo ahora del análisis de los diferentes tipos de enuresis (primaria o secundaria, monosintomática o no monosintomática y continua o intermitente) os indicamos una pautas comunes para detectar si nuestros peques pueden tener o no enuresis nocturna. Elementos comunes y generales para llegar a esta conclusión son los siguientes:

- Nuestro hijo tiene 5 ó más años (5 en las niñas frente a los 6 años en los niños).
- Es funcionalmente normal.
- Tiene escapes involuntarios durante el sueño.
- La frecuencia de los escapes es al menos de 4 veces al mes.
- Se produce una micción, emisión de orina igual que las habituales.

De darse estos cinco requisitos, podemos hablar de enuresis nocturna, problema más habitual de lo que podemos pensar si tenemos en cuenta que a la edad de 5 años un 15% de los niños moja la cama. Hasta esa edad, se considera normal que un niño se pueda hacer pis en la cama varias veces a la semana.

Ya que hoy hemos viajado un poco a lo largo del tiempo, hemos buscado en nuestro baúl de los recuerdos y hemos encontrado una útil tabla sobre el porcentaje de niños enuréticos en nuestro país para que podáis ver que la posible enuresis de vuestro hijo o hija no resulta nada atípico, siendo generalmente solucionado sin mayores consecuencias.

enuresis porcentaje españa

Para cualquier duda que preciséis, podéis consultar a nuestra especialista en pediatría, la Doctora Rocío Santiago.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Nuestros hijos son conscientes y asumen su responsabilidad


Como norma general, la enuresis de nuestros hijos no requiere de ningún tratamiento o proceso específico hasta la edad de los 5 ó 6 años más allá de las medidas generales de actuación, pues, en la mayoría de los casos, es algo muy normal que hasta esta edad nuestros peques puedan mojar la cama con mayor o menor frecuencia.

Es a partir de los 5 y 6 años cuando, ante los continuos escapes nocturnos de nuestros hijos, debamos dar paso hacia acciones más directas tendentes a poner freno al problema de enuresis. Con esta edad, nuestros hijos ya se encuentran en disposición de empezar a ser conscientes de sus escapes y la repercusión que esto pueda tener en su entorno social. Por esta razón, no resulta infrecuente que nuestros hijos sean los primeros en tratar de poner freno a su incontinencia nocturna.

Generalmente serán ellos mismos los que se encuentren en predisposición de afrontar el problema y buscarle el remedio; no obstante, en muchas ocasiones, puede que oculten sus sentimientos ante el temor de sentirse humillados, sobre todo por el miedo a las burlas de sus amigos en caso de que llegasen a saber de su problema. Resulta conveniente, tal y como se expone desde la Clínica Universidad de Navarra, que los niños con este problema den a conocer sus sentimientos al menos a los padres, cuidadores, médicos y enfermeras, ya que nosotros -los padres y madres-, y aquellos les pueden ayudar a sentirse mucho mejor.

Por ello resulta muy importante que, como padres, actuemos con absoluta tranquilidad y comprensión frente al problema de enuresis de nuestros hijos ante dichas situaciones, de tal manera que nuestro hijo que haya dado el paso por sí mismo a afrontar su incontinencia se sienta apoyado, evitando además los posibles castigos y elogiando sus éxitos ante los progresos que vaya realizando.

Tampoco tenemos que olvidar que, como indica nuestra experta en pediatría, la Doctora Rocío Santiago, "no hagáis de todas formas del pis el protagonista del día. Dadle la importancia que se merece en su momento, pero tan sólo en ese instante. Que el niño no entienda que la capacidad o no de controlar es lo más importante de cada uno de nosotros".

miércoles, 13 de octubre de 2010

Protege el rendimiento intelectual de tu niño


Seguro que como padres de niños enuréticos, ya sabíais que este problema puede afectar en el rendimiento intelectual de vuestro hijo.

Según estudios realizados por expertos, existe una conexión entre la vejiga urinaria y el cerebro del niño. Una disfunción vesical, puede provocar alteraciones en el sueño y por tanto, una disminución de las funciones del sistema nervioso central y de la capacidad cognitiva.

Como padres, sabemos lo que os preocupa este aspecto y, por eso, tenéis que tener claro que la incontinencia de vuestros niños no desaparecerá por sí sola, y que hay que acudir al médico nada más apreciar los síntomas, no esperar a que se haga pipí en la cama 5 veces por semana. Pensar que el estrés y las preocupaciones son las causas principales de la enuresis de los niños, es otro de los errores más comunes.

Pero no hay que alarmarse, ya que como sabéis, la enuresis puede ser tratada de forma efectiva y permanente. Todas las consecuencias de sufrir enuresis se pueden corregir, y mejorar con un diagnóstico adecuado y un tratamiento exitoso.

jueves, 7 de octubre de 2010

Factores fisiológicos que inciden en la solución de la enuresis


Somos muchos los padres y madres que podemos ver la enuresis de nuestros peques con ojos de gran preocupación, sobre todo si van pasando los años y siguen haciéndose pis en la cama. Como punto de partida, queremos recordaros que la falta de control del pis nocturno se presenta como algo habitual en muchos niños hasta la edad de 5 años.

El control de los esfínteres por parte de nuestros hijos suele seguir un proceso evolutivo en el que, en primer lugar, tiene lugar respecto de las heces. Posteriormente irán controlando los problemas de escapes diurnos para llegar a la última fase centrada en los escapes nocturnos.

Centrándonos en esta última (enuresis nocturna), en la mayoría de los casos la mayor parte desaparecen solas (cerca de un 15% cada año tras los cinco). Para ayudar a nuestros hijos a controlar estos escapes nocturnos es importante que conozcamos los factores más importantes que inciden sobre su evolución fisiológica y que giran entorno a la solución de los problemas de enuresis, para que así podamos encaminar nuestras acciones hacia este satisfactorio resultado. Como más destacados podemos citar los siguientes factores:

- Aumento de la capacidad de la vejiga.
- La vejiga se comunica mejor y manda más estímulos al cerebro cuando está llena.
- El niño aprende a responder a las señales de la micción.
- Normalización de las vejigas hiperactivas.
- La producción de la hormona antidiurética se normaliza.
- Han cesado los posibles episodios de estrés existentes.

Conocidos estos factores y su normalización estaremos en posición de llevar a cabo los diferentes consejos y pautas que contribuyen a la solución de los problemas de enuresis de nuestros peques.

Entre otros, podéis consultar anteriores artículos que reflejan algunas de estas pautas y consejos:

Llegó la hora de ir a la cama... ¡vamos a preparar a los niños!

Tips para evitar que nuestro hijo se haga pis en la cama

Como siempre, tenéis también a vuestra disposición el soporte de nuestra especialista en pediatría, la Doctora Rocío Santiago.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Los niños y sus complejos en el cole


Hace muy poco vuestros niños comenzaron el cole con una ilusión enorme por reencontrarse con sus amigos y retomar la relación que dejaron antes del verano. Pero por desgracia, puede pasar que con el tiempo se encuentren con un problema bastante frecuente que, como sabemos, no solo afecta a los niños: los complejos.

A los ocho o nueve años de edad, vuestros hijos ya son capaces de distinguir las reacciones de los demás hacia ellos. Puede que se subestimen porque piensen que son inferiores físicamente o intelectualmente, lo que les provocará miedo y complejos. Si unimos este miedo al problema de la enuresis, el problema, lógicamente, se acrecenta.

Puede que se comparen con los demás físicamente: la altura y el peso se convierten a veces en un calvario para los niños que no se ven como el resto.

Otra cosa perjudicial para el niño es comparar las notas que trae a casa con las de otros niños o hablarles de su futuro profesional: esto les creará un sentido de culpabilidad y ansiedad por pensar que no es capaz de sacar buenas notas.

La introversión es otro complejo frecuente en los niños, y más en los que sufren de incontinencia: valoran en exceso lo que piensen de ellos y se anticipan a lo que puedan pensar, lo que les lleva a inhibirse por completo.

Esto puede evitarse si como padres enseñáis a vuestros hijos a ser capaces de pensar por sí mismos y a poder decidir sobre algunas cuestiones. De esta forma, crecerán superando los rechazos que vengan del exterior y no dejaran que esto afecte en el problema de la enuresis. Es más, si están seguros de sí mismo, los niños la superarán antes.